•El CONEVAL reporta que durante el duartismo casi un millón de personas pasaron a la lista de nuevos pobres
•Y en ese mismo tiempo, otros 210 mil pasaron de pobres a pobreza extrema, sin comida, sin techo, a ser unos verdaderos descamisados
•En las dependencias encargadas de luchar contra la desigualdad despacharon Marcelo Montiel, Alberto Silva, Ranulfo Márquez, Jorge Carvallo, Ana Guadalupe Ingram y Alfredo Ferrari, los meros responsables
•Anilú Ingram, la ex reina de Carnaval luchando contra la pobreza, ahora se la pasa en Hidalgo y en Bucareli a la búsqueda de favores de Osorio Chong para brincar al Senado
Por: Ignacio Carvajal/ blog.expediente.mx/ para El Piñero de la Cuenca
Veracruz, México.– El último informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) refunde a Veracruz en el sótano del desarrollo social, al indicar que entre 2012 y 2016, 907 mil 700 veracruzanos se volvieron pobres.
Durante estos años, además, se agregaron 210 mil 500 personas en la categoría de pobreza extrema, los que tienen carencias alimentarias, de educación, servicios básicos, vaya, ni techo tienen.
Y si en 2014 este mismo organismo reportó que habían ingresado 500 mil veracruzanos a la pobreza, y con ello, los planes de la Cruzada contra el
Hambre, del Presidente Enrique Peña Nieto, se veían afectados, ahora son más, casi un millón de personas a quienes a diario les cuesta trabajo llevar comida, educación, vestido, etc., para los suyos.
De 2012 a 2016 la responsabilidad de la lucha contra la pobreza en Veracruz tuvo un responsable, Javier Duarte de Ochoa, preso hoy en una prisión federal por haber saqueado el dinero del presupuesto.
Sin embargo, él era el Ejecutivo, pero debajo de él hay una serie de hombres y una mujer que fueron los responsables de ejecutar la política de la lucha contra la desigualdad, impuestos por él, a su imagen y semejanza, cómplices de lo que hoy evidencia el CONEVAL y que puede ser catalogado como una gran injusticia social.
Ellos son Macelo Montiel, Ranulfo Márquez, Alberto Silva, Jorge Carballo, Ramón Ferrari Pardiño y Anlú Imgram.
Todos ellos, y ella, se alternaron la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno de Veracruz y la Delegación de la SEDESOL en el estado.
¿Qué resultados dieron durante sus respectivos periodos? Se desconoce, lo que sí, vivieron en el escándalo electoral, el señalamiento por el robo del presupuesto, el desvío del recurso y la ambición de más y más poder.
Desde 2012 hasta 2016, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) trae en la mira a la SEDESOL de Veracruz, luego del escándalo de ladrones de elecciones, donde una serie de escuchas dieron cuenta de un cuarto de guerra empleado por altos funcionarios del PRI que planeaban como robarse el dinero para seguir en el poder.
Ese escándalo le costó el trabajo como de legado de la SEDESOL a Ranulfo Márquez, a quien no le quedó de otra más que presentar su renuncia al cargo, poniendo en aprietos incluso a quien era secretaria general, Rosario Robles Berlanga, a quien el presidente Enrique Peña Nieto tuvo que salir a defender públicamente con el ya famoso, “Rosario, no te preocupes; hay que aguantar”.
La estrepitosa caída de Ranulfo Márquez sólo duró un tiempo, en el mismo sexenio de Javier Duarte de Ochoa, y en pleno año electoral fue revivido para ponerlo como Secretario de Desarrollo Social Estatal.
Tuvo que ser echado de nueva cuenta ante el escándalo de que un juez le dictó auto de formal prisión en diciembre pasado por el tema de ladrones de elecciones y otra serie de desvíos de recursos a su paso por la SEDESOL Federal.
En la SEDESOL Estatal y Federal igualmente estuvo encargado Marcelo Montiel Montiel, quien hasta el momento, extrañamente, ha librado cargos ante la Fiscalía general del estado por el escándalo de las empresas fantasmas.
Marcelo Montiel sin embargo, es mencionado numerosas ocasiones en el reportaje de Animalpolitico.com referente a la práctica de los duartistas de crear empresas ficticias para tomar el dinero del presupuesto.
En Coatzacoalcos tiene cierto arraigo después de haber sido alcalde durante dos periodos, sin embargo, en sus años, además de crear obras de desarrollo y pavimentaciones, también se le recuerda por haber aportado más del 50 por ciento de la deuda pública con la banda del municipio.
También en los últimos dos procesos electorales ha rendido malas cuentas a su partido. Víctor Rodríguez, El Negro que no se raja, uno de sus pupilos y colaborador cercano en la SEDESOL estatal y federal, terminó apaleado por Morena, entregando así la diputación federal a la oposición. En 2016, igualmente, Morena propinó otra paliza al grupo de Montiel, quedándose con la diputación local; y en 2017, se quedaron con el ayuntamiento.
En medio del escándalo, Montiel dejó la SEDESOL federal en enero del 2016, en manos de la duaritista Anilú Ingram, quien demostrado está, a más de un año que tomó protesta de esa obligación, no ha servido de nada.
