Luis Velázquez Escenarios
18 de junio de 2019
UNO. Mal fario contra migrantes
La era Cuitláhuac se estrenó en Veracruz en el
mes de diciembre de 2018 con una emboscada a unos migrantes de Guatemala en los
límites de Isla y Rodríguez Clara, en el sur del estado.
Una mujer fue asesinada. 4 personas, heridas,
entre ellas, un menor.
Entonces, “rápido y veloz”, el
secretario General de Gobierno (estaba en Tierra Blanca en la feria ganadera
escuchando a un arpista con una diputada local de MORENA) aseguró, sin mayor
información, que los culpables eran los policías municipales de Isla.
Y el alcalde isleño le reviró asegurando que los
culpables eran unos polleros.
Luego, las horas y los días y las noches se
fueron en el silencio, y al momento, hace un semestre y medio, jamás, nadie, ni
el cónsul de Salvador en Veracruz, se han ocupado del asunto.
Ahora, otra vez, los migrantes objeto de
violencia en Veracruz.
Y de nuevo, a salvadoreños.
Una niña de 12 años de edad, asesinada. Dos
heridos. Fue la tarde del viernes 14 de junio.
Veracruz, tan famoso en el mundo por la apertura
al exilio español en el tiempo de Lázaro Cárdenas del Río, uno de los héroes de
AMLO, con el mal fario contra los migrantes en la era Cuitláhuac.
DOS. Un
infierno llamado Veracruz
En el tiempo de Fidel Herrera Beltrán, el
sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, caminó por Veracruz al frente de
migrantes con destino a la frontera norte y documentó que Veracruz significaba
el peor paso de los ilegales de América Latina.
Entonces, Fidel le envió a un trío de diputadas
locales para despotricar en su contra.
Con Javier Duarte, Solalinde declaró que
Veracruz era un fosario de migrantes y le envió a los evangélicos al café de
“La Parroquia”, en la ciudad de Veracruz, para rafaguearlo cuando
estaba en rueda de prensa.
Ahora, con Cuitláhuac la aventura epopéyica de
los migrantes alcanza la muerte.
Dos mujeres migrantes, las dos de San Salvador,
asesinadas, en un Veracruz lleno y repleto de asesinatos, feminicidios,
infanticidios y secuestros. Incluso, campeón nacional.
TRES. Tambores de guerra…
Fue el viernes 14 de junio. Los salvadores se
movían en un vehículo sobre la carretera Villahermosa-Coatzacoalcos, a la
altura de Agua Dulce. Eran las 17:30 horas, la tarde todavía con sol. Y fueron
blanco de proyectiles de armas de fuego y con fuego.
La migrante falleció en el asiento del copiloto.
Los heridos, hombres de entre 28 y 35 años, fueron trasladados a un hospital
comunitario.
En el pasillo, las versiones son que los
presuntos agresores fueron policías del Instituto Nacional de Migración, aun
cuando la fama pública es que nunca portan armas. Otros, hablan de la
policía. También inculparon a “unos polleros”.
Con tantos secuestros, desaparecidos y
asesinatos, los días andan muy revolcados y la inseguridad y la impunidad,
hermanitas gemelas, continúan soñando los tambores de guerra.