- Grandes estadistas jarochos
Malecón del Paseo
Luis Velázquez
Veracruz.- EMBARCADERO: En ningún otro tiempo político como en la Reforma de Benito Juárez, Veracruz ha alcanzado la más alta dimensión estelar… Primero porque aquella época fue clave en la vida del país cuando el Estado y la Iglesia fueron separados… Y segundo, porque varios políticos de Veracruz fueron amigos entrañables de Juárez y escenificaron hazañas grandiosas, entre ellos, y por ejemplo, José María Mata, Manuel Gutiérrez Zamora, Ignacio de la Llave y los hermanos Sebastián y Miguel Lerdo de Tejada… Cierto, en otros tiempos hubo políticos jarochos de relieve… Miguel Alemán Valdés y Adolfo Ruiz Cortines, por ejemplo, que de gobernadores pasaron a Secretarios de Estado y luego a Los Pinos… Pero nunca, jamás, ninguno podría compararse con la estatura de Juárez… Tampoco, por ejemplo, Fernando Gutiérrez Barrios, quien pasara a Secretario de Gobernación ni Ignacio Rey Morales Lechuga, quien fue procurador de Justicia de la República y Embajador de México en Italia con Carlos Salinas… Los jarochos de Juárez entraron a la historia, a la gloria y a la inmortalidad…
ROMPEOLAS: José María Mata apareció en 1846 en el escenario político… Jefe de las milicias de las Guardias Nacionales de Xalapa y Orizaba, “organizados en guerrillas para combatir al invasor”… Participó en el derrocamiento de Antonio López de Santa Anna, y luego, en el poder, Santa Anna lo desterró… Fue compañero de destierro de Benito Juárez y Melchor Ocampo, a quienes Su Alteza Serenísima encarcelara en el castillo de San Juan de Ulúa y luego los exiliara… Fue yerno de Ocampo cuando se casó con su hija Josefa… Embajador de México en Washington durante 22 meses… También Ministro con Benito Juárez en 1861… Miembro del Congreso Constituyente, Mata sobresalió por incorporar a la Carta Magna los principios del liberalismo, entre ellos la llamada “Ley Juárez” que abolía los privilegios eclesiásticos y militares según contara Rafael Murillo Vidal en una conferencia sobre “El liberalismo en Veracruz” dictada en el mes de diciembre de 1956, y cuyo libreto venden en la librería “Mar adentro” del puerto de Veracruz… José María Mata terminó sus días como presidente municipal de Martínez de la Torre en 1895…
ASTILLEROS: En 1847, cuando las tropas norteamericanas entraran a Veracruz, Manuel Gutiérrez Zamora era alcalde… Y fue jefe de la Guardia Nacional hasta la rendición de la plaza… Fue enemigo de Santa Anna y hasta publicó un manifiesto en su contra… Santa Anna, escribió, es un político ambicioso que “ha hecho de la insurrección un medio de prosperidad particular y es un gobernante corruptor e inmoral”… Santa Anna, claro, lo persiguió… Años después, sería gobernador y le tocó promulgar la Constitución Federal de 1857… Y tuvo la fortuna de ofrecer asilo a Juárez… Y en su estancia en el puerto jarocho, Gutiérrez Zamora se volvió íntimo colaborador de Juárez, a tal grado que su influencia fue decisiva para la promulgación de las Leyes de Reforma…Dos meses después de la entrada triunfal de Juárez a la Ciudad de México, en 1861, Gutiérrez Zamora falleció…
ARRECIFES: Ignacio de la Llave fue Ministro de Guerra de Juárez, guerrillero, reformista y defensor de Puebla en la batalla contra Forey… También luchó contra Santa Anna, “desenmascarando las tortuosas maniobras de los santanistas de Veracruz”… En un manifiesto llamó sátrapa, tirano y déspota a Santa Anna, defendiendo en todo a Juárez… En Veracruz “le tocó evacuar la plaza a la llegada de la escuadra española en 1861”… Colmo guerrillero hostilizó a los franceses y su lealtad a Juárez lo encumbró en un espacio privilegiado al lado del indito amado de Guelatao… Los hermanos Miguel y Sebastián Lerdo de Tejada escenificaron páginas heroicas al lado de Juárez… Sebastián, por ejemplo, era presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a la muerte de Juárez ascendió a Presidente de la República para terminar el periodo… Le tocó elevar al rango de leyes constitucionales de la Reforma evitando el golpe de Estado que fraguaban los conservadores… Miguel Lerdo de Tejada fue Ministro de Hacienda con Ignacio Comonfort presidente y que, por cierto, le llegara de chiripa y con el factor suerte, porque Valentín Gómez Farías tenía avanzada edad y la ley le prohibía ocupar cargos públicos…
PLAZOLETA: Miguel Lerdo promulgó la Ley de Desamortización de Bienes Eclesiásticos… Y cuando Ignacio Comonfort cayó en titubeos sobre la lealtad a Juárez, Miguel renunció al gabinete, antes, mucho antes de que Comonfort asestara un golpe de Estado… Pero Sebastián Lerdo de Tejeda fue, sin embargo, más brillante que el hermano… Incluso, jurisconsulto reconocido, rector de San Ildefonso, el liberal más consecuente, fue consejero jurídico y político de Juárez y hasta su acompañante en el éxodo en la frontera norte cuando huía con la república a cuestas… Es más, a la muerte de Juárez por una angina de pecho, Sebastián Lerdo de Tejada continuó su obra reformista con tales cimientos legales que nunca Porfirio Díaz y su dictadura la pudieron destruir…
PALMERAS: Los hermanos Lerdo de Tejada eran hijos de Antonio Lerdo de Tejada, quien fue Regidor de Puentes y Calzadas… Educó a los hijos con una rigurosidad académica hasta recibirse de abogados… Eran muy leídos, y como decía Justo Sierra, “hombres de solidísima instrucción económica, con un amor férreo por la libertad, rayando en culto”… Y por eso mismo, su grandeza académica y su estatura moral, política y social… Todos ellos, cohabitando al lado, cierto de Juárez, pero también de Manuel Doblado, José María Lafragua, Manuel Payno, Mariano Riva Palacio, Valentín Gómez Farías, Melchor Ocampo, Ignacio Ramírez, Guillermo Prieto, Ignacio Manuel Altamirano, Ignacio Zaragoza, Santos Degollado, Ponciano Arraiga, Francisco Zarco y Jesús González Ortega, todos ellos “ferozmente críticos y ferozmente independientes y libres”… Nunca antes, nunca después, hasta el día de hoy, Veracruz ha tenido políticos de una estatura universal que siempre caminaron con los principios y los valores y las convicciones por delante… Y más valiosos y admirables, porque estaban en guerra… Y nunca en guerras de dimes y diretes agarrándose del chongo…