Luis Velázquez Barandal
16 de febrero de 2018
ESCALERAS: Los Pípila de la política jarocha, los Narciso Mendoza del Golfo de México, los operadores azules, están chambeando.
Un día, Sebastián Reyes, trepa al ring y bombardea a MORENA.
Al día siguiente, Miriam Judith González Sheridan, agarra la R-15 y dispara todas las balas contra MORENA.
Y al tercer día, Eva Felícitas Cadena, mejor se va a la pasarela nacional y desde un hotel de 5 estrellas, con prensa nacional, aprieta el botón nuclear contra todo lo que huela a sus ex compañeros diputados de MORENA.
Caray, raro y extraño que en nombre de la dignidad humana que el trío proclama se preste al juego para, según ellos, descarrilar el nombre y el crédito político y moral de AMLO y su gente en Veracruz de cara a las 5 elecciones (diputados locales y federales, senadores, gubernatura y presidencia de la república) del primero de julio.
Sebastián Reyes y Miriam González, actuando en la cancha local.
Y Eva Cadena, en el altiplano.
Ellos parecen, son, los guardias pretorianos del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
Dato indicativo y simbólico:
Ningún panista, ningún perredista, ningún dantista, se ha puesto los guantes en contra de MORENA.
Sólo ellos, el trío de diputados que dejara la bancada legislativa de MORENA que porque se hartaron de que les ordeñaran la dieta para, asegún, las universidades de AMLO, y que en el fondo era dijeron, para la campaña del tabasqueño.
Muchos beneficios, de todo tipo, claro, estarían recibiendo.
Pero, caray, apostar el nombre, el crédito, ¿la autoridad moral?, a la patraña, ni siquiera ellos se respetan a sí mismo.
Y, bueno, dice el proverbio, cuando se pierde la dignidad, sólo falta que llegue un perro y nos orine.
PASAMANOS: Los ex morenistas navegan (algún día naufragarán) con el mismo cencerro.
Que MORENA Veracruz está secuestrada por los diputados, Rocío Nahle García, Cuitláhuac García Jiménez y Amado Cruz Malpica.
Que el trío cobra la dieta legislativa con destino económico bajo sospecha.
Que los diputados locales de MORENA tienen acuerdos y pactos con el secretario General de Gobierno, Rogelio Franco Castán, cuyo máximo logro político es haber convertido el PRD en rojo en el Fidelato y el duartazgo y en azul en la yunicidad y que “en la conquista del embute… ni un paso atrás”.
Que Eva Cadena salió de MORENA, porque Rocío Nahle, Amado Cruz, Cuitláhuac García y el presidente municipal de Coatzacoalcos, Víctor Manuel Carranza Rosaldo, la emboscaron para filmarla tomando un dinerito, tiempo cuando en las redes sociales (de ellos) la bautizaron como “Lady Bolsitas”.
Que ellos son corruptos y ella ángel de la pureza.
Que otra vez interpondrá denuncia penal contra ellos, además contra el sobrino de Amado Cruz Malpica, Francisco García Cárdenas, quien es el hombre de los dineros que le dieron los empresarios para la campaña de AMLO.
Ninguno de los tres se quejó antes, mucho antes, del estilo de ejercer el poder de los diputados local y federales de MORENA en Veracruz.
Lástima que si dieron cuenta, ajá, tan demasiado tarde, pues de lo contrario, mejor se habrían afiliado de inmediato al PAN o al PRD, o al PRI, antes de caer en la trampa.
Cayeron, por desgracia, pero luego de casi un año de andar para arriba y para abajo en tales menesteres.
CASCAJO: Cierto, en el primer reality-show de Eva Cadena, MORENA interpuso una denuncia en la FEPADE y otra en la Fiscalía, y ninguna caminó.
Y de ñapa, la Cadena regresó como torera en tarde de luces a la curul en la LXIV Legislatura.
Ahora, segundo reality-show, el silencio, la prudencia, la serenidad, la mesura, sabrá el viejito del pueblo, de la bancada legislativa de MORENA resulta extraño y raro ante el bombardeo de sus ex militantes, aun cuando Rocío Nahle fue la única que reviró, asegurando que atrás de la Cadena está el gobernador Yunes.
Es, digamos, para una nueva denuncia penal, considerando que tanto rafagueo de algún modo pudiera, digamos, impactar en la población electoral.
Quizá en las horas violentas de la política, MORENA apuesta a la serenidad.
Acaso se deberá al proverbio bíblico de que “las cosas por su propio peso caen solitas”.
Quizá se darán por “indios muertos” trepados en las valencianas de AMLO, seguros de sus triunfos en las urnas… y que en todo caso, llegará el momento del desquite.
Acaso estén seguros de que igual que Gustavo Díaz Ordaz en el movimiento estudiantil del 68, el odio ni el resentimiento ni la venganza ha nacido en ellos, basados, digamos, en la república amorosa, tiempo de perdonar “a tirios y troyanos”.
Pero el dicho social también dice como ley periodística no escrita que ha de intrigarse “porque algo queda” en el carril.
Y ante la intriga y la calumnia sólo resta la denuncia penal.
Los morenistas, en silencio, poniendo la otra mejilla.
Job quedaría impresionado de tanta paciencia.
A ellos les están dando espinas y cardos y ellos, en cambio, dan flores y nardos.
RODAJO: Eva Cadena insiste en su tesis filosófica:
A: En MORENA la trataron con saña.
B: Lanzaron un complot en su contra. Una trampa, pues.
C: Ella es para el trío de AMLO en Veracruz (Rocío Nahle, Cuitláhuac García y Amado Cruz) “una piedra en el zapato”.
D: Ellos “presumen una honestidad… que no tienen”.
E: AMLO “nunca fue informado sobre el origen del dinero”, tanto que, por ejemplo, cuando se dio cuenta de que “cometió un error al aceptarlo… lo devolvió en su totalidad”.
Y no obstante, los latigazos de Eva Cadena, MORENA Veracruz… callada.
En tiempo electoral, lo más fácil “es curarse en salud” y acusar a los otros de impuros.
POSTES: En contraparte, y en medio del estercolero, los políticos se suman a MORENA en Veracruz.
Ricardo Ahued Bardahuil, ex del PRI, ungido candidato a senador.
Los hermanos Alejandro y Alfonso Vázquez Cuevas, ex del PAN.
Rafael Hernández Villalpando, ex del PRI y ex del Movimiento Ciudadano, y ex del PRD, ex presidente municipal de Xalapa, ex rector de la Universidad Veracruzana y ex subsecretario General de Gobierno.
Etcétera.
Unos, pues, se van, y como, dice el adagio, una puerta se cierra y otra se abre.
El peligro, dice “El pipo”, quien está arrepentido de abrir la puerta del PAN a Miguel Ángel Yunes Linares, es, simple y llanamente, “no cambiar”.
Por eso, él ha cambiado tanto.
Por eso, se fueron de MORENA, Reyes, Cadena y González Sheridan.
La deserción partidista llama la atención, digamos, como para el estudio sicológico y siquiátrico, pero hasta ahí.
Y más cuando de por medio hay un millón de indígenas y dos millones de campesinos y tres millos de obreros en la miseria, la pobreza, la jodidez y viviendo con el alma en un hilo cada quincena.