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Mapa del feminicidio en Veracruz

El Piñero

•Violadas y descuartizadas 175 mujeres en dos años; siete municipios violentos fuera de la Alerta de Violencia de Género
•Coatzacoalcos, Xalapa, Poza Rica y Córdoba, focos rojos; dolorosos caso por caso
•De 2016 a 2017 aumentaron los asesinatos de mujeres
•Feminicidas siguen libres/Por ARANTXA ARCOS  

Arantxa Arcos blog.expediente.mx Para El Piñero de la Cuenca

Veracruz.- Desde el crimen cometido contra la salvadoreña que decidió vivir en Veracruz, Adela Isabel Romero Guevara, de 42 años, hasta los homicidios de Abigail Roxana Sagrero Wilson, de 31, y Dana Paula Sánchez Sagrero, de 16, están contabilizados en el Mapa del Feminicidio en México que creó María Salguero, ingeniera geofísica del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

El crimen de Adela Romero está marcado con una cruz roja, como mil 844 casos más ubicados en la aplicación de Google Maps. Ella salió de casa, en Nautla, para festejar el año nuevo.

Los planes contemplaron ver a su novio, Juan Reyes Moctezuma. Una discusión perdió la pista en ambos, horas más tarde del primero de enero del 2016, ella fue encontrada sin ropa y con varias puñaladas en el cuerpo. La escena del crimen fue descubierta por su hija.

Las lesiones que causaron la muerte dolorosa de Adela se replican en 18 municipios de la entidad; en 2016, 71 mujeres y en el año aún en curso, 104 aumentando la estadística y lesiones a familias veracruzanas.

Los municipios focalizados como puntos rojos, inseguros, insensibles a controlar los ataques contra amas de casa, empleadas, niñas o ancianas son Coatzacoalcos con once casos, Xalapa con diez, mientras Poza Rica, el puerto de Veracruz y Córdoba, ocho feminicidios en dos años.

Este “Mapa de Feminicidio” ubica cuatro asesinatos en enero del 2016. En Minatitlán, una mujer fue arrollada por el Motel California, a la altura de la antena de Movistar. El nombre quedó como desconocido.

Ana Karen Sizagua apareció el 7 de enero entre matorrales de la carretera Coatzacoalcos-Minatitlán. Estrangulada, violada y rastros de violencia quedaron plasmados en su piel.

Los feminicidas en Veracruz disfrutan de violar y desmembrar a mujeres. Los casos coinciden en la saña con que son violentadas hasta morir. El 9 de enero, en el camino que conduce a la comunidad de la Isla en Papantla, abandonaron a una mujer con las manos mutiladas y decapitada; ella quedó en calidad de desconocida.

En Álamo, sometieron a otra mujer. El cadáver quedó en un predio de la calle Ferrocarril, de la colonia Santa Cruz. Junto al cuerpo inerte, prendas de vestir de hombre y mujer, sin rastro de identificaciones.

Para el mes de febrero del 2016, Ofelia Juárez López, de 63 años, quedó tirada en su vivienda con un gran charco de sangre. Su vecina, la encontró sin signos vitales el 7 de citado mes en Papantla. Las primeras investigaciones mencionaron el móvil del robo y feminicidio.

A los dos días, el 9 de febrero, sobre la carretera Veracruz-Cardel, a la altura del kilómetro 231, una mujer fue encontrada con severas lesiones en su cuerpo. Se informó que las investigaciones siguen en primera instancia el atropellamiento, aunque no se descarta que pudiera ser abandonada ahí por personas desconocidas.

Aunque no apareció en la entidad veracruzana, Anabel Flores Salazar, reportera de El Sol de Orizaba, se localizó sin vida en la carretera Cuacnopalan-Oaxaca, a la altura del kilómetro 1+580. Dos días permaneció desaparecida tras ser levantada de su vivienda.

Para el 17 de febrero, Monserrat Nolasco Rodríguez de 13 años y su madre, Ana Cecilia Rodríguez Quino de 35, aparecieron ejecutadas en un camino de terracería de la colonia Héroes en el municipio de Medellín. Del atentado sobrevivió el conductor y padre de la menor, Toribio Flores Ayala.

El 24 de febrero del 2016 ocurrieron tres feminicidios en Veracruz. En Soteapan, Apolonia Hernández Sabalza, de 78 años, fue arrastrada hacia una milpa para recibir lesiones físicas con un machete, despojarla de sus pertenencias, ser violada por su agresor y asesinada.

La segunda, una mujer de 30 años atacada a balazos mientras transitaba por la calle Cristóbal Colón y Calle 1 de la colonia El Mangal, en Minatitlán. Sujetos que viajaban en una motocicleta le dispararon al rostro sin intercambiar palabras.

Y el tercero, en la localidad de Emiliano Zapata del municipio de Jáltipan. Karla Antonio Blando de 18 años, tenía reporte de desaparición y cursaba el bachillerato. Al localizarla en la vía pública, solo contaba con una blusa roja, una cuerda presionando su cuello semidesnudo y golpes contundentes en diversas partes.

El tercer mes del año solo registró un hecho. En las inmediaciones de los municipios de Jáltipan y Cosoleacaque, al sur de la entidad, una joven de 30 años fue hallada ejecutada el 21 de marzo. La victimada dama vestía pantalón tipo mallón de color rojo así como blusa en color café.

