Luis Velázquez
04 de mayo de 2019
EMBARCADERO: Desde Córdoba, su sede, el reportero Antonio Osorio Ojeda honra y enaltece el periodismo… Muchos años avalan su cobertura… Desde hace 5 meses lleva la estadística de la muerte en un Veracruz chorreando balazos, tiroteos, fuegos cruzados, secuestrados, desaparecidos, asesinados y sepultados en fosas clandestinas… Toda su vida, más de 20, 25 años en el oficio periodístico, ha cubierto la página roja de los medios… Y siempre, escribiendo y publicando lo que ve y mira, sin caer en las tentaciones del poder público…
ROMPEOLAS: Egresado de la facultad de Comunicación de la Universidad Veracruzana, desde entonces anda metido en las salas de redacción de la prensa escrita, y en los últimos meses ha sido intimidado y amenazado en las redes sociales por el periodismo que ejerce cuando, caray, solo “escribe lo que ve el que vive” como intitulara el escritor Ricardo Garibay una columna en el siglo pasado… Pero, bueno, publicar la verdad incomoda a todos y más a los políticos, y muchos más a sus asesores quedabien y ni se diga a los voceros… Pero Antonio sigue para adelante, en ningún momento desafiando al poder político, sino al contrario, publicando lo que sucede todos los días y noches infernales…
ASTILLEROS: La integridad del compañero se multiplica a partir de las tentaciones que le han tendido para que voltee a otro lado dando la espalda a la realidad… Por ejemplo, hasta donde se sabe si bien se sabe, le han ofrecido trabajado en el lado oficial y siempre lo ha rechazado… Desde luego, respeta a todos, cada quien en lo suyo, pero su misión en la vida está en contar los hechos sin maquillaje, sin tomar partido por una causa gubernamental sino, al contrario, una razón social…
ARRECIFES: Un periodismo así molesta, irrita, enerva, a la elite gobernante… Y es cuando las circunstancias se recrudecen y la mayor parte de los vientos son adversos… Por eso, la cooptación oficial que suele darse con los reporteros indeseables, título, por cierto, de un libro de reportajes de Günter Walrraff, el gran reportero alemán… El periodismo anda tan metido en el corazón y las neuronas de Osorio Ojeda que, por ejemplo, incorporó a su esposa en la tarea fotográfica mientras él reportea los hechos en el frente de batalla… Integran así una pareja reporteril fuera de serie…
PLAZOLETA: Un tiempo de su vida, se ignora si todavía, puso una tiendita de abarrotes en su pueblo, digamos, para garantizar el itacate y la torta en la casa… Unas horas del día él mismo estaba pendiente… Otras, su esposa, alternando… Así, ha soñado con mantener su independencia
y autonomía en un medio donde por lo general, los sueldos son ofensiva y atrozmente bajos, a tal grado que, por ejemplo, hay trabajadoras domésticas quienes, y por fortuna, antes y después de Yalitza y Alfonso Cuarón, ganan un mucho mejor salario que un reportero…
PALMERAS: Desde su trinchera en Córdoba, Antonio Osorio honra el periodismo… Su amistad y solidaridad significan un privilegio… Uno, su apego a la verdad… Dos, su prosa documentada… Tres, su entrega al oficio… Cuatro, los principios y valores con su autoridad moral… Cinco, su firmeza que viene de la claridad de su objetivo superior… Y seis, su lealtad a los amigos, se concitan para describir su identidad… Si es cierto, como reitera el dicho popular de que “los amigos se cuentan con los dedos de una mano”, con Antonio Osorio los dedos, hasta de los pies, son insuficientes…