Carlos Tirado
Tlacotalpan, Veracruz.- A la orilla de la Carretera Tlacotalpan-Cosamaloapan a la vera del gran río Papaloapan existe un puesto muy peculiar construido con madera y láminas de zinc en donde se expende diariamente un producto que por lo general sólo se consume durante las fiestas decembrinas.
Transportistas y particulares de la localidad, así como turistas que visitan la cuenca baja del Papaloapan y que cruzan por esta carretera se detienen a comprar esta delicia que se prepara en este local denominado “Buñuelos Doña Tere” como reza en una lona colocada al frente del micro negocio.
La propietaria María Teresa Ramírez Martínez conocida como Doña Tere nos refiere que esta vendimia tiene ya más de cuatro años y se hace todos los días.
“Los que trabajamos acá somos cuatro, mi esposo, mis dos hijos y yo” apunta.
A pregunta expresa de como inicio el negocio toma un poco de aire mientras continúa despachando a los clientes que se le juntan para disfrutar de los Buñuelos bañados de una también deliciosa miel hecha del jugo de caña y cuenta la historia: “Fue en una época que tuvimos un fuerte crisis económica y no había trabajo, y sobrevivíamos pidiendo prestado y finalmente para sacar adelante a mis hijos pues comencé a preparar los buñuelos como me enseñó mi mamá y quien me apoyó con la harina y otros materiales”
Luego sonríe y dice: “Me decían que estaba loca, por que preparaba buñuelos en el mes de mayo cuando la costumbre es que se hacían en diciembre para las fiestas de Navidad”
Suspira y luego sigue: “Pero no me importó necesitaba ganar para mis hijos y comencé a vender y no hemos parado desde entonces, primero fueron sencillos, buñuelos normales y poco a poco fui agregando nuevos sabores hoy hay de zanahoria, de papa, de camote, yuca, calabaza, manzana, plátano y otro más en una receta que guardamos celosamente”
Su esposo que la apoya embolsando los buñuelos y la miel para que se lleven los clientes, comenta un sueño que los elevara económicamente “tenemos la idea de poner otro negocio pero en Veracruz” dice mientras se aleja para entregar a nuevos clientes otras bolsas.
La señora Tere señala que en temporada baja llegan a vender entre 30 y 50 bolsas únicamente, lo que nos dé idea de lo mucho que trabajan y venden en temporadas altas.
Y así con una sonrisa nos despide y nos invita como a todos sus clientes a volver a Tlacotalpan y visitarla para disfrutar nuevamente de esos deliciosos buñuelos.