FOCOS ROJOS

Los siguientes cinco municipios en el top diez de crímenes corresponden a Orizaba con siete feminicidios, y Martínez de la Torre, Santiago Tuxtla y Las Choapas con cinco cada uno.

María Manuela Josefa Ortega, de 45 años, apareció el 7 de octubre del 2016 con signos de tortura en un terreno propiedad del señor Jorge Trujillo, a la altura del Tele Bachillerato de Veracruz (TEBAEV) campus Orizaba.

Ella trabajó como cocinera en un hotel de la calle Oriente 6 y Sur 11, al momento de su muerte, vestía blusa blanca, un pantalón color azul oscuro y una bolsa de mano café. Al momento de su hallazgo, se presumió que había salido de trabajar cuando la mataron.

A minutos de Orizaba, en las faldas del Cerro de Matlalapa, ubicado en el municipio de Atzacan, aparecieron el 18 de junio del 2017, los restos óseos de tres edecanes, un hombre tatuado y una chica con sobrepeso de cabello largo

Todos se encontraban en una fosa clandestina y con evidentes huellas de tortura. Alma Krystell de 17, Nancy de 26 y Anahí de 20 años, eran las tres edecanes que fueron reportadas como desaparecidas por sus familiares el 30 de abril. Ellas viajaban presuntamente como empleadas a Puebla.

Belem Yusinell Barthell, de 31 años trabajaba como mesera en la cantina “La Bombilla” de Orizaba cuando fue asesinada por uno de los clientes. Notas policiacas del 21 de junio del 2017, día del crimen, detallan que el homicida estranguló y luego utilizó piedras para matarla.

Una fractura de bóveda craneal y lucir semidesnuda en la vía pública, fue parte de la tortura propinada por su verdugo.

Luz del Carmen de 40 y Karen Yamel de 20 años, encontradas asesinadas en el interior de sus recámaras en Orizaba. Ambas estaban maniatadas con prendas de vestir y presentaban huellas de tortura.

La escena quedó descubierta por un familiar de las occisas, la mañana del sábado 24 de junio del 2017.

El novio de Vanessa López Atilano, de 19 años, la mató y sepultó clandestinamente en el patio de su casa, ubicada en la Unidad Habitacional Puerta Grande del municipio de Mariano Escobedo.

La joven fue reportada desparecida desde el pasado 23 de septiembre. Casi dos meses después de la desaparición, el 18 de noviembre del 2016, autoridades de Orizaba ingresaron a la casa del novio de Vanessa para descubrirla sepultada.

Eusebio Rivera Tapia, alias “El Chimino”, de 32 años, se declaró confeso ante el juez de control por haber matado a Vanessa, en una audiencia de vinculación desarrollada el 30 de noviembre.

Con reconocer los hechos, Eusebio quedó recluido en el penal de mediana seguridad de La Toma, en Amatlán de Los Reyes, en donde permanecerá hasta que el juez determine sentencia por el asesinato de Vanessa.

I. L. G. de 31 años y E. D. O. R. de 36 años, empleada del Hospital Regional de Río Blanco, quedaron sin vida al interior de un automotor. Los hoy occisos radicaban en la calle Justo Sierra de la Unidad Habitacional San Javier 2 del municipio de Rio Blanco, cercano a Orizaba.

Durante el peritaje de rigor se confirmó que la pareja fue ultimada el 18 de noviembre del 2016 frente a su hijo de 18 años, quien quedó a disposición de la policía para ofrecer su testimonio del cruento ataque.

Iliana M.S, de 20 años y Jorge Ávalos murieron al salir del gimnasio donde entrenaban para competir en pruebas de fisicoculturismo, el 8 de marzo del 2017.

Los jóvenes salieron del gimnasio IDM, ubicado sobre la avenida 19, en la entrada de Orizaba, cuando fueron agredidos con arma de fuego por sujetos desconocidos, quienes tras cometer el ilícito, se dieron a la fuga a bordo de motocicletas.

Las víctimas colapsaron sobre el pavimento mientras las atenciones médicas arribaban al lugar de los hechos; en videograbaciones se aprecia a compañeros de Iliana y Jorge socorriéndolos con ánimos. “No te duermas, Jorge. Aguanta, hermano ya vienen a ayudarte” . Sin embargo, la muerte de los dos deportistas fue confirmada horas después.

Mariluz R.J. de 37 años, no regresó a casa desde el 23 de febrero, localizándola sin vida el 13 de marzo del 2017.

Su cuerpo yacía decapitado en un barranco de aproximadamente 200 metros de profundidad, sobre la carretera de la congregación de Zoquitlán-Viejo, en Orizaba.

Este hallazgo ocurrió el pasado jueves alrededor de las 18:00 horas, cuando Luis Vega Rosas propietario de un terreno conocido como Las Ánimas, en la carretera a Zoquitlán Viejo, acudió a ese predio con el fin de checar la siembra de su café, detectando cuerpos sin cabeza.

Desde el 23 de noviembre del 2016, a menos de un mes del crimen de María Josefa, el municipio de Orizaba se convirtió en uno de los once que entraron en la Alerta de Violencia de Género (AVG).

