En la última revisión a la Cuenta Pública que la Auditoría Superior de la Federación hizo a la administración de Enrique Peña Nieto, no faltaron las observaciones al extinto Nuevo Aeropuerto Internacional de México. Aunque la obra ya está cancelada, quedan en el terreno de Texcoco miles de millones de pesos pendientes por aclarar.
Daniela Barragán
Ciudad de México (SinEmbargo).- Tres auditorías más al Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), esta vez en el ejercicio fiscal de 2018, suman 2 mil 864 millones 763 mil 901 pesos en irregularidades durante la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
La Tercera Entrega de la Cuenta Pública de 2018 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró pagos indebidos y otras irregularidades en las labores del Edificio Terminal, vialidades, estacionamientos, Torre de Control y pistas.
Esta cantidad se suma a los 44 millones 128 mil 446 pesos que, en junio pasado, la ASF sumó a las irregularidades de otras cuatro auditorías del mismo año.
En el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2018 se destinaron 5 mil 500 millones de esos para el NAIM, con el objetivo de construir dos terminales aéreas, seis pistas de operación simultánea y calles de rodaje, estacionamientos, torre de control de tráfico aéreo, centro de operaciones regionales, centro intermodal de transporte terrestre y vialidades de acceso.
Hace ya más de un año que la obra se canceló por decisión del Presidente Andrés Manuel López Obrador y luego de una consulta pública organizada con lineamientos del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Esta acción le ha costado al Gobierno de la llama Cuarta Transformación fuertes críticas de la oposición, pero los argumentos que presentó fueron el desfalco, el retraso de la obra y el sobre costo que se registró año con año.
Esta es la última auditoría que la ASF realiza a la administración del priista Enrique Peña Nieto. El NAIM era la obra de infraestructura más importante para su Gobierno, pero en cada supervisión realizada no hubo alguna en la que ese proyecto saliera limpio.
ANOMALÍAS POR DOQUIER
En esta Tercera Entrega, la revisión que tuvo más anomalías fue la hecha al proyecto ejecutivo del Edificio Terminal de Pasajeros, a las vialidades de acceso, estacionamientos, Torre de Control, Centros de Control de Operaciones, pistas, plataformas y otras instalaciones del NAIM. El monto alcanzó los mil 596 millones 540 mil 003 pesos.
Entre las causas está que no se acreditó la entrega y aceptación de los productos finales en los conceptos de plataforma militar, área de autoridades y memorias de cálculo, aunque fueron pagados durante el ejercicio fiscal de 2019.
Hubo pagos indebidos por 886 millones 438 mil pesos, porque no hubo pruebas del acompañamiento arquitectónico ni el control, participación, cantidad, tiempo y perfil del personal; por 128 millones 698 mil pesos, por cálculos incorrectos en los ajustes de los costos y por 42 millones 440 mil pesos, porque no hubo entrega-recepción de los trabajos en el centro de operaciones, estacionamientos, verificación LEED y medio ambiente. Tampoco se supo la cantidad de gente que trabajó ni el perfil de estos.
Otros 118 millones fueron por trabajos que no estaban considerados; 263 millones 639 mil pesos, porque se hicieron trabajos de los que no se sabe si había necesidad de ejecutarlos y por otros por los que se pagó, pero que ya estaban considerados en el contrato. Hubo otra observación por este motivo, pero por 45 millones 198 mil pesos.
Luego está la auditoría al sistema de precarga e instrumentación geotécnica, infraestructura, estructura de pavimentos y obra civil de ayudas visuales y para la navegación de las pistas 2 y 3 y del área de túneles. El monto por aclarar fue de mil 002 millones 253 mil 022 pesos.
Los motivos: se pagaron cuatro conceptos de trabajos realizados fuera del periodo contractual; pagos indebidos por 15 millones 008 mil pesos sin verificar que se debía una cantidad menor; 39 millones 070 mil pesos por los intereses generados; 476 millones 408 mil pesos por pruebas de calidad que no sirvieron; 162 millones 696 mil pesos por la compra de tezontle y material pesado para la precarga que no fue solicitado en las bases de licitación, ni se acreditó dicha cantidad adicional de material colocado.
Otros 220 millones 263 mil pesos porque en la pista 3 se requirió material adicional del que no hubo prueba de que se utilizara; mil 253 mil pesos porque se pagaron los servicios de supervisión de calidad que no cumplían con lo requerido, ni se exigió que se corrigieran y así se firmaron las estimaciones para su trámite de pago.
Finalmente, para la auditoría de construcción de la losa de cimentación del Edificio Terminal del NAIM, ahí las irregularidades fueron por 265 millones 970 mil 896 pesos pendientes por declarar. La ASF encontró que se asignó obra adicional fuera del objeto del contrato que representó un 50.6 por ciento de incremento en plazo y 7.2 por ciento de incremento en monto, sin que se llevara a cabo el procedimiento de licitación que asegurara la obtención de las mejores condiciones disponibles para el Estado.
No se encontró el dictamen técnico que sustentara la cancelación de los conceptos de bombeo y precarga; faltó la aplicación de retenciones por el atraso del 24.1 por ciento en la ejecución de la obra respecto al programa de ejecución vigente por 90 millones 856 mil pesos.
Aquí también hubo pagos indebidos: uno por 119 millones 121 mil pesos debido a que la distancia de acarreo considerada en los precios unitarios no se ajustó a las condiciones reales; otro por 86 millones 899 mil pesos, por el rendimiento considerado en la integración del precio unitario de “tablaestaca” no se ajustó a las condiciones, y 59 millones 950 mil pesos, porque no hubo ajuste de costos a las estimaciones de volúmenes adicionales y extraordinarios.