Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: El gobernador electo de Veracruz enfrentará el primero de diciembre del año que corre un trío de vientos huracanados.
Uno. El Fiscal General elegido por nueve años, Jorge Wínckler, más famoso en la procuración de justicia por sus paellas y pizzas.
Dos. El Fiscal de los Desaparecidos, Eduardo Coronel junior, a quien tanto odian las ONG integradas con padres con hijos desaparecidos.
Y tres. El Fiscal Anticorrupción, Marcos Even, el profesor admirado por Jorge Wínckler, quien lo nombrara maestro adjunto en la universidad.
Los tres, fiscales carnales.
Y, bueno, con todo y que tendrá mayoría de diputados locales en la LXV Legislatura, la Fiscalía es clave en el tiempo violento que está viviendo y padeciendo la población.
Pero además, con los presos duartistas en el penal de Pacho Viejo, sujetos a proceso penal y que todo indica será difícil la sentencia de aquí al día último del mes de noviembre.
Y de ñapa, las más de quinientas denuncias de la Contraloría y el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, en contra de 315 duartistas acusados del presunto desvío de recursos.
El trío de Fiscales servirá así al gobernador Yunes, quien los palomeó y ninguna obligación de lealtad tendrá con el góber electo.
PASAMANOS: El sueño yunista fue revolcado en las urnas el primero de julio, día cuando perdieron la gubernatura, las diputaciones locales y federales, las senadurías y la presidencia de la república.
Ahora, ni modo, han de apechugar la siembra de tempestades cultivada en el bienio azul.
El Fiscal General quedó, por ejemplo, con las ganas de brincar a la secretaría General de Gobierno, donde ya se miraba, y enfrentará a un gobernador electo que le ha anunciado con sus diputados locales de MORENA un juicio político y cuyos abogados están puliendo y volviendo a pulir.
Y el destino alcanzará al Fiscal de los Desaparecidos con las denuncias que presentarán las ONG y Colectivos, para cambiar a Eduardo Coronel junior.
Y en el caso del Fiscal Anticorrupción ha anunciado que será impugnado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y en donde sin ninguna duda habrá de sentirse la mano de la futura secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ella misma magistrada que fuera, y profunda conocedora de la materia.
CORREDORES: Pero mientras los tiempos se dan si llegaran, digamos, a concurrirse, entonces, el nuevo sexenio tendrá días y noches difíciles y ríspidas, porque el trío de Fiscales será leal con su jefe actual.
Y más allá de la civilidad y la cohabitación política, ellos rechazarán todas y cada una de las inquietudes sociales que se vayan presentando, ya en forma directa a la Fiscalía y/o canalizadas a través del jefe del Poder Ejecutivo Estatal.
Será, entonces, un duelo, digamos, de gigantes, donde el trío de Fiscales seguirá consultando a Miguel Ángel Yunes Linares, quien, mientras permanezcan en el cargo estará pendiente para evitar “una noche de San Bartolomé, una noche de los cuchillos largos”.
Y más porque el góber electo ha anunciado de manera reiterada e incisiva que la yunicidad será investigada por “la sospecha de malos manejos”.
RODAPIÉ: Por eso mismo, Javier Duarte quiso en el año 2016 nombrar a un Fiscal a modo, Luis Ángel Bravo Contreras, ratificado por la LXIV Legislatura, pero el Yunes azul fue más hábil y antes de tomar posesión lo destituyó y luego, pasado un ratito, lo encarceló en el penal de Pacho Viejo, acusado de desaparición forzada, un delito de lesa humanidad que jamás prescribe.
Y también Duarte nombró a un Flavino Ríos Alvarado como sustituto de 48 días para que le cuidara las espaldas, pero terminó en el penal de Pacho Viejo, y con todo y que le cancelaran su notaría pública en Minatitlán, aun ahora, todo indica, va ganando la batalla contra la yunicidad y el Tribunal Colegiado lo ha exonerado y será reinstalado, parece.
Ahora, sin embargo, se dará una pelea entre titanes, cuyo desenlace se antoja de película.
Claro, y en nombre de la democracia perfecta, se dirá que la vida pública es así desde que Carlos Salinas y Luis Donaldo Colosio perdieran la primera gubernatura del país, en Baja California, y ahora los políticos ejercen el poder en la pluralidad, y lo que, en todo caso, “da sabor al caldo”.
BALAUSTRES: Pero mientras los tiempos se dan se vivirá y padecerá el mismo tsunami desde hace más de catorce años como es la discordia civil entre los grupos políticos disputando la hegemonía del poder, en tanto 6 de los 8 millones de habitantes en Veracruz están atrapados y sin salida en la miseria, la pobreza y la jodidez.
Y en donde uno de cada tres jefes de familia lleva el itacate y la torta a casa del changarro de tortas, gordas, picadas, tamales, tacos y refrescos de cola en la calle.
Y en donde los más de seis mil programas sociales para dignificar la vida cotidiana del grueso de la población han fracasado pues sólo tienen como objetivo el ascenso al poder de las tribus y hordas políticas.
La yunicidad panista lanzó de la silla embrujada del palacio al PRI y MORENA lanzó a la yunicidad, y luego de 75 gobernadores la peor desgracia es una entidad pródiga en recursos naturales, pero habitada por gente jodida.
Y además de la terrible y creciente desigualdad social, económica, educativa y de salud, la incertidumbre, la zozobra y la inseguridad en el diario vivir.