Juan Manuel Diez Francos, alcalde de Orizaba, aseguró que esta AVG fue un distractor ante la falta de recursos económicos para los municipios y no para proteger a las mujeres del ambiente de violencia contra ellas.

En cuanto al municipio de Martínez de la Torre. El 8 de agosto del 2016, María Anabely Barrios Tiburcio, de 20 años, resultó agredida de muerta al transitar por la calle Corregidora de la colonia Ruiz Cortines.

Un arma blanca se incrustó repetidas ocasiones en Anabely, muriendo por las lesiones en la Clínica 28 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Sheinny Figueroa Pinto, de 26 años, conducía una motocicleta sobre la avenida Santiago de la Hoz, de la colonia primero de mayo cuando un vehículo la impactó, derribó y disparó directamente.

Ella iba acompañada, joven que al momento del ataque llamó de emergencia a cuerpos policiacos para iniciar búsqueda y detención de un varón en camisa negra que asesino a su amiga.

Al siguiente año, el mes de agosto registró tres feminicidios en Martínez de la Torre. El primero ocurrió el día 4 en la colonia Luis Donaldo Colosio, donde María del Pilar Bello Hernández de 43 años. Su hijo la encontró con signos de violencia y tirada en el piso.

Para el día 7, la ginecóloga Elda Domínguez Sollozo murió al ser atacada en su consultorio ubicado en la calle Nicolás Bravo y avenida Ignacio Zaragoza. La asesinada era cuñada del ex diputado local, Eduardo Sánchez Macías.

El 14 de agosto del 2017, siete días después del crimen de Elda, Nelly apareció ensangrentada de la cabeza con su cráneo destrozado. Era originaria de Oteapan, al sur de Veracruz, pero llevaba largo tiempo radicando en Martínez de la Torre.

A finales de agosto del 2017, Patricia Rodríguez Vázquez, de 53 años murió al recibir disparos cuando se encontraba en su negocio de la colonia Benito Juárez. Un desconocido llegó el 31 de agosto a la puerta del comercio y mató a Patricia.

Las hermanas Zoraida Iveth y Ana Karen Garduza Escobar, de 30 y 26 años, respectivamente, trabajaban en bares y cantinas del municipio de Minatitlán, pero vivían cerca de Santiago Tuxtla.

Ambas quedaron como desaparecidas por algunas horas, hasta ser encontradas entre milpas el 10 de octubre del 2016. Karen vestía bóxer verde con mariposas negras, blusa azul marino con vivos blancos y pantalón de mezclilla azul marino.

Gabriela, de 52 años, recibió cortes en la piel con un machete de Luis, de 31 años, cuando ambos discutían en la colonia Huerta del municipio de Santiago Tuxtla.

Tras el feminicidio, Luis intentó huir, pero fue detenido por elementos de la Secretaría de Seguridad Publica Región IX en la escena del crimen del 4 de diciembre del 2016.

En el cuarto mes del 2017, abril, una enfermera fue ultimada presuntamente por su esposo, un conocido médico de San Andrés Tuxtla. El arma de fuego quedó asegurada en la escena del crimen, en la calle 2 de abril, entre 5 de mayo y 10 de mayo, de la colonia 20 de noviembre.

Evelyn Sifuentes García estaba secuestrada desde el 14 de julio del 2017, en 24 días, la intimidaron y ultimaron en un predio de San Andrés Tuxtla. Dentro de una fosa clandestina, creada en un camino que conduce a la localidad de Buenos Aires, Texalpa, apareció la joven.

Y en el municipio de Las Choapas, Amelia, de 43 años, murió el 10 de noviembre del 2016 por fuertes golpes y tortura hasta provocarle desnucamiento, de acuerdo con la necrocirugía que se le practicó al cadáver.

La víctima al momento de ser encontrada tenía sus manos hacia atrás amarradas con hilo de rafia. El descubrimiento lo realizaron propios vecinos alrededor de las 19:30 horas cuando se les hizo raro que la hoy extinta tuviera las puertas abiertas pese a la lluvia y el viento que azotaba esa tarde-noche, aunado a que el volumen de su televisor era demasiado alto.

Dayana Herrera García, de 26 años, desapareció el día que desconocidos balearon su restaurante ubicado en la autopista Nuevo Teapa-Cosoleacaque, en el municipio de Ixhutlán del Sureste. El 4 de septiembre del 2017 apareció sin vida sobre la autopista Raudales-Ocozocuatla, que conduce de Veracruz al estado de Chiapas.

La ahora occisa vestía un pantalón de mezclilla color azul, blusa color azul marino con estampados en la parte frontal en forma de cuadros, sin calzado, aunque sus chanclas fueron encontradas metros adelante.

Autoridades confirmaron que fue ejecutada a balazos, ya que presentaba un impacto en la espalda y otro más en la parte lateral izquierda, por lo que los proyectiles dañaron órganos vitales que provocaron su muerte.

Aún en la demarcación de Las Choapas, Ángela de los Santos, vendedora de flores de 50 años y su nieta de 12, fueron ejecutadas cuando se resistieron a ser privadas de su libertad. Sus agresores huyeron en un auto compacto a gran velocidad.

24 horas previas al crimen, una mujer fue encontrada muerta en un predio de la colonia Lomas de El Lencero, en el municipio de Emiliano Zapata, conurbada a Xalapa; la víctima presentaba el tiro de gracia.

