Luis Velázquez Escenarios
07 de junio de 2019
UNO. Amigos de Ahued
El ex priista Ricardo Ahued Bardahuil está “en los cuernos de la luna”. En MORENA, Senador de la República y director general de Aduanas. Y aun cuando un dicho popular dice que “amigo que se encumbra amigo que se pierde”, en el caso, sus amigos del primer círculo, listos para ascender y remontar. Incluso, soñando con el 2024.
Su amigo Ernesto Pérez Astorga fue privilegiado con la secretaría de Desarrollo Económico, ahora, senador.
En su momento, quiso perfilar a su otro amigo, Gerardo Martínez, director de Comercio en el Ayuntamiento de Xalapa, síndico a su lado en el tiempo como presidente municipal de Xalapa, para la titularidad de la SEDECO, pero se le atravesó el sobrino de Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, y Enrique de Jesús Nachón García quedó con el cargo.
Lecciones de la vida que, y como decía Juan Maldonado Pereda, “en política nunca llega el más capaz, sino el que más conviene”.
Y por añadidura, tiempo habrá para que Gerardo Martínez aparezca por ahí en algún cargo suculento de Aduanas.
DOS. Alistando maletas…
A Cecilia Coronel, hija del doctor Pedro Coronel, quien fue alcalde de Xalapa, Ahued Bardahuil quiso enfilar hacia la Contraloría de Cuitláhuac, pero se le atravesó Leslie Garibo, que tendrá poderoso padrino o madrina.
Pero desde luego, ninguna duda que ahora estará al lado del hidalguense nacionalizado jarocho.
Adolfo Toss Capistrán es otro amigo. Fue candidato del PRI a diputado local por el distrito de Xalapa y perdió.
Ahora, estará alistando las maletas para estar a su lado en la dirección general de Aduanas en la Ciudad de México o en Mexicali, la nueva sede.
Igual, digamos, que su amigo, el abogado Alberto Islas, quien en la jefatura jurídica de la Universidad Veracruzana al lado de la rectora Sara Ladrón de Guevara, nunca será igual un cargo en la aldea que otro en el altiplano.
Y más cuando las elites políticas de Xalapa aseguran que Ahued tiene amarrada la candidatura de MORENA a gobernador en el año 2024 por encima de la secretaria de Energía, la zacatecana Norma Rocío Nahle García, y el súper delegado federal, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, con más méritos que todos juntos.
Otros amigos que Ahued andan por ahí, en la paciente pero intensa espera y dejarán que el jefe se acomode y reacomode, pues el cargo federal le llegó cuando ni siquiera lo imaginaba.
TRES. El gran brinco federal
El biógrafo dice que a la cima de la política ha de llegarse con los amigos, y los amigos capaces, pues el factor confianza es indispensable, aun cuando y como dice el chamán, “los únicos que traicionan en la vida son los amigos”.
También se llega al poder con los colegas de oficio, con frecuencia, hijos de una negociación, un acuerdo en las cúpulas, un pacto.
En su camino priista, por ejemplo, Ricardo Ahued se deslindó de varios políticos que le abrieron el camino, pero más aún, que lo sacaron del mostrador de plásticos y lo enaltecieron desde con la presidencia municipal hasta la diputación local y federal.
En el trascendido se afirma que hasta le financiaron sus campañas, claro, con recursos públicos, y luego, así nomás, se deslindó de ellos y marcó una raya, quedando como un político ingrato.
Y si es cierto que a veces los amigos (los amigos que en la vida se van eligiendo) son más importantes que un familiar, entonces, los amigos de Ricardo Ahued estarán listos para brincar al otro lado del charco federal.