Por Betillo Carmona | El Piñero
Loma Bonita, una de las arterias viales históricas que conectaba la ciudad de Tuxtepec con diversas comunidades oaxaqueñas, ha caído en un preocupante estado de abandono. Esta carretera, que antiguamente facilitaba el tránsito entre la región y comunidades como Desparramadero, Arroyo Metate y Tres Zapotes, ha sido relegada a un segundo plano desde la construcción de la carretera 145, la cual redujo significativamente el trayecto.
El desdén hacia esta carretera ha sido evidente tanto a nivel estatal como municipal y federal.
Actualmente, los pobladores de la región dependen de esta vía para el transporte diario, incluidos los autobuses que llevan a los residentes a distintos destinos y los campesinos que trasladan productos agrícolas como piñas. Además, esta carretera es crucial para el acceso a la subestación eléctrica que suministra energía a la zona.
El estado de la carretera empeora con cada lluvia, volviéndose casi intransitable en ciertas secciones y presentando riesgos significativos de deslaves hacia barrancos.
La falta de mantenimiento por parte de los gobiernos ha llevado a un deterioro extremo, con solo algunas áreas aún en condiciones mínimamente transitables.
La situación revela una preocupante desatención hacia una infraestructura vital para la vida cotidiana de muchas comunidades.