En Poza Rica, al norte del estado, el cadáver semidesnudo de una mujer abandonado en un basurero, detrás de un negocio de venta de plantas ornamentales, denominado Vivero Flor de Lirio en calle Puebla, de la colonia Floresta en Poza Rica se encontró el 20 de septiembre del 2016.

El olor alertó a los empleados que buscaron un supuesto animal muerto, encontrando a la mujer sin vida.

A los dos días, el 22 de septiembre, Carlos Odilón M. H. de 55 años y Herlinda D. G. de 50 años quedaron sin vida en un potrero, a un costado del camino de terracería que conduce a la carretera Jilotepec-Coacoatzintla, a la altura de un criadero de perros.

Carlos lució semidesnudo presentando varias lesiones, al parecer, por arma punzocortante en el rostro y hundimiento de rostro lado derecho. A 300 metros de él, un vehículo abandonado color gris, marca tipo Tida, placas de circulación YKM6482 del estado.

En el interior de la unidad, una funda de piel para pistola, una funda de piel para cuchillo y el cuerpo desnudo de Herlinda, en el asiento del copiloto.

Para el 21 de octubre del 2016, la suegra del presidente del Partido “Frente Cardenista”, Antonio Luna, se encontró semidesnuda, solo con una blusa y un brasier en un predio de la colonia Arroyo Blanco, en Xalapa.

El cuerpo se identificó como C.F.T, de 60 años, víctima de abuso sexual, presentaba huellas de ser golpeada antes de ser asesinada.

La localidad de La Estanzuela, municipio de Emiliano Zapata, cercano a Xalapa, José Alfredo Ramírez Carabo, de 33 años, discutió con su esposa Francisca Martín Campos, llegando a los golpes, rosear gasolina y prenderle fuego.

Vecinos del lugar escucharos los gritos de la mujer el 19 de noviembre del 2016, por lo que solicitaron apoyo al número de emergencias 066 donde arribaron elementos de la Policía Estatal y paramédicos del grupo Panteras quienes atendieron a la mujer, la cual, presentaba quemaduras de primer y segundo grado en el 50 por ciento del cuerpo.

El agresor fue detenido por elementos de la Policía Estatal y fue puesto a disposición del Ministerio Público.

En la misma localidad, La Estanzuela, un joven universitario y su madre fueron secuestrados el 21 de diciembre del 2016. Los encontraron cinco días después, el 26 de diciembre, en estado de descomposición dentro de bolsas negras.

Extraoficialmente se informó que los restos humanos fueron localizados por pobladores de la localidad, quienes, al observar varias bolsas a un costado de la carretera federal, dieron aviso inmediatamente a las autoridades policiacas alrededor de las 13:00 horas de ese miércoles.

Dentro de la cajuela de una camioneta, la tarde del sábado 9 de enero del 2017, fue encontrado el cadáver de una joven mujer. Estaba envuelta en una bolsa negra de plástico y encima tenía el mensaje “roba maridos”.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 15:00 horas, cuando las autoridades recibieron el reporte de que un fuerte olor a putrefacción emanaba de una camioneta Mitsubishi tipo Outlander, color rojo, la cual, tenía varias horas estacionada a un costado de la calle Úrsulo Galván, exactamente frente al lote número 15, de la colonia Reserva Tarimoya 1, de la ciudad de Veracruz.

Los reportes policiacos indicaron que la víctima fue asesinada a golpes, previamente, sometida a tortura, con mayores daños en las áreas genitales y rostro.

Una mujer fue ejecutada cuando caminaba por las calles de la colonia 16 de septiembre, en Minatitlán, el 18 de enero del 2017.

Los hechos sucedieron aproximadamente a las 08:45 horas, cuando por la calle Ignacio López Rayón de la mencionada colonia, caminaba Guadalupe N. S. de aproximadamente 30 años. En su andar, recibió varios disparos por sujetos desconocidos.

Lancheros del río Tlacotalpan reportaron el cadáver flotando de una mujer el jueves 19 de enero del 2017. El cuerpo se ubicó a la altura del muelle. No se le apreciaban heridas y estaba boca abajo.

La mujer, robusta, vestía una blusa roja, pantalón negro y es de cabello corto rojizo.

Flor Elizabeth Díaz Salazar, de 21 años, fue identificada por su padre Jorge Emilio Díaz de ocupación taxista, en una plancha del Servicio Médico Forense (SEMEFO) de Poza Rica, el primero de febrero del 2017.

Padres de Flor explicaron a las autoridades que horas antes había salido de su casa para ir a visitar a un amigo en la colonia Morelos, sin imaginar que en el camino le harían algo, por lo que declaro que su hija no era de problemas y siempre salía de su domicilio con sus amistades y nunca se supo que ella tuviera problemas con alguien.

El conductor del taxi marcado con el número económico 3073, en el municipio de Coatzacoalcos, fue sorprendido por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) cuando dejaba el cuerpo de una mujer entre la maleza del puente Caracol.

La veracruzana no tenía signos vitales, presentaba fuertes golpes y huellas de haber sufrido violación. La cara estaba totalmente desfigurada y ensangrentada. Vestía pantalón azul de mezclilla que los tenía hasta la rodilla y blusa rosada.

El taxista, que abandonó el cuerpo el 11 de febrero del 2017, quedó detenido y en proceso penal por el delito de feminicidio.

