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Los controvertidos tratamientos que médicos usan en Rusia para “curar la homosexualidad”

Staff El Piñero

 

 

Ser gay ya no está considerado un trastorno mental en Rusia. Al menos, no de manera oficial.

El país retiró en 1999 la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales, 26 años después que Estados Unidos y 7 años después que la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

Los científicos no reconocen la efectividad ni ven la necesidad de ningún tratamiento contra la homosexualidad.

 

Sin embargo, en Rusia, hay gente que acude a médicos que ofrecen una variedad de “curas gays” y, tras las denuncias de que en la república rusa de Chechenia se está realizando una “purga” de homosexuales, los testimonios de pacientes han comenzado a salir a la luz.

Hipnosis y autoayuda

 

El psicoterapeuta Yan Goland, de 80 años, es uno de los pioneros en el “tratamiento” contra la homosexualidad en el país.

 

Desde Nizhny Novgorod, a 400 kilómetros de Moscú, asegura haber curado a 78 homosexuales y 8 transexuales con un método de tres pasos desarrollado por su mentor, el psicoterapeuta Nikolai Ivanov.

 

“Cuando alguien acude a mi consulta, le muestro casos similares: los antes y después. El paciente se llena de esperanzas… y entiende que necesita seguir un tratamiento. Este puede durar entre 8 y 18 meses. Aunque, en el caso de los transexuales, se puede extender hasta los 2,5 años. Una vez tuve una paciente particularmente difícil y trabajé con ella durante 8 años”, cuenta al servicio ruso de la BBC.

 

Esta cura se divide en tres estadios. El primero busca “extinguir” la atracción individual a miembros del mismo sexo y se basa en sesiones de hipnoterapia que pueden durar hasta ocho horas. También emplea una combinación de psicoanálisis y terapia de afirmación, a través de la cual intenta influir en los sueños.

Banderas gays en San Petersburgo. Derechos de autor de la imagen AFP

 

En la segunda fase, el objetivo es crear atracción hacia el sexo opuesto. Para conseguirlo, Goland motiva a sus pacientes masculinos para que vean a las mujeres de su entorno como un objeto sexual.

 

“Les digo: ‘Cuando salgas de esta sesión, camina por la calle y echa un vistazo a todas las mujeres jóvenes con las que te cruces. Interésate por sus figuras y elige a la mejor'”, explica el “especialista”.

 

El último paso consiste en tener relaciones sexuales con gente del sexo opuesto.

“En el camino correcto”

 

Yuri, de 40 años, fue paciente de Goland. Relata que fue siguió su tratamiento a inicios de la década de los 90 porque quería “despertar y estar en el camino correcto”. En cambio, acabó con el deseo sexual hecho pedazos.

 

“El resultado fue, sin ninguna duda, negativo. Incluso, dañino. Para ser sincero: catastrófico”, afirma Yuri.

 

Si uno busca en Internet “cómo curar la homosexualidad”, encontrará una serie de sitios web que ofrecen consultas en línea con médicos. Como el de los hermanos Nikitenko, que se describen a sí mismos como psicohipnotizadores y ofrecen un curso de dos meses de audio-hipnosis. Cada sesión cuesta US$88.

 

Nikolai Nikitenko ve la homosexualidad como una clase de de trastorno obsesivo compulsivo.

 

“Cuando ves pornografía y practicas sexo gay, creas una nueva vía neuronal en tu cerebro. Un joven de 18 años de Vladivostok me llamó para decirme que le preocupaba estar volviéndose gay durante 9 horas diarias. Ya tiene la próstata inflamada y una úlcera estomacal. Cree que se va a morir de cáncer en un par de años”, afirma.

 

La hipnoterapia de los hermanos Nikitenko busca desestresar al paciente y enseñarle “las formas adecuadas de comportarse y reaccionar”.

Peresvetov. Derechos de autor de la imagen Instagram.com/xcv_church

Image caption Peresvetov, líder de una organización protestante, promete ayudar al colectivo gay a “rechazar” su sexualidad.

 

“Él se entrenó a sí mismo para convertirse en gay, así que lo estamos entrenando para que sea heterosexual y así ya no tendrá que preocuparse de controlar sus sentimientos”, asegura Nikitenko.

 

Junto a su hermano, afirma haber tratado a siete gays que querían dejar de serlo y descarta “cualquier posibilidad de recaída”.

Como la adicción a las drogas

 

Existen varias organizaciones religiosas que también ofrecen “tratamientos” para homosexuales.

 

Algunas de las instituciones contactadas por la BBC no quisieron revelar la naturaleza de los tratamientos y aseguraron que solo dan declaraciones a la prensa religiosa.