A mediados del 2016, se recuerda, vino al sur de Veracruz, a la población de Mundo Nuevo, a declarar bandera blanca, generando malestar y coraje entre la población de la zona, pues sus declaraciones se tomaron como burla, al ser esa localidad de alta marginación y con altos índices de desempleo por la crisis en Petróleos Mexicanos.
La nueva delegada de la SEDESOL, en otro tiempo gran colaboradora de Javier Duarte de Ochoa y de Fidel Herrera Beltrán, al llegar al puesto, no contaba con mayor experiencia más que la diputación local por Veracruz, unos cargos administrativos en los gobiernos citados, y su corona de reina… del carnaval de Veracruz.
Otro grillo que pasó por la SEDESOL estatal es Alfredo Ferrari Saavedra, nacido para perder elecciones, ex secretario general del PRI en los peores tiempos de este partido en Veracruz, nunca jamás llegó con experiencia en políticas contra la pobreza a SEDESOL.
Eso sí, al igual que Ranulfo Márquez, contaba con un diplomado, doctorado y maestría en mapachería electoral, al ser uno de los autores del escándalo de los turistas electorales y ladrones de elecciones.
Pese a las críticas, Javier Duarte de Ochoa puso a esta persona en la SEDESOL estatal después de que lo tuvo que remover del PRI ante los pésimos resultados electorales y a la amenaza de más división al partido.
Ferrari Saavedra es de un clan político de Boca del Río, conocido como Los Bembones, cuyo jerarca es Ramón Ferrari Pardiño, ex secretario de Desarrollo Agropecuario con Miguel Alemán, cuya mayor virtud era contarle chistes colorados al Ejecutivo para quitarle el estrés.
A Ferrari Saavedra le explotó el escándalo de las empresas fantasmas en 2016, y las primeras detenciones y órdenes de aprehensión por este delito, de lo cual nunca tuvo una explicación coherente sobre lo que realmente había pasado, y transcurrió su periodo nadando de a muertito. Se fue sin informar cuales logros obtuvo en esa dependencia.
Jorge Carvallo Delfín, uno de los talentos reclutados en su tiempo por Fidel Herrera Beltrán, su mismo padre, reniega de él diciendo que es el peor de los hijos del mundo.
Trabajó como secretario de Desarrollo Social del gobierno de Veracruz en 2015, año en el que según las investigaciones de la Fiscalía General del Estado y de la Procuraduría General de la República, se cuajaron numerosas empresas fantasmas que desde patios de vecindad, resultaron empleadas para saquear el recurso para la lucha contra la pobreza.
Nunca hizo nada Carvallo para frenar la vesania de Javier Duarte de Ochoa, antes bien, se dejó llevar por ella y resultó premiado con una candidatura a diputado federal. En el tiempo que lleva como legislador, en San Lázaro, no ha gestionado recursos ni obras útiles para su distrito, según información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y de la misma cámara.
Carvallo, al igual que otros diputados de ese partido, se prestaron en todo momento a defender desde San Lázaro a Duarte de Ochoa. Más de una carta abierta firmó el ex secretario del gobernador para negar que Duarte se robara el dinero.
En su estancia en la SEDESOL, tampoco se conoció de acciones importantes para encausar debidamente la lucha contra la desigualdad.
Alberto Silva, El Cisne, otro duartista en vilo en estos días por la negativa de los jueces de darle amparos para evitar el juicio de procedencia abierto en su contra para despojarle del fuero, ocupó la silla de la SEDESOL en agosto del 2013 para reemplazar a Marcelo Montiel, quien terminó en SEDESOL federal.
En su administración, es cuando más contratos de empresas fantasmas se liberan en esa dependencia, una estructura que replicó tiempo después al sustituir en la Coordinación de Comunicación Social a Gina Domínguez, donde ambos son señalados del desvió de más de 5 mil millones de pesos.
Soñó Silva con ser incluso candidato al gobierno de Veracruz, solapado y alentado por Javier Duarte de Ochoa, pero tuvo que disciplinarse por la cargada desde México a favor de Héctor Yunes.
En la lucha contra la pobreza, Silva igualmente aparece en ceros, y para los datos expuestos este día por el CONEVAL, su periodo resultó clave para la mala dirección de las políticas públicas para el combate a la desigualdad.
Datos de la misma SEDESOL expresan que durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, el presupuesto para la lucha contra la pobreza y programas sociales, se disparó en más del 50 por ciento, al ser una de las entidades con más necesidades en la Cruzada contra el Hambre; y en contraste, durante la estancia de Silva y las demás personas, también se disparan las denuncias y observaciones de la ASF por el saqueo y las simulaciones de reintegro de recursos.
A la fecha, la ASF tiene observados más de 35 mil millones de pesos para el estado de Veracruz, siendo la entidad con mayor número de recursos señalados de no haber llegado a su objetivo, más del 40 por ciento están en programas como Progresa y otra vertientes alimentarias y en salud que tenían que ser prioridad de la SEDESOL estatal y federal.
Hoy, indica el informe 2016 de CONEVAL, Veracruz está entre “las cinco entidades que aumentaron su porcentaje de población en situación de pobreza entre 2014 y 2016”: Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Campeche.