Araceli Mendoza Hernández, 47 años, recibió varios impactos de bala. Uno de los proyectiles le entró por la boca y le destrozó la mandíbula. Fue la primera en salir de su casa cuando llegaron sicarios a disparar contra los inquilinos.

Ella murió junto al ex policía, Efrén Román Palacios de 45 años y Abelardo Roque Caballero, de 54, su esposo, tras no soportar las graves heridas provocadas con arma de fuego el 13 de febrero del 2017 en Coatzacoalcos.

La mañana del domingo 20 de febrero del 2017, fue localizado el cuerpo de una mujer en estado de putrefacción dentro de unas bolsas de plástico sobre una de las calles de la colonia Portón Colorado, en la ciudad de Xalapa.

Dentro de las bolsas, el cuerpo de una mujer joven de baja estatura, complexión delgada y de tez morena, quien pudo haber tenido alrededor de cuatro días de fallecida.

EMBARAZADAS Y NIÑAS ASESINADAS

Los feminicidas asesinaron a mujeres con meses de gestación, frente a sus hijos o con sus menores. El 11 de julio del 2016, una niña de trece años fue secuestrada, torturada, ejecutada y rematada con el tiro de gracia en el municipio de Yanga, Veracruz.

La niña fue encontrada moribunda con golpes severos en el cuerpo y con dos impactos de bala en la cabeza en un camino de terracería que comunica al ejido San José del Corral, municipio de Yanga, muriendo más tarde en un hospital de Córdoba.

El 30 junio 2016, la menor de iniciales, I.R.E.A‚ tenía 17 años y residía en Córdoba antes de ser asesinada. Ella apareció muerta con otra menor de 14 años y un varón de 16, el viernes 30 de junio a las 9:00 horas, aproximadamente entre cañales del camino Novillero Chico, municipio de Atzaca.

Ruth Esther Castillo Domínguez, de 19 años, se encontrada muerta sobre la carretera Coatzacoalcos-Minatitlán el 23 de septiembre del 2016. Sus asesinos la drogaron, abusaron sexualmente y posteriormente la asesinaron. La mataron mediante estrangulamiento.

Ruth desapareció la noche del jueves 22 de septiembre, luego de concluir una jornada de trabajo en una pizzería de la plaza Soriana El Palmar, de Coatzacoalcos.

Ella tenía unas ocho semanas de embarazo, acababa de concluir sus estudios de bachillerato y trabajaba para ahorrar dinero con el fin de continuar sus estudios profesionales, además de mantener al menor en su vientre.

Una mujer que cargaba a su hijo el 29 de mayo del 2016, fue atropellada cuando caminaba sobre la carretera 175, Cosamaloapan-Tlacojalpan, quedando lesionado.

La mujer fue atendida por paramédicos de la Cruz Roja, quienes la trasladaron a un hospital cercano. Las autoridades locales informaron que el auto tipo chevy era conducido por su expareja, la cual, huyo de la escena del crimen dejando abandonado el auto junto a sus víctimas.

Araceli Ramírez Pérez, de 33 años, madre de tres menores de edad, desapareció por 72 horas, al minuto siguiente, apareció sin vida en el municipio de Agua Dulce el 2 de junio del 2016. Presentaba señales de haber sido agredida sexualmente antes de que le dieran muerte a golpes.

La mujer desapareció la noche del pasado sábado y la familia lo reportó con la policía, al parecer, según los datos preliminares del Forense, habría sido asesinada esa misma noche en base al avanzado estado de descomposición.

El cadáver de la víctima apareció bajo un árbol, semi sepultada con hojas secas y tierra, sólo tapada con una prenda, un sostén color rosa. Las extremidades inferiores abiertas y desnudas, dejando a la vista las huellas del ultraje sexual.

La policía hizo el levantamiento del cadáver la tarde del martes, después de que fue reportada por vecinos del Fraccionamiento El Bosque II, por la presencia de aves de rapiña.

Sin embarazo o lesionando a su madre, Lorena Conde, hija de Marcos Conde, exdelegado de la SSP de Tierra Blanca, fue encontrada sin vida en el fraccionamiento El Cortijo, del puerto de Veracruz el 6 de junio del 2016.

La joven de 18 años recibió tortura y murió desangrada. Su padre, el ex jefe policiaco, está bajo proceso por los delitos de desaparición forzada y delincuencia organizada en Cosamalopan. Conde es señalado de haber ordenado la detención y entrega de los cinco jóvenes de Tierra Blanca, originarios de Plata Vicente, a una célula de la delincuencia.

Con el crimen cometido contra Lorena, el ex funcionario registra dos decesos familiares, ya que, en 2015, su hijo murió de forma violenta en la colonia Las Amapolas del Puerto de Veracruz.

Anel Soto Rivera permaneció secuestrada por dos días. Su hijo, Eduardo Ponce Soto la buscó en diversos lugares. El último fue la Cruz Roja de Veracruz donde lo balearon. Sobreviviendo al ataque, ingresó al quirófano, pero los maleantes irrumpieron para dispararle siete veces más.

La madre secuestrada apareció al siguiente día del crimen de su hijo, el 16 de agosto del 2016. Desmembrada dentro de tres bolsas negras a orillas del río La Antigua, municipio vecino de Veracruz de donde eran originarios.