 

El pastor Yevgeny Peresvetov, líder de la organización protestante Vosstanovleniye (una palabra rusa para “resurrección” y “rehabilitación”), promete ayudar al colectivo gay a “rechazar” su sexualidad.

 

“Prácticamente, todos los homosexuales sufren de homosexualidad”, afirma el clérigo. En su opinión, ser gay es “la perversión del orden espiritual de una persona”. El canal de YouTube de su organización muestra los testimonios de dos hombres que “se libraron de pecado a sí mismos” al “quitarse de encima la homosexualidad”.

 

El pastor incluso oficia servicios en un club de Moscú vestido con un traje elegante, corbata de Jesús y barba completa. Pero por más moderno que esto pueda parecer, sus puntos de vista sobre por qué hay gente homosexual son extremadamente polémicos:

 

“Porque el padre del individuo no estuvo presente o porque era violento. O porque estuvo de forma periférica… Los homosexuales consiguen la libertad cuando hallan en Dios su figura paterna”, defiende.

 

Peresvetov también ayuda a adictos al alcohol y las drogas. Para él, no existe una diferencia entre estas adicciones y la homosexualidad. Cree que en el fondo de ambos problemas hay un “hambre espiritual”.

 

Para las familias rusas, buscar ayuda de instituciones religiosas para “curar” a menores que han salido del armario no es nada fuera de lo común.

Una pareja de hombres vestidos de mujeres. Derechos de autor de la imagen AFP

Image caption Rusia retiró en 1999 la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales, 7 años después que la OMS.

 

A María, de 27 años, la llevaron a la iglesia en contra de su voluntad para recibir uno de estos tratamientos cuando tenía 13 años. Le echaron agua bendita en la cara mientras el resto rezaba plegarias.

 

“No podía oír nada. Estaba llorando a gritos. Después de eso, continuaron leyendo plegarias un buen rato. En la iglesia, me dijeron que mi atracción por las mujeres venía de Satán”, le dijo a la BBC.

 

“Me cubrieron de agua bendita y me obligaron a beberla. A veces, me golpeaban con varas. Siento que rompieron mi voluntad. Aún sufro pesadillas. Los sacerdotes me dijeron que iba a ir al infierno”, recuerda.

 

María no está sola: Tatyana, de 23 años, asegura que fue arrastrada hasta una clínica psiquiátrica. Allí le dijeron que la verdadera orientación sexual de una persona no se establece hasta los 30 años y que lo que ella realmente quería era un cambio de sexo porque no le gustaba su cuerpo.

 

Tatyana afirma que le recetaron antidepresivos y le dijeron que debía hacerse unas pruebas en la clínica.

 

Yevgeniya, una mujer transgénero de 19 años, cuenta que una experiencia similar cuando le dijo al médico que se sentía mujer. “El primer doctor dijo: ‘Lo que pasa es que te has dejado llevar. Mírate, ¡eres un hombre de verdad! ¿Quieres una cirugía? ¿No puedes simplemente vivir como lo hace el resto del mundo?”.

 

Un segundo facultativo le sugirió que, probablemente, fuera un hombre gay y que los accesorios de mujeres no le quedaban bien. Concluyó que estaba intentando llamar la atención.

Unos jóvenes con la bandera gay en un coche Derechos de autor de la imagen DMITRY SEREBRYAKOV

Image caption Los especialistas advierten de los efectos dañinos que pueden tener estos “tratamientos”.

 

“¿Quién va a necesitar a alguien como tú? ¿Crees que alguien te va a contratar? Y no te olvides de tus amigos”, asegura que le dijo el médico. “Me dijo que me tenía que resignar a la idea de que yo era un hombre y que tenía que someterme a sus pruebas. Me aseguró que me ayudarían a convertirme en una persona normal”, recuerda.

“No puedes cambiar tu orientación sexual”

 

Pero hay algunos especialistas rusos cuyas opiniones están más en línea con las de sus colegas occidentales y científicos de todo el mundo.

 

“Normalmente, uno se da cuenta de su orientación sexual entre los 11 y los 13 años… Las hay de diferentes tipos y la homosexualidad es una de sus variantes normales”, explica a la BBC el psicólogo Pavel Sobolevsky , quien trabaja con pacientes del colectivo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales).

 

“No puedes cambiar tu orientación sexual”, insiste y esto es los que le dice a sus pacientes cuando le hacen alguna consulta sobre el tema. Advierte que intentos de modificarla con psicoterapia pueden resultar dañinos.

con información de bbc.com

 

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