Luis Velázquez
06 de junio de 2018
EMBARCADERO: En Estados Unidos, una actriz porno se ha convertido en una heroína popular en la lucha en contra de Donald Trump… Incluso, más que todos los movimientos de migrantes, Stormy Daniels (nombre artístico de Stephanie Clifford) tiene a Trump bajo las cuerdas, como nadie… Ella tuvo relaciones sexuales con el presidente años atrás y el mundo del acoso sexual revelado por una actriz en contra de Harvey Weinsten, sujeto a proceso penal, ella brincó de pronto a la cancha mediática revelando su gran secreto y diciendo que la gente de Trump le compró su silencio… Pero para ella, su vocación democrática está por encima de todos los acuerdos y trascendido que le pagaron 130 mil dólares por la confidencialidad sobre el sexo con el presidente tuitero ahora busca romperlo para contar los detalles de aquella pasión desbocada del huésped principal de la Casa Blanca… Desde entonces, la distancia entre Trump y Melanie se ha multiplicado, aun cuando quizá desde antes, pues en la Casa Blanca duermen en alcobas separadas…
ROMPEOLAS: El periódico “The Wall Street Journal” destapó la cloaca… Un reportero publicó que el negociador de Trump, Michael Cohen, compró el silencio de la actriz… Fue el 12 de enero de este año y desde entonces, la noticia ha estado en las primeras planas de la prensa escrita, hablada y digital… Hacia el 7 de marzo, el asunto llegó a los tribunales cuando la actriz interpuso la demanda para romper el pacto… Y el tráfico de influencias de la Casa Blanca se atravesó… Incluso, los abogados de Trumpo lograron “un acuerdo arbitral que refuerza el acuerdo de confidencialidad” (El País)… Después, el FBI se metió en la cancha y un día, Trump quedó tan acorralado que tocó el tema en una rueda de prensa, negando todo, de igual manera cuando Bill Clinton negara sus rapidines en la Casa Blanca con la becaria de veinte años, Mónica Lewinsky… Y como siempre, Trump quiso a base de tuitazos salirse de las cuerdas y dijo que la actriz porno lo chantajeaba…
ASTILLEROS: Una parte de la prensa siente, huele, olfatea el peligro para el presidente… La actriz porno lo puede tumbar, apuestan… Y en el país donde un par de reporteros, Bob Woodward y Carl Bernstein derrocaron al presidente Richard Nixon con el caso de espionaje conocido como Watergate, sienten la posibilidad… Incluso, Woodward y Bernestein anunciaron que estaban de vuelta, otra vez juntos, trabajando como periodistas de investigación… El caso es que una modesta y sencilla actriz porno, cuyas películas Donald Trump solía mirar hasta que de plano la contrató para su sevicia sexual, ahora, lo tiene bajo las cuerdas… Y más, en un país donde los migrantes y los activistas sociales siguen ganando la calle en contra de su política xenófoba, recrudecida ahora cuando por sus órdenes la policía está separando a los niños de sus padres migrantes…
ARRECIFES: Y cuando, además, Canadá y México se han integrado en un solo frente para defender el Tratado de Libre Comercio luego de los últimos gravámenes a las exportaciones… Y más, con la intromisión de Trump en la histórica y legendaria lucha entre Israel y Jerusalem… El presidente de la nación más poderosa de la tierra, doblado por la pasión sexual desbocada y descarrilada, y en donde lo único importante es coleccionar mujeres, igual, igualito que Alexander Puskhin, el gran escritor creador del romanticismo, lo confiesa en su “Diario secreto”, toda la vida prohibido en Rusia… Por eso, la actriz porno ha sido declarada la heroína popular para estremecer el reinado de Trump… Y, bueno, la defensa a ultranza del equipo presidencial, más una élite de abogados, para evitar que Stormy Daniels revele los detalles de la relación erótica con el magnate expresa el trasfondo de la personalidad y la identidad del presidente… Por eso, Edgar Hoover, 1895/1972, el legendario director fundador del FBI (Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos), en el tiempo de los Kennedy era tan temido y respetado, pues siempre buscaba los hilos eróticos y las pasiones desenfrenadas de los políticos encumbrados…
PLAZOLETA: Por lo pronto, las pasiones carnales ya causaron destrozos en la Academia Sueca que cada año otorga los Premios Nobel… El Nobel de Literatura de este año para entregarse en 2019 ha sido cancelado luego del escándalo sexual donde el esposo de una jurado fue involucrado en deslices pasionales a cambio de revelar las tendencias de los candidatos en disputa… Los últimos escritores distinguidos con el Nobel fueron Kazuo Ishiguero, japonés-británico en 2017… Bob Dylan, en 2016… Y la reportera Svetlana Alexievich, en 2015… A partir del show erótico, se han dado una tregua con tantas repercusiones que consideran la posibilidad de desaparecer el Premio… Y tanta preocupación ha causado en el mundo que otras instituciones han enviado sus propuestas de aspirantes, pero ni así… El daño moral y ético causado con la pasión sexual fuera de control ha sido incalculable, pues simple y llanamente, la confianza fue perdida…
PALMERAS: Por fortuna, el sexo también genera buenas noticias… Una de ellas, el libro “El motel del voyeur”, del reportero y escritor, Gay Talese, donde cuenta la historia real de un hombre en Estados Unidos que compró un hotel para el sexo pasajero y en cada habitación instaló unas mirillas ocultas y espiar a cada pareja… El dueño del motel era un voyeurista de marca y encontraba placer espiando a los demás en la intimidad… Muchos años después, envió una carta a Talese donde le contaba de su colección de videos pornos y lo buscó y lo cultivó y escribió un libro que antes de publicarse el gurú de la cinematografía, Steven Spielberg, compró los derechos para una película en un millón de dólares que entregó, constantes y sonantes, al reportero y escritor… Incluso, y como se advierte, la historia en sí mismo es otra historia, pues nunca Talese escribió el libro pensando en un filme, sino atrás de la noticia…