Ambos eran dueños del bar “El Vakarum”, en ciudad Cardel, y se especula que se negaron a seguir pagando el derecho de piso y por eso la venganza en contra de la madre y del hijo.

Cristian de Jesús de 19 años regresaba a casa la madrugada del sábado 4 de septiembre, cuando al abrir la puerta encontró a su madre en el suelo, inerte en un charco de sangre.

En aquél domicilio de Medellín de Bravo, Veracruz, habitaba Sara Alfonso de 42 años, trabajadora de la Universidad Veracruzana, madre de Cristian de Jesús y separada de su marido desde 2014.

Cristian de Jesús llamó a la Cruz Roja esa madrugada, pero el retraso fue mucho y Sara murió víctima de apuñalamiento en el abdomen.

El marido de Cecilia Nolasco García, de 30 años, Eugenio Márquez García de 32 años, salió corriendo de la casa donde ambos vivían, manchado de sangre. Eugenio la agredió con un machete. El agresor y marido de la hoy asesinada es pastor evangélico de San Pedro Soteapa.

Al arribo de policías locales y su ingreso al domicilio ubicado en la calle Miguel Alemán, entre Patricio Chirinos y Tuxpan del barrio Quinto, observaron a una mujer tirada en el suelo, totalmente ensangrentada y con la mano izquierda totalmente desprendida del brazo.

Al fondo, en un catre, el cuerpecito de una niña de escasos tres años, totalmente inmóvil, dándose cuenta más tarde que la menor estaba muerta. Cecilia quería llevar al médico a su hija, pero su esposo, se negaba por seguir su fe evangélica.

Eugenio insistía a su víctima que su Dios iba a curar a la niña de tres años, siendo una discusión constante que culminó en homicidio el viernes 15 de octubre.

Reyna del Carmen M. R. de 26 años era de oficio mesera y Usiel P. H. de 38 años, de oficio moto-tortillero, ambos eran pareja, quienes tenían su domicilio en la ciudad de Agua Dulce, aparecieron ejecutados en Moloacán, Veracruz.

Fueron levantados por un comando armado el jueves 13 de octubre del 2016, cuando circulaban a bordo de una motocicleta a la altura de la factoría de PEMEX en Agua Dulce.

Desde ese día, familiares los buscaron sin ubicar pista que diera con el paradero de ambos. Reyna dejó en la orfandad a cuatro menores de edad desde el 22 de octubre, día del feminicidio.

Enedina Contreras, de 35 años, fue asesinada de al menos dos balazos, en la localidad Reforma Agraria, perteneciente al municipio de San Juan Evangelista el 21 de noviembre del 2016.

Recientemente se había separado de su pareja sentimental y estaba a cargo de cuatro niños. Sobre los hechos, vecinos del lugar indicaron no haber visto nada, sólo que de pronto escucharon las detonaciones y al salir, observaron el cuerpo inerte en el suelo y por ello dieron parte a las autoridades.

Briseida Urcid Moreno contaba con 18 años y vivía en la calle Aquiles Serdán del municipio de Huiloapan. Murió el primero de diciembre del 2016 a causa de una hemorragia cerebral con fractura de cráneo, ocasionada por un proyectil de arma de fuego.

Su padre, Jorge Urcid Pérez, conocido médico en el municipio de Río Blanco solicitó con su esposa y madre de Briseida, la señora Yadira Moreno Torres, la entrega del cuerpo para que fuera sepultada en el cementerio municipal.

La joven fue hallada muerta sobre la calle Ánimas de la colonia Carrizales del Sexto Barrio de Rafael Delgado. Se encontraba boca arriba, era de tez blanca, y vestía una blusa rayada color blanco con azul, un mallón color negro con blanco, zapatos negros con verde fosforescente.

La familia viajaba a bordo de una camioneta Ford Explorer, de color negro cuando fue interceptada por pistoleros sobre la calle 6, esquina con Avenida 26, a la altura del estadio Besiborama, en Córdoba.

Los sicarios, al dar alcance a la camioneta Ford, acribillaron a la unidad de motor de manera indiscriminada y asesinaron a quemarropa a dos adultos, mujer y hombre que eran esposos, mientras sus dos hijos pequeños resultaron increíblemente ilesos al atentado sangriento del 5 de enero del 2017.

Poco antes de las 4:00 horas del domingo 22 de enero del 2017, una menor de 12 años se encontraba durmiendo, mientras un grupo de personas convivía en la casa marcada con el número 210 de la unidad habitacional los Naranjos.

Uno de los familiares se percató que la menor Danna “N”, se encontraba en una cama y con el rostro ensangrentado, ya que recibió puñaladas y golpes causados para morir.

La pequeña fue a dicho convivió acompañando a una cuñada, sin embargo, cuando las personas ya se encontraban bajo los efectos del alcohol, un sujeto y dos mujeres, presuntamente la sometieron en la cama, la asfixiaron y atacaron a puñaladas.

David Uscanga Uscanga, de 17 años; Vladimir Reyes Rodríguez, de 16 años; y María del Carmen Rosales Galán, de 14 años se reportaron como desaparecidos por algunos días. Se ubicaron sin vida la mañana del 23 de febrero en Cosamaloapan.

