Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: Apenas, apenitas, “Los viagras” (Vía Veracruzana) renunciaron al PRI el fuego amigo y enemigo arreció en contra de Felipe Amadeo Flores Espinoza y Mario Tejeda Tejeda.
“Nunca me han madreado tanto en tan poco tiempo” le dijo, suspirando, Felipe Amadeo a Mario Tejeda.
Mario le reviró así:
“¿Quieres que ponga la otra mejilla?”.
Los dos estaban en el rancho “La chicharra”, en Cotaxtla, donde el ex de todo, menos de gobernador, se dedica, entre otras cositas, además de a sembrar maíz y frijol, a experimentos genéticos para ver si “en un dos por tres” y alcanza y rebasa al cenecista Juan Carlos Molina Palacios, el asombro de los ganaderos del mundo, pues “en menos de lo que canta un gallo” se convirtió en líder mundial de ganado cebú.
El fuego volcánico fue doble. En el carril político, primero, y luego enseguida, en el mediático, con los llamados plumíferos que también fueron del duartazgo y el fidelato y ahora se reinventaron en el CDE del PRI.
PASAMANOS: El sábado 14, junta estelar de “Los viagras” en el puerto jarocho. Uno: anunciaron que de asociación política se volverán ya, ya, ya, partido político. Y dos: se declararon activistas de Miguel Ángel Yunes Márquez como candidato del PAN, PRD y MC a gobernador.
Siguen el rastro de otros más. Entre ellos, Regina Vázquez Saut, Basilio Picazo, Ricardo García Guzmán, Mario Zepahua Valencia y Fernando Arteaga Aponte (ahora, caray, de MORENA, izquierda delirante), y con lo que “El huevo” ha pasado a “El huevo estrellado”.
Incluso, en el carril priista hasta Carolina Gudiño Corro podría sumarse, luego de su fracaso rotundo de imponer a sus dos hermanos y a su papá como candidatos pluris a diputados locales, con todo y jurar su fe tricolor.
En aquellos días turbulentos y huracanados, sonó el celular de Mario Tejeda, inmerso ya en su realidad real, ordeñando las vacas en su rancho “Las palomas”, en los Llanos de Sotavento.
Era el senador Héctor Yunes Landa.
“Ni caso le hice”, dice, y cuando en el cel miró el nombre de Héctor Yunes, en automático lo apagó.
Después le habló la ex diputada local, la fidelista de todos los tiempos, Elena Zamorano, convencida de que con su palabra y argumentos convencería a “Los viagras” de regresar al tricolor.
“Es una loquita. Nadie la pela” dice Tejeda Tejeda.
CORREDORES: Otros priistas más les hablaron. Entonces, y ante el manifiesto fracaso del cabildeo y el diálogo, desde algún bunker del edificio tricolor comenzó el bombardeo. Algún jefe superior habría apretado el botón nuclear.
Ultra contra súper madriza en las columnas, como si así, dice el fundador y el presidente de “Vía Veracruzana”, descalabrara.
Un día sí y el otro también el fuego amigo se multiplicó. Se concentró en la prensa de Xalapa, creyendo que tal cual representa a la prensa de norte a sur y de este a oeste de un Veracruz donde Javier Duarte aseguraba que hay 8 mil reporteros y 500 medios.
Luego, y en cascada, “el sonido de la furia o la furia del sonido” en las redes sociales:
A: Los declararon unos traidores.
B: Cacarearon que Flores Espinoza y Mario Tejeda se fueron de “Vía” solo ellos, pues la mayor parte de la militancia se reagrupó en el PRI, pues hacia el final de la noche, “se trata de la misma burra con todo y esté revolcada”.
D: Les reprochan los cargos públicos ocupados en el priismo, advirtiéndoles que en la yunicidad les irá peor, mucho peor.
RODAPIÉ: En realidad, “Los viagras” se cansaron de promesas y esperanzas. Faltas expectativas y “tomaduras de pelo”.
Si Fidel Herrera Beltrán, por ejemplo, quiso descarrilar a Felipe Amadeo en el distrito de Huatusco como candidato a diputado federal (enviado para perder), Javier Duarte les dio, cierto, algún juego, pero con candados, bloqueados.
Flores Espinoza, por ejemplo, en la Procuraduría de Justicia, tiempo en que Arturo Bermúdez Zurita, secretario de Seguridad Pública, hacía y deshacía con los derechos humanos llegando a la locura de la desaparición forzada.
Y Felipe Amadeo, tapando el estercolero, porque así lo ordenaba Duarte hasta que de plano, se hartó y se fue.
Mario Tejeda, director administrativo en la SEDARPA y en la Procuraduría, pero cooptado por la secretaría de Finanzas y Planeación.
Ahora, derrotado el PRI en la gubernatura, el Congreso y 173 presidencias municipales, les ofrecieron “las perlas del virgen” y los estafaron y se fueron.
CASCAJO: Verdad o mentiras, muchos priistas han pactado con la yunicidad.
Habrían pactado, por ejemplo, el cenecista Juan Carlos Molina Palacios, con todo y su doble juego, pues, y en todo caso, el pacto puede ser político, pero también financiero. Y más, en tiempo electoral… que a todo se presta.
Habrían pactado los diputados federales, Érick Lagos, Jorge Carvallo junior (vía Fer Yunes), Édgar Spinoso y Adolfo Mota (vía Emilio Gamboa Patrón), aun cuando entre los trascendidos se asegura (oh tiempo de la calumnia, la cizaña y la duda) que los azules van por ellos.
¡Qué más da, entonces, que “Los viagras” también pactaran!
Y más, cuando el Solecito ha señalado que Flores Espinoza “metió la mano” a la desaparición forzada en varios casos, entre ellos, de Gemma Mávil y Gibrán, el cantante de “La Voz México”.
“Los viagras” aguantan vara. Ya se fueron del tricolor. Y si el primogénito del gobernador Yunes ganara la gubernatura mucho se duda regresen en los próximos 6 años, con todo y que José Vasconcelos renegó en su edad madura de Dios y hacia el final de sus días se volvió un místico y escribiera un libro, “Lámpara votiva”, buscando entrar al reino de los cielos.