Redacción El Piñero | Corresponsalía
La pobreza y necesidades abundan, y esto se puede palpar cuando se encuentra con personas enfermas y minusválidas que la necesidad las ha orillado a pedir apoyo en las calles.
En la calle Michoacán que es muy concurrida varias personas que sufrieron algún accidente o presentan una enfermedad degenerativa avanzada apelan a la buena voluntad de ciudadanos que puedan desprenderse de una moneda.
Tal es el caso de Juan Gabriel Cortés quien nos comparte que dedicarse a pedir dinero en la vía pública no es tan fácil como se cree, y si lo hace es porque tiene un problema de columna que no le permite caminar ni mucho menos trabajar.
Muchas veces, las personas nos discriminan, nos dicen pónganse a trabajar y nos recriminan las pocas monedas que nos dan, sin saber la situación real por la que pasamos, comenta Juan.
Por su parte, a la señora Nancy Reyes la diabetes avanzada que padece la dejó sin una pierna y pérdida de la vista, pide dinero para sostenerse a sus 62 años, así como para juntar recursos y poder acceder a una operación de la vista ya que se está quedando ciega.
Éstas personas expresan sentirse marginadas, excluidos de la sociedad ante la falta de apoyo ciudadanos y de los gobiernos pues su programa a personas con discapacidad no surte efecto en rincones alejados como Loma Bonita.