Redacción El Piñero
Loma Bonita, Oaxaca.- Este 28 de febrero del año en curso se cumplió un año del primer caso de COVID-19 documentado por las autoridades sanitarias en nuestro país, un hecho que ha pasado a ser parte de la historia moderna del país, y que ha dejado hasta el momento de 205,555 defunciones estimadas y 2,278,701 positivos estimados.
Aquel viernes comenzaba un cambio de 180 grados en la vida, comenzaríamos una vida bajo las mascarillas, conoceríamos la sana distancia y el confinamiento parcial de los más de 120 millones de mexicanos.
En municipios tan alejados de las grandes ciudades se veía lejos el COVID-19, sin embargo, poco a poco las cosas comenzaron a cambiar, en medio de un desconocimiento total de la enfermedad.
En el caso particular de Loma Bonita, el doctor Carlos Enrique Flores Vargas, indicó que a un año de iniciar el COVID-19, la enfermedad sigue siendo un enemigo invisible, donde se han probado múltiples tratamientos, siendo el más usado en el municipio la ivermectina.
Flores Vargas informó que en su consultorio el comenzó la detencción del virus en mayo del año pasado.
Detalló que la mayoría de los contagios se detonó por las salidas a la Ciudad de México por parte de comerciantes y visitantes.
El médico puntualizó que la conciencia que se ha generado todo este año, en particular después del mes de julio donde se contabilizó casi un centenar de muertes ha sido clave para no regresar a un pico de esa naturaleza.
El uso de cubrebocas, la sana distancia, desinfección y cierre de comercios por más de tres semanas sentaron las bases para la baja de contagios, añadió.
Hasta el momento el médico considera que el 70% de la población de Loma Bonita ya padeció la enfermedad, sin embargo, en las últimas semanas el número bajó.
A un año, el galeno pronostica un índice bajo de contagios, no obstante, los viajes a lugares de riesgo de contagios pueden aumentar en núcleos familiares, mercados y ambulantes.
EL SECTOR COMERCIAL
La economía en cualquier nivel se ha visto afectada, en Loma Bonita, los negocios tuvieron que cerrar, sin embargo, el negocio de la papelería ha sido del más afectado por la suspensión de clases, desde marzo de 2020.
El empresario Alfredo Jiménez, indicó que su giro ha perdido hasta un 70% de clientes, y a un año se tratan de adaptar a la nueva normalidad.
Agregó que su plantilla de trabajadores disminuyó y hará un cambio de domicilio, debido a los altos costos de rentas que ya no le permiten estar en el corazón de la ciudad.
Con respecto a la renta dijo que los arrendadores no han bajado sus precios e incluso se ha buscado subir a los locales como si fueran casas de empeño.
Con respecto a la economía, indica que en un año las deudas se han acumulado de manera descontrolada y ningún apoyo del gobierno alcanzaría.
Jiménez indicó que después de este primer año pandémico, se debe comenzar a trabajar, deben regresar las escuelas porque ya debimos aprender a protegernos.
Indicó que ya es tiempo, porque incluso hay gente que tiene ‘escondidos’ a sus padres por el miedo de contagiarse, “es hora de agarrar el toro por los cuernos”, precisó.
En la actualidad muchos de los comercios siguen activando el lunes de oferta para así dar dinamismo a la economía y no caer en la quiebra.
Un hecho positivo en el municipio, es el alza en la industrialización de la piña debido a la cancelación de importación del producto enlatado.
EL MUNICIPIO
Durante este año el gobierno de Loma Bonita implementó repartir cubrebocas, gel antibacterial, instaló filtros sanitarios, así mismo impuso multas, ley seca y durante el mes de julio cerró comercios por casi tres semanas, después de la muerte de doce personas en un solo fin de semana, no obstante julio terminó con 98 muertos de manera oficial, la gran mayoría con síntomas de COVID-19.
En la actualidad el cubre bocas sigue siendo obligatorio, existe una sola entrada y el número de muertos para enero 2020 llegó a 20.
La mayoría de la población se ha adaptado a la nueva normalidad para que el trabajo en conjunto ayude a no tener contagios acelerados.
De manera oficial el municipio cuenta con 14 decesos, sin embargo, la realidad ha sido distinta, encargados de funerarias han narrado que hubo familias, donde solo uno de sus integrantes sobrevivió.
La COVID-19 continúa presente en el país y por ahora en Loma Bonita solo han sido vacunados los médicos y enfermeras del Hospital Comunitario, mientras que el sector privado sigue a la espera.
En el inicio de un segundo año de pandemia, el lema social sigue siendo el mismo: “cuidarnos para cuidar a los demás”.