Los estudios periciales confirmaron que fueron torturados durante largo tiempo antes de ser ultimados a golpes y balazos. Los restos se localizaron en dos puntos; los varones cerca del tiradero de basura aparecieron y María Rosales, a unos metros de la carretera Tuxtepec-Tlacotalpan. María ya vivía en unión libre con David, cuando fueron levantados de su casa con Vladimir Reyes.

Lorena Pérez Alba, víctima de caer en la drogadicción a sus 15 años, murió al sufrir tortura en el anexo “Amazonas” de la ciudad de Xalapa el primero de marzo del 2017.

su familia, con la esperanza de sacarla del vicio, decidió por recomendaciones, internarla al anexo ubicado en la calle Valentín Gómez Farías, de la colonia Adolfo López Mateos.

Alejandra Gutiérrez Pérez, hermana de la menor, intentó llevar ropa limpia a su familiar, pero “la madrina”, encargada del anexo, le negó el acceso hasta el siguiente día, que era lunes. Por la mañana, le llamaron del anexo avisándoles que Lorena se había puesto mal y que se encontraba grave en el Centro de Alta Especialidad.

Cuando llegaron los familiares de Lorena al CAE, les fue informado que Lorena había fallecido y les recalcaron que la menor había llegado ya muerta. De acuerdo con el acta de defunción, la joven murió por estrangulamiento y fuertes golpes, evidenciando que tenía huellas de tortura, no contaba con algunos dientes y que incluso pareciera que se los arrancaron, presentaba quemaduras con cigarrillo y al parecer tenía el brazo izquierdo fracturado.

Daniela Estefanía Castro Aguilar, de ocupación estudiante del Centro de Estudios Profesionales del Golfo en Isla, fue asesinada en una casa de la colonia Fidel Herrera Beltrán en citado municipio.

Ella fue agredida por individuos armados que irrumpieron en su hogar el fin de semana, desconociéndose las causas por las que la privaron de su vida el 22 de marzo del 2017.

COMERCIANTES DE TAMALES O LICOR

Mujeres que se negaron a pagar cobros de piso, exigidos por bandas criminales que aún operan en la entidad veracruzana, fueron secuestradas o asesinadas en su centro de trabajo.

La mayoría torturada hasta aceptar el pago diario, semanal, quincenal o mensual de fuertes cantidades de dinero a cambio de trabajar en demarcaciones operadas por cárteles.

A Concepción Robles Rodríguez, de aproximadamente 40 años, la asesinaron justo a un costado del mueble donde guardaba las frituras que vendía en la entrada del fraccionamiento Geo Villas del Puerto.

Su esposo, Jesús Manuel Hernández, quien se encontraba cerca de lugar, también recibió impactos de bala ese 24 de junio del 2016.

María Aguilera Salvador, de 60 años, comenzó a desprender un olor fétido en el patio de su centro nocturno en la ciudad de Oluta.

Los olores alertaron a los vecinos, quienes reportaron el caso a las autoridades el 24 de mayo, mismas que certificaron la presencia de restos humanos en el patio del bar “Doña Mary”.

Cindy Damara Ferral, dueña del restaurant “La Jaiba Dorada” ubicado en la calle Vicente Guerrero a una cuadra del palacio municipal de Tecolutla, recibió disparos a quemarropa por desconocidos que irrumpieron su comercio el 17 de junio.

La mujer de 30 años fue trasladada por sus empleados al hospital “San Lucas” de Gutiérrez Zamora, donde más tarde murió. El comercio de su propiedad atestiguó el crimen de su esposo, Lorenzo Cárdenas Pérez, cometido el 31 de diciembre del 2015.

Rosa Orquídea Chan Ortiz, mesera de un bar denominado “Lady’s Night” en Catemaco, fue ejecutada la madrugada del lunes 20 de junio del 2016.

Sujetos desconocidos arribaron al establecimiento y abrieron fuego contra la mujer de 38 años. En el lugar se encontraron castillos percutidos de un arma R15.

Después de ser secuestrada por un comando armado, fue localizado el cuerpo sin vida de la dueña del antro “El Topacio”, comúnmente conocida como “La Nona”, el 7 de julio. Los restos mostraban un estado avanzado de putrefacción, en jurisdicción del municipio de Soledad de Doblado.

Autoridades establecieron que el cadáver de la mujer presentó rastros de tortura, quemaduras y heridas de bala, por lo que concluyó que la mujer fue ultimada horas después de ser privada de la vida.

Victoria del Carmen Corzo Morales, de unos 45 años, era dueña de diversos bares en Minatitlán, y la fama pública la estigmatizó por permitir la llegada de clientes con “dudosa reputación” a sus establecimientos.

Ella fue asesinada por asfixia, pero también fue sometida a tortura. El mismo día que asesinaron a Victoria, el 5 de octubre, horas más tarde, en el municipio de Catemaco, fueron encontrados los restos de dos personas, hombre y mujer, cerca de un camino que comunica a las localidades de Ahuatepec y la Candelaria. Los dos presentaban señales de haber sido torturados y asfixia.

La tercera mujer ultimada apareció semidesnuda, con los pantalones a la rodilla y sus glúteos descubiertos para ser descubierta por personal del Ministerio Público. Los hechos ocurrieron en la localidad La Encantada. El nombre de la víctima permanece como desconocido, lo único registrado del caso es que fue torturada y asfixiada hasta morir.

