Francisco Rodríguez
Podría iniciar hoy con el cuento de la argentina Laura Devetach –“El hombrecito verde de la casa verde del país verde tenía un pájaro. Era un pájaro de verde vuelo. Vivía en una jaula verde y picoteaba verdes verdes semillas. El hombrecito verde cultivaba la tierra verde, tocaba verde música en su flauta verde y abría la puerta verde de la jaula para que su pájaro saliera cuando tuviera ganas…”–, pero el personaje de hoy sólo “cultiva” al estilo yucateco y, aunque se dice verde, lo único que posee verdaderamente verde son millones de dólares atesorados en muy poco tiempo.
Manuel Velasco Coello, quien en pocos años ha escalado toooodas las posiciones políticas –bueno, casi todas– quiere regresar a su escaño en el Senado de la República que, increíblemente, le apadrinó el Presidente de la República, a quien “cultiva” desde hace décadas, merced a la amistad que AMLO mantiene con su abuelo, Fernando Coello.
Su retorno al Senado resulta increíble, como increíbles han sido las versiones que él mismo ha propalado de que en breve será miembro del gabinete presidencial en la increíble posición de secretario de Gobernación.
Porque, increíblemente, dice a quien quiera escucharlo, el Presidente lo consiente y le perdona todo, gracias a sus increíbles dotes de negociador político, increíblemente desplegadas cuando hace poco fungió como presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).
Empero, sería del todo increíble que Ricardo Monreal aceptara su reinserción a la Cámara Alta dadas las increíbles presunciones de las que hace gala. ¿Otro protagónico e inmaduro “Batres” con el cual lidiar? ¡No, ya no, por favor!, rogaría el zacatecano.
Dejó a Chiapas en la incredulidad
Ni políticos viejos ni polítiqueros jóvenes, los chiapanecos ya no creen en alguien que pueda sacarlos de su prostración. Manuelito –como le llaman, por la enooorme influencia que sobre él ejerce su madre, Leticia Coello, la dama de los negocios– dejó a Chiapas peor de cómo se lo heredaron. Increíblemente endeudado y sin obras. Con falta de pago a trabajadores de la salud y del magisterio, entre otros.
E increíblemente, sus pares senatoriales lo licenciaron para que regresara en septiembre a acabar de destruir a la entidad.
Las obras inconclusas son otro tema, y entre ellas están la rehabilitación total del libramiento sur en Tapachula, artería que permitiría agilizar el traslado de mercancías hacía Guatemala. Hoy se encuentra en diversos tramos completamente destruido y otros perímetros que son intransitables, pero debido a la necesidad la población utiliza esa vía.
Además, en la ciudad fronteriza también calles y banquetas en el centro y las colonias populares están en el olvido. La 4a Poniente, por ejemplo, parte de la modernización de concreto hidráulico lanzada por Velasco Coello, está en obra negra por adeudos a los constructores.
Otra de las promesas incumplidas fue la Clínica de la Mujer, proyecto que según los trabajadores de salud ya no existe debido a que no logró pasar la acreditación por la falta de infraestructura, medicamentos y equipo; incluso, luego de la mudanza del hospital regional hacía sus nuevas instalaciones, esa clínica desapareció.
Además, el nuevo hospital regional de Tapachula padece deficiencias como el sistema de drenaje, lo cual provoca un hedor en los alrededores del recién inaugurado nosocomio, así como fallas en sus elevadores, además del desabasto de medicamentos e insumos para dar atención a los pacientes. En dicha obra estuvo presente Peña Nieto, a quien Velasco le presumió el hospital de alto nivel que ahora revela inconsistencias.
Increíble, pues…
Podría culminar hoy con el cuento de la argentina Laura Devatech –“Y cuando el pájaro voló, no pudo pintar su vuelo. Todo era verdemente inútil. Y el hombrecito verde dejó en el suelo el pincel verde y la verde pintura. Se sentó en la alfombra verde sintiendo un burbujeo por todo el cuerpo. Una especie de cosquilla azul. Y se puso a tocar la flauta verde mirando a lo lejos. Y de la flauta salió una música verde azul rosa que hizo revolotear celestemente al pájaro.”–, pero todo indica que el personaje de hoy seguirá en las mismas, aunque pinte de Morena a su pájaro.