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Los criminales crecen y asesinan pueblos enteros porque el gobierno se los permite; en 2018 la nación entera debe despertar: Mireles

El Piñero

 

 

México.- Ser un autodefensa aplica para toda la sociedad civil, no nada más para los grupos armados que defienden sus derechos constitucionales y además de esto su vida, señala el doctor José Manuel Mireles Valverde, en entrevista para Revolución TRESPUNTOCERO.

 

En 2004 Michoacán se resquebrajó. Ese fue el año cuando los cárteles, insatisfechos con las ganancias obtenidas con el tráfico de drogas, diversificaron sus actividades e incursionaron en la extorsión, el secuestro, el pillaje y, en el colmo del sadismo, la violación y la tortura. Después de una década de violencia desatada, los habitantes de la zona reaccionaron. Empobrecidos por los embates del crimen, olvidados por las autoridades, furiosos y hartos, decidieron tomar la justicia en sus manos, reseña el libro Todos somos autodefensas (Grijalbo, 2017).

 

José Manuel Mireles Valverde figura central en este panorama. Fundador de las autodefensas en la Tierra Caliente, luchó durante más de un año contra los cárteles, pero fue apresado en junio de 2014 durante un operativo federal duramente criticado. Entonces debió emprender otras batallas: la jurídica -por salir de prisión- y la moral -para no doblegar su espíritu-. Y triunfó.

 

Mireles convirtió la historia de su pueblo y de las autodefensas que ahí nacieron en una crónica completa. En el libro, que se remonta a la herencia purépecha y la pelea que los terracalenteños dieron durante la Revolución mexicana y la Guerra cristera, el médico y comandante narra a detalle la génesis del movimiento de autodefensas, así como la adrenalina de los combates y las negociaciones frustrantes con el gobierno, que culminaron en una traición histórica.

 

Sin embargo para lograr plasmar aquellos hechos, también los padecimientos fueron severos. “Incluyendo el papel y el lápiz era una prohibición criminal para mí, pero cometieron el estúpido error de enviarle una respuesta a una persona que me escribía desde Francia y se quejó que sus cartas nunca me llegaban, diciéndole de parte del Penal Federal que por órdenes de la Dirección de Prevención y Readaptación Social, que dependía de la Segob y con base al artículo 32 de dicha prevención se consideraba el papel, el lápiz, un timbre y un sobre, armas muy peligrosas para un reo como el doctor José Manuel Mireles”.

 

El doctor le presentó dicha respuesta al Director de Prevención, que se encontraba presentando al nuevo titular del penal de Nayarit. El primero negó que esa orden fuera tomada en gobernación, por lo cual después se le proporcionó hojas blancas y bolígrafos, pero poco tiempo después salió en libertad el doctor.

 

Sin embargo, “aún en los penales federales más estrictos hay gente noble, me apoyé en una enfermera que me ayudó mucho, aunque poco tiempo después la corrieron del penal, no sé si por ayudarme a mí, pero ella me consiguió un pedazo de lápiz”, así comenzó a escribir el doctor en pedazos de papel de baño, usando también algún espacio en blanco de alguna que otra carta que llegaba a sus manos.

 

Tuvo suerte, al solicitar copia de un dictamen de más de 25 hojas, el cual le llegó impreso solamente por el anverso. Lo que significó para él aún más espacio para plasmar sus ideas. Pero tuvo que escribir entre líneas, sin embargo logró conjuntar un gran material que realizó durante dos años.

 

“Hasta después de dos años y media que es cuando cambian al titular del penal, que el nuevo me da mil hojas y seis bolígrafos, lo que usé para transcribir los borradores que tenía. Tuve oportunidad de enviarlo a casa de una de mis hermanas. El director después de un tiempo me preguntó si ya faltaba poco para terminar mi libro y le dije que ya estaba en revisión, en una editorial”.

 

Mireles habla en su obra de los grandes sufrimientos que ha padecido su pueblo Tepalcatepec. Señalando que se centra en lo que terminó con la dignidad de la población, porque además de las viviendas, riquezas y vidas, también se fue perdiendo la dignidad por las violaciones a las mujeres, incluso niñas de 10 o 12 años, la delincuencia desmedida.

 

Las autodefensas, remarca Mireles, era sociedad civil atacada por el crimen organizado, como los fabricantes de quesos que padecían los cobros a cambio de seguir viviendo y trabajando legalmente en sus productos, como el doctor muchos más estaban estaban intentando hacerle frente a la delincuencia organizada, ante gobiernos estatal y federal omisos.

