Por Miguel Angel Rueda-ruiz
Minatitlán, Ver., 3 Oct-18 (VRed).- En el ciclo Protagonistas de la Literatura Mexicana que desarrolla la Secretaría de Cultura (SC) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) será reconocida la trayectoria del escritor y ensayista Luis Arturo Ramos nacido en este municipio el 9 de noviembre de 1947, hoy radicado en El Paso, Texas.
A través de las redes sociales se difunde la invitación para la charla que se realizará este domingo 7 de octubre a las 12:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes en la que participarán los escritores José Homero -también originario de Minatitlán- Enrique Serna, Vicente Francisco Torres.
En Elem.Mx Enciclopedia de la Literatura en México se difunde una ficha con los antecedentes de Luis Arturo Ramos donde se asienta que “nació en Minatitlán, Veracruz, el 9 de noviembre de 1947. Narrador y ensayista. Estudió Letras Españolas en la Universidad Veracruzana. Ha sido maestro de la UNAM y la Universidad de Texas en El Paso”.
Ha sido director de la colección Cuadernos del Caballo Verde; director de publicaciones de la UV; director de La Palabra y El Hombre. Colaborador de Cosmos, Diálogos, El Cuento, El Caracol Marino, Kaleidoscopio, La Gaceta del FCE, Manatí, Recent Books in Mexico, Revista Mexicana de Cultura, Texto Crítico y Tierra Adentro.
También becario del CME, 1972; del INBA, en narrativa, 1976. Premio Nacional de Narrativa Colima para Obra Publicada 1980 por Violeta–Perú. Premio Nacional de Narrativa Colima para Obra Publicada 1988 por Éste era un gato. Premio Nacional de Ensayo Literario José Revueltas 1989 por Melomanías: la ritualización del universo. Una lectura de la obra de Juan Vicente Melo.
En una entrevista publicada en Broadwayworld.com Luis Arturo Ramos declara “muy pronto me di cuenta de que me gustaba inventar historias, situaciones, recrear personajes. Inventar primero y ganar la atención del lector después, se convirtió en una meta que podía llenar buena parte de mi existencia. En pocas palabras: repetir en la sensibilidad de mi supuesto lector lo que las grandes novelas habían hecho conmigo”.
“Creo que la generación a la que pertenezco no podría entenderse a cabalidad sin la participación de la literatura escrita por mujeres. Todos teníamos, y creo que seguimos teniendo, un proyecto personal originado en el incuestionable derecho de escribir acerca de lo que se nos antojaba. Nuestra literatura fue producto de una necesidad personal. Por otra parte, la ‘semejanza’ se origina en la calidad que yo aprecio en sus obras. Lo he dicho y lo repito: mi generación no palidece ni se sonroja con las comparaciones. Aportamos en la medida de nuestros intereses a eso llamado literatura mexicana. El lector resulta siempre el mejor juez”.
Su primera novela, Violeta-Perú (1979), tuvo buen recibimiento y ganó el Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada en 1980. Está construida sobre la base de una serie de relatos que el personaje recuerda mientras bebe de una botella de tequila, explica el escritor: “Es, pues, una novela construida con cuentos que valen por sí mismos, aunque todos potencian su efecto cuando se leen como parte de una totalidad y colocados sobre el andamiaje provisto por la ruta del camión. Así nació Violeta-Perú, como producto de mis viajes de la periferia del Distrito Federal al centro en el camión que da nombre a la novela”.
“Padecí la peregrinación por las editoriales con mi primer volumen de cuentos. Todas me negaron la publicación aduciendo que el cuento no vendía. Que mejor les trajera una novela. Ni de viejo me siento afianzado como escritor. Sigo padeciendo las mismas peregrinaciones y similares rechazos a mis novelas. Ahora el argumento es que mis novelas no son comerciales”, menciona el escritor en la entrevista con https://www.broadwayworld.com.