Víctor Hugo Mendoza / El Piñero.
Loma Bonita.- Loma Bonita tiene pocas veces de presentarse como tal en la Guelaguetza, sin embargo, su presencia siempre ha sido la mas fuerte en el evento magno de Oaxaca, el baile de la piña, propio de la región, se caracteriza por ser el mas festivo, o, lo era, porque ahora, con la fuerza del sotavento jarocho y la belleza del son oaxaqueño, se ha creado una simbiosis musical propia de la zona, donde lo jarocho y lo oaxaqueño se reunen en un solo crisol.
Fuerte, audaz, alegre y “dicharachera” la entrada del bailable “Flor de Piña” crea expectación, dado que los acordes de la jarana les remonta a Veracruz, los presentes se voltean a ver asombrados, esos ritmos, esos acordes son propios de Veracruz, pero el ritmo, la cadencia, la belleza del baile y la vestimenta coinciden con la fuerza y suntuosidad de la cultura oaxaqueña… ¿que estamos viendo? se preguntan algunos que invadidos de una sensación de alegria, jolgorio y sorpresa siguel el ritmo fuerte de una coreografia que pronto pone de manifiesto el origen de tal son.
Y Loma Bonita vuelve a ponerse de pie, en cada son, en cada elemento musical, en cada bailarin o bailarina, que frunciendo regazos, golpeando zapatos, “pelando diente” (sonriendo) logran cautivar a una audiencia acostumbrada a lo majestuoso.
Y el sabor dulce de la piña, del trópico oaxaqueño, del sotavento jarocho y de los aires lomabonitenses se pasean por entre los presentes, como si fueran llevados por la voz de los trovadores, hacia esos fandangos jarochos desaparecidos en el tiempo, pero no hoy, que la algarabia de la capital de la piña… ¡esta mas viva que nunca!