 

Lo del libro, señala el doctor, es una recopilación de cosas que él vio y vivió, que escuchó de sus abuelos. “Narramos el despertar de un pueblo. Porque eso pasó, despertamos y nos defendimos de lo que decían que ya no se podía. Vimos con tristeza que ningún gobierno nos ayudó, porque en toda mi región estaban coludidos con el crimen organizado”.

 

Para Mireles, su pueblo no se levantó antes porque tenía miedo y esperaban un día tener el valor de hacerlo. “Ese día nunca llegó, ese día de quitarnos el miedo nunca llegó. Decidimos cómo queríamos morir y era luchando. En cuanto tomamos esa decisión, nos sentimos grandes. Cuando enfrenamos nuestros temores nos dimos cuenta de nuestra grandeza.

 

Yo le pido a todos los pueblos que conforman los estados de la República, que están asediados por la delincuencia, por el crimen y los malos gobernantes, por las instituciones corrompidas, que enfrenten sus temores. Que no esperen que se les quite el miedo por nunca se nos va quitar, pero el día que tomamos la decisión de defendernos, ese día el miedo y el valor son irrelevantes no los necesitamos. Lo digo porque lo viví, lo sufrí y aguante el cautiverio”.

 

El doctor Mireles confiesa que sobrevivió a los embates de las autoridades y de salud, repitiendo en voz alta, cuando creía que nadie lo escuchaba que era aproximadamente a las tres o cuatro de la mañana: “Yo soy el doctor José Manuel Mireles y también me decía yo soy autodefensa”.

 

Cuando llegaban a pasarle lista a las cuatro o cinco de la mañana y le gritaban un número, él se negaba a responder. Le decían que le hablaban a él. Mireles lo negaba, “no soy un número, soy el doctor José Manuel Mireles Valverde y soy un autodefensa”.

 

Y cuando lo ponían frente a cámaras para que dijera porque estaba detenido, la respuesta fue la misma. “Estoy detenido por ser autodefensa”. Había noches que en su soledad se desahogaba, “buscaba una luz que me permitiera ver el cielo, porque mi fortaleza ha sido creer en Dios y sigo creyendo tan fuertemente porque sufrí siete emboscadas, un avionazo, pero no me he muerto aun cuando tengo dos balazos en el lado izquierdo del corazón y uno en el lado derecho, 48 tornillos y placas en la cabeza, lesiones de columnas desde el cuello hasta la columna, pero Dios es muy grande.

 

Yo nunca me voy a morir cuando un estúpido quiera matarme, me voy a morir el día que Dios lo haya decidido y nadie más que él. Esa es mi fortaleza”, sentencia el doctor Mireles.

 

También señala que aprendió a que los criminales crecen porque el gobierno se los permite y asesinan pueblos enteros porque el gobierno se los permite. “No lo creíamos al principio pero después que los vimos comer juntos, eso pasaba en nuestra región en pasó por años.

 

Yo personalmente llevé a mis familiares, estúpidamente creyendo que el gobierno hacía su función, íbamos a los ministerios públicos, cuando ellos llegaban a su casa ya tenía la denuncia hecha pedazos y un letrero en la puerta: ‘te vamos a voltear la cabeza a ti y a toda tu familia para que se callen el hocico’, esto se repetía en denuncias que presentamos durante más de 12 años, sin ninguna solución. Y hoy en Michoacán estamos jodidisímos, más que antes que me detuvieran”, afirma.

 

El doctor José Manuel Mireles, afirma que acercándose un periodo electoral nos encontramos el país entero ante la magnifica oportunidad para que el pueblo se una, para la luchar por la paz social de la nación.

 

“Hay unidad, somos valientes, luchadores sociales, todos los mexicanos somos autodefensas ojalá la nación entera despierte y aproveche esta magnifica oportunidad democrática que se presenta en el 18 y que todo el pueblo vaya a votar, pero no solamente ir a votar, porque muchos por compromiso con sus partidos políticos van a votar por la pura torta y el refresco que ya les dieron o que les van a dar.

 

Yo pienso que los mexicanos todos unidos vayamos a votar. Y aparte de eso, lo más difícil será defender nuestro voto, si es que verdaderamente queremos un cambio social en la nación”, comenta el doctor Mireles y finaliza pidiendo que Todos somos autodefensas, sea una obra leída principalmente por jóvenes para que conozcan la lucha y haya un despertar, para que no se vuelva a repetir nunca más la misma historia.

 

Con información de revoluciontrespuntocero.mx

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