Zoraida Iveth y Ana Karen Garduza Escobar, de 30 y 26 años, originarias de Zanatepec, Oaxaca, fueron secuestradas y en las siguientes 48 horas del plagio, aparecieron asesinadas, el 6 de octubre.

Las dos eran empleadas de bares y cantinas en el municipio de Minatitlán, pero tenían su domicilio en Coatzacoalcos. Las primeras investigaciones indicaban que las privaron de su libertad cerca de Cosoleacaque cuando viajaban con su jefa, María del Carmen Corzo Morales, “La Viky”, conocida comerciante en Minatitlán, y que también apareció sin vida cerca de Acayucan.

El cadáver de Nancy, de 32 años, presentaba huellas de tortura y disparos de arma de fuego. Ella fue levantada por un comando armado que la sustrajo de forma violenta de su casa, apareciendo horas más tarde, el 21 de octubre, asesinada en el camino que lleva a la comunidad la Nueva Esperanza.

El hallazgo del cuerpo fue reportado por campesinos que se llevaron la sorpresa de ver sobre la orilla del camino que lleva hacia el Ejido La Nueva Esperanza, el cuerpo de una mujer, que trabajó en una cantina de José Azueta.

Amelia J. L., de 43 años, murió por golpes y tortura que le ocasionaron un desnucamiento en el interior de su domicilio ubicado en la calle Villa Rica, casi esquina con Abasolo de la colonia Anáhuac, en Coatzacoalcos.

Desde ese día, 10 de noviembre del 2016, personal de Servicios Periciales y Policía Ministerial encontró en el interior del domicilio droga en la modalidad de marihuana, cuya cantidad no fue especificada, pero se habló de “unos ladrillos”.

Durante las investigaciones, se señaló que la droga era para su comercialización pero que no pertenecía a ningún cártel, sino que era de manera independiente. Amelia se encontraba con las manos amarradas con hilo de rafia.

El descubrimiento lo realizaron vecinos de la víctima, alrededor de las 19:30 horas, cuando les pareció extraño que Amelia tuviera las puertas abiertas pese a la lluvia y el viento que azotaba esa tarde-noche al municipio, aunado a que el volumen de su televisor era demasiado alto.

Amelia, madre de tres hijos, según era trabajadora doméstica y por versiones de vecinos se conoció que estaba enferma desde hacía un mes. Para su familia siempre fue una mujer alegre, que no tenía problemas con nadie, en tanto que otras indagatorias apuntan a que en últimas semanas veían llegar gente extraña al domicilio y después de unos minutos se retiraban.

Durante la madrugada del 19 de noviembre del 2016, sujetos armados irrumpieron el domicilio de María Isabel Teoba Bilorio en Camarón de Tejeda. La mujer de 42 años, dedicada a vender tamales, recibió varios impactos de bala.

Beatriz Hernández Castillo, de oficio mesera, murió la noche del jueves 12 de enero del 2017 en el interior del bar “1900”, junto con el líder transportista de la empresa Tuspa-Mora, Hugo Moreno Vázquez y Víctor Olivier Melgarejo, mejor conocido como “Bobby”, suegro del alcalde de esta ciudad, Marcos Romero Sánchez.

Los tres fueron acribillados en el comercio, donde Beatriz laboraba y era propiedad del secretario del ayuntamiento, Octavio Tremari Gaya.

SEIS MUNICIPIOS PELIGROSOS NO INCLUIDOS EN LA ALERTA DE GÉNERO

El 23 de septiembre del 2016, cuando encontraron el cuerpo ultrajado de la veracruzana, Ruth Esther Castillo Domínguez, la Secretaría de Gobernación, a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, emitió formalmente la declaratoria de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) para los municipios de Boca del Río, Coatzacoalcos, Córdoba, Las Choapas, Martínez de la Torre, Minatitlán, Orizaba, Poza Rica de Hidalgo, Tuxpan, Veracruz y Xalapa.

De estos, se exentan otros que a un año de la AVGM comenzaron a reflejar agresiones de muerte contra mujeres, niñas y adultas mayores. Tal es el caso de Tihuatlán, Papantla, Isla, Pajapan, Acayucan y Cosoleacaque, que reportan tres crímenes contra mujeres en los últimos dos años.

Mientras Tuxpan, Cosamaloapan y Minatitlán, cuatro casos en cada uno. Los casos se desglosan en la aplicación del Mapa de Feminicidios en México. Uno de estos ejemplos criminales ocurrió el 9 de mayo del 2016 en Tihuatlán.

María Margarita Hernández Petrona, de 78 años, salió alrededor de las seis de la mañana de su domicilio en dirección a un potrero para cortar un poco de leña y al paso de las horas, al no regresar fueron a buscarla familiares.

No la encontraron, detectaron en las cercanías del sitio donde iba a recolectar leña, intenso movimiento de unidades de emergencia. Se acercaron para ver qué pasaba, sin imaginar que el cuerpo que se encontraba tirado era el de Margarita Hernández.

Silvia P.B, de 35 años, vivía en la colonia Centro del municipio de Tuxpan. Era comerciante. Sus feminicidas la abandonaron en una casa vacía el 5 de octubre del 2016. El cuerpo estaba arriba de una improvisada colchoneta.

Estela Verónica Cruