Luis Velázquez /Malecón del Paseo
Veracruz.-EMBARCADERO: La Suprema Corte de Justicia de la Nación está causando una revolución cultural con el acoso sexual en un país regido por el machismo… La semana anterior dictaminó a favor de una mujer que interpuso denuncia en contra de su jefe poderoso… Y de paso, el hecho sirvió para revisar la ley y establecer nuevos caminos jurídicos… Y más, porque la Comisión Nacional de Derechos Humanos y las ONG consideran que la mayor parte de feminicidios se debe a la violencia intrafamiliar, el maltrato de los hombres a las mujeres, esposas, hijas, hermanas… Por ejemplo, ha dejado claro que el acoso sexual incluye muchas cositas, entre ellas, las siguientes… Desde el abuso en la relación entre un jefe y las secretarias hasta del patrón de la casa con la trabajadora doméstica… Las constantes insinuaciones para, digamos, el favor sexual a cambio, incluso, de la permanencia laboral… Las repetidas insinuaciones con hechos y gestos y regalos y promesas, pero también, con la palabra y la mirada y los gestos… Los comentarios sobre la vida sexual… Las invitaciones a tomar un cafecito, una copita de vino, una comida, una cena, considerando, como dice el adagio ranchero, “que quien cena… desayuna”… Los testimonios de terceros y el daño sicológico, siquiátrico y neurológico que el hombre causa a la mujer… Incluso, la Suprema Corte ha incluido con un gran significado los elementos subjetivos, entre ellos, la edad de la mujer y su condición social, educativa y cultural… Más todavía: su pertenencia a un grupo vulnerable, y más si la discriminación se ha dado desde años atrás… Más aún: para proceder en contra del hombre y llevarlo a proceso penal basta y sobra la declaración de la mujer en contra del acosador… Un parteaguas para ver si así disminuyen los abusos y excesos masculinos en contra de las mujeres y que se han repetido desde 450 años antes de Cristo…
ROMPEOLAS: La lucha contra el acoso sexual es milenaria… Y más, en un país de machitos que utilizan la fuerza física para, incluso, sodomizar a la mujer… Y más, cuando los machos intimidan y amenazan con retirar, digamos, el apoyo económico a la mujer y sus hijos si encuentran resistencia… Y más, porque el machito suele llegar a casa en estado de ebriedad y abusa y se excede… Y más, en una nación donde Adolfo Ruiz Cortines, cierto, otorgó el voto a la mujer, pero le faltó reconocer el legítimo derecho de la mujer a ser votada para ocupar un cargo de elección popular… Además, y dada la cultura machista predominante, las denuncias de las mujeres en contra de los acosadores suele entramparse en la burocracia… Por eso, quizá una posibilidad de disminuir el acoso sería que los acuerdos de la Suprema Corte de Justicia fueran divulgados como volantes en una kermesse, como un librito impreso en papel revolución tipo José Vasconcelos con su cruzada nacional para que la población leyera a los clásicos… Una tarea singular que de entrada corresponde a los Institutos Municipales de la Mujer, pero al mismo tiempo, una cruzada cívica fuera de serie, digamos, una revolución silenciosa, para que las mujeres aprendan a reclamar sus derechos y pongan un alto a los hombres… Bastaría referir, por ejemplo, que de los 212 presidentes municipales en Veracruz sólo 33 son mujeres… Es más, en el duartazgo el gabinete legal estuvo integrado por dos mujeres promedio y 17 hombres secretarios… Y es que si en los mandos superiores hay hombres al frente, entonces, la pirámide del poder queda en automático desbalanceada y descarrilada para la dignidad femenina…
ASTILLEROS: El acoso sexual se comete, simple y llanamente, a partir de la mirada… La mirada del deseo de un hombre sobre una mujer… Y tal circunstancia es suficiente para que la mujer lo denuncie y la ley sea aplicada de acuerdo con el Código Penal… Ni se diga si se complementa con un acoso telefónico, digamos… Y más, cuando el jefe tiene mayor jerarquía laboral, digamos, sobre la mujer, pues el hecho de trabajar juntos en la misma oficina multiplica la posibilidad… Cierto, grandes amores, grandes pasiones, suelen darse en la oficina, en la fábrica y en el taller, cuando el trato cotidiano entre una mujer y un hombre deriva en una relación cariñosa y afectiva… Pero otra cosita es el acoso y que incluso puede ser fino y delicado, de gran altura, pero hacia el final del día con tal objetivo… Desde un principio, Moctezuma II envió las veinte doncellas, entre ellas, la Malinche, a Hernán Cortés, para que debajo de las sábanas lo “sopearan”, pues el príncipe azteca temía que fuera el Quetzalcóatl que destruyera su reino… Y aun cuando en el paraíso bíblico Eva sedujo al padre Adán, la tendencia histórica después se revertió y en nombre de Huitzilopochtli los hombres ofrendaban a las vírgenes para saciar su sed desorbitada de sangre… Por eso mismo, La Pequeña Lulú se sublevó al club machista de Tobi… Por eso, dice el sicológico, cuando en el seno familiar los padres enseñen a los hijos, mujeres y hombres, que todos tienen igualdad de derechos, y que nadie es superior al otro, la sociedad del futuro podría, digamos, cambiar… No obstante, basta y sobra referir que en los hogares todavía las chicas siguen sirviendo la comida a los hombres que están sentadotes en su silla en la mesa del comedor… La Suprema Corte ha dado un aliento para que la relación entre mujeres y hombres cambie y sea en términos iguales…