•El hijo, migrante en EU
Malecón del Paseo
Veracruz.- EMBARCADERO: Luego de diez años, madre e hijo se encontraron ayer… Fue en un pueblito del estado de Texas, en Estados Unidos, donde el hijo migró como indocumentado… Los dos originarios de Soledad de Doblado… El hijo, huyendo del pueblo ante el desempleo y los salarios de hambre y la pobreza y la miseria y la jodidez… El hijo partió a EU a los 17 años… Ahora, tiene 27 años… Diez años lejos de la familia, sin estar ni convivir con la madre ni con los hermanos… Se fusionaron en un abrazo largo y extenso, interminable, almas necesitadas de estar juntas… Y el único lenguaje fue el llanto… Lloraron y siguieron llorando en el abrazo intenso hasta que sus almas reposaron para el recuentro verbal… La vida, los días y las noches durante una década sin ellos, los sueños, el trabajo en el otro lado, las esperanzas… “Ya no te dejaré ir” aseguró el hijo a la madre… Pero la madre tiene otros hijos y entonces el ama se estruja y duele… Y ni modo de regresar a Veracruz, donde la jodidez es un jinete del Apocalipsis, y los empleos escasean, y si los hay, mal pagados, muchas, muchísimas ocasiones sin las prestaciones económicas, sociales y médicas contempladas en la Ley Federal del Trabajo… Y lo peor, sin apostar a una vida mejor… El hijo entró a Estados Unidos por el desierto y llegando al otro lado se topó con un infierno peor… Y aun así, y considerando que “muchas cornadas da el hambre” como bautizara Luis Spota a una de sus novelas, aguantó vara… Viviendo siempre con un bajo perfil, encerrado en un rancho agrícola, sin vida social, sin buscar a los paisanos, sin ventilarse en público, ahorrando siempre lo posible y enviando dinerito a su señora madre…
ROMPEOLAS: Sorpresas que da la vida… Diez años en Estados Unidos, el hijo se puso de novio con una chica latinoamericana trabajando en el mismo rancho… Ella es trabajadora doméstica… Y luego de varios años, ahora se casarán… Por eso, la madre tramitó su visa y partió a EU en plan turístico, digamos, para abrazar a su hijo y conocer a su futura nuera… Y el plan matrimonial, incluso, expuestos a que Donald Trump cumpla su advertencia de la repatriación masiva de paisanos… Y más ahora cuando el presidente electo sopesa la capacidad del Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza para aumentar la detención de inmigrantes y multiplicar la vigilancia aérea atrás de los ilegales que intenten cruzar el río Bravo y/o por el desierto… El amor de la madre, el hijo y la nuera se ha impuesto a la cacería trumpiana… Ya se verá el desenlace, pero por ahora, luchan y sueñan, sin acariciar la posibilidad de regresar al pueblo, donde el horizonte está cerrado desde tiempo inmemorial… Y lo peor, atrapado y sin salida en la delincuencia organizada, donde de igual manera que en otras ciudades y regiones los malandros son dueños de la vida cotidiana… Incluso, hasta con un Estado de Sitio donde apenas anochece las familias se concentran en sus casas, temerosas de una bala perdida, un plagio, un secuestro exprés, un tiroteo en una cantina… En unas semanas, el hijo contraerá nupcias en EU y la madre, sólo la madre, estará a su lado, porque los otros hijos cada uno desperdigados en el país, soñando por el itacate igual que todos… Por eso, entre otras cositas, nada para celebrar hoy la promulgación de la ley agraria que tanto deseara Venustiano Carranza para dignificar la vida en el campo…
ASTILLEROS: En el campo la fertilidad química de la tierra está en cero… Cada vez la producción se fue abatiendo, a tal grado que resultaba más caro sembrar que cosechar… Y de igual manera que en el siglo pasado y en el pasado los intermediarios quedaban con “hacha, calabaza y miel”, ahora se reproduce el sistema económico… La siembra de maíz y frijol para el autoconsumo… Salarios de hambre para los jornaleros, claro, sin ninguna prestación social, económica o médica… Y si llueve todo el día, ni modo, quedarse sin trabajar y sin recibir emolumentos… Alimentándose con una dieta básica a partir de tortillas, frijoles y cafecito… La anemia y la desnutrición en los hijos y los ancianos… Tal cual, todos los días de todos los meses de todos los años… Por eso, ene millón de veces migrar al otro lado, atrás, digamos, de la esperanza, exponiendo la vida, así transcurran diez años sin que los hijos y los padres se reencuentren… En el pueblo, Soledad de Doblado, unas familias están contentas y es lo único importante… Una década después, madre e hijo están juntos y han sobrevivido al fracaso de la política económica y social con sus secretarías de Agricultura y Desarrollo Social y a las secretarías de Desarrollo Agropecuario de las entidades federativas…