Yolanda Portugal /Paulo Sergio Hernández
CDMX.- Doña Magdalena Rosas García, nació en Huajuapan de Léon, Oaxaca, desde niña le gusta cantar pero al casarse su voz se apagó para ser esposa.
Hace ocho años, la muerte de su esposo, le pudo significar dolor, pero también la oportunidad de cantar la gilgerilla y corridos algo que ha disfrutado desde niña.
Cada 20 o 15 días VIAJA de Huajuapan a CDMX donde canta en las calles y estaciones del metro y así juntar dinero para sus hijos, que se quedaron en la mixteca
Ella dice que Huajuapan es pequeño, por eso decidió irse a esa gran nación, que es como llama a la ex capital del país.
Heredera de la lengua mixteca, la oculta bajo un español que le da la oportunidad de cantar y sacar unas monedas.
Doña Magdalena canta en la Ciudad de México donde su voz puede perderse entre los pasos acelerados de los usuarios, el ruido de los vagones, el eco de los túneles y otras historias que suceden en la gran ciudad.