Luis Velázquez
08 de mayo de 2018
EMBARCADERO: La iglesia católica se hunde y el Papa Francisco la oxigena para su rescate… En un lado del carril, el tufo sexual… Y en el otro, el tufillo de la renovación moral… El último resbalón es con el despido del cardenal George Pell, jefe de las finanzas del Vaticano y consejero directo del Sumo Pontífice… Será juzgado por abusos sexuales… Se ignora, por lo pronto, si porque él mismo los cometió con menores de edad y/o fue cómplice y guardó silencio ante las denuncias… El mensaje fue claro desde cuando invitó a tres víctimas del abuso sexual de sacerdotes en Chile y a quienes invitara a pasar unos días en su residencia oficial… Desde luego, para una audiencia privada con cada uno de ellos y así ver si puede lavar la afrenta… Desde luego, habrá quienes repliquen las campanas porque la hora cero, el Día D para los pederastas ministros de Dios, ha llegado… Pero al mismo tiempo, y la historia lo demuestra, cuando Francisco se haya ido, sabrá el profeta si los vientos seguirán igual o marcha atrás… Y lanzar cacayacas diciendo que esta revolución moral ya nadie la para en la iglesia resulta una ingenuidad…
ROMPEOLAS: En la calle también hay signos, digamos, justicieros… En Veracruz, por ejemplo, hay unos Porkies, jóvenes violadores en multitud, presos en el penal de Amatlán… Y en España, otros Porkies, conocidos como “La manada” por una violación multitudinaria, originó la indignación y el coraje social y protestaron en las calles por el machismo… Y no obstante, los cinco violadores fueron condenados por abuso sexual, en ningún momento por violación y lo que enfureció más a los españoles… Pero el movimiento de los Porkies de Xalapa (uno de ellos diputado local jugando la reelección) y de Veracruz y de Boca del Río está creciendo… En Chile también alcanzó dimensión estrujante… Una argentina de 28 años fue violado por otros cinco hombres vestidos de hinchas de la Universidad de Chile “tras un partido que el equipo de fútbol jugó contra la Universidad de Concepción” (El País, Rocío Montes)…
ASTILLEROS: El colmo: la libido está como los Idus de marzo, con “los demonios sueltos”… La Academia Sueca, por ejemplo, suspendió el Premio Nobel de Literatura de este año debido al incendio sexual, donde el cónyuge de una jurada, doctora en Letras, está acusado de acoso y hostigamiento… Y aun cuando en la Casa Blanca, el escándalo resulta mayor con una Melania Trump, irritada, molesta, encorajinada, con las aventuras sexuales de su esposo, el presidente de la república más poderosa de la tierra, nada rebasa el reality-show sexual en el Vaticano… Inverosímil: el jefe de las finanzas y consejero directo del Papa Francisco metido en la pedofilia… Uno: el Papa le otorgó el nombramiento lleno de confianza excesiva sin una investigación previa… Dos: es amigo del Papa y lo encumbró bajo riesgo de que su vida oscura brincara al carril… Tres: el
cardenal Pell supo ocultar su pasado negro y sórdido y pensó, sintió, creyó, que el pasado nunca vuelve… Y cuatro: si ya el consejero directo del Papa anda en tales líos significan palabras mayores… Los grandes imperios y emporios se destruyen por dentro… Y solitos…
ARRECIFES: Y más por lo siguiente… En el pasillo eclesiástico del Vaticano siempre circulaba la mala fama, el pésimo karma, los vientos huracanados sexuales en contra del cardenal de 77 años… Incluso, amontona “un largo historial de acusaciones que esquivó y que no le impidieron llegar hasta la cúpula del Vaticano” (El País, Daniel Verdú)… Por desgracia, de igual manera como sucediera en Chile cuando al Papa le refrescaron la memoria con la pedofilia de curitas y aseguró que eran mentiras, también desoyó las versiones en contra de su cardenal… Mal síntoma, porque su obligación número uno como jefe de Estado era investigar con lupa a George Pell… Y más, porque lo predestinó a secretario de Asuntos Económicos de la iglesia más poderosa del mundo…
PLAZOLETA: Ahora, su historia está en los medios europeos y lo que un político prudente y mesurado, incrédulo y desconfiado, perspicaz, bien pudo evitar… Y más, cuando en las más de doscientas naciones del planeta, hay ministros de Dios acusados de sátrapas… Incluso, de enfermos mentales como el padrecito confesor de Marta Sahagún de Fox, Marcial Maciel, acusado como fue de ultrajar a sus propios hijos… Bastaría referir que a estas alturas, el pueblo de Ballarat, donde el cardenal fue sacerdote entre 1979 y 1984, y en donde se dieran decenas de casos de abusos a niños, le llaman “el paraíso de los pederastas”… Incluso, un curita amigo del cardenal fue condenado a 18 años de cárcel por la violación de hasta 54 niños… Y aun así, cuando todo lo sabía, él mismo calló, olvidando que en todo caso “Dios castiga el escándalo, nunca el pecado”… Y más, cuando en el pueblito donde el cardenal iniciara se han suicidado unos cuarenta niños, adolescentes y jóvenes…
PALMERAS: George Pell fue arzobispo de Melbourne entre 1996 y 2001… Y en Sidney, de 2001 a 2014… Y en aquel tiempo (y ni modo que el Papa Francisco lo ignorara) se dieron unas 4 mil 444 denuncias penales de pederastia de sacerdotes… Y lo peor, en Australia la iglesia católica, apostólica y romana fue obligada a pagar ocho millones de euros a las víctimas para zanjar el asunto y olvidar el escándalo… Insólito: el año pasado, Francisco le otorgó “un período de excedencia” a su consejero directo para defenderse de las acusaciones, cuando simple y llanamente debió asestar un manotazo y suspenderlo, mínimo, en tanto durara la investigación… El cardenal, sin embargo, hombre de carácter fuerte, siempre lo negó todo… Y lo peor entre lo peor, Francisco le creyó… Y tal resulta imperdonable con todo y su buena fe… Sólo los sacerdotes, obispos, arzobispos, cardenales y Papas necios intentan “tapar el sol con un dedo” ante la pederastia de los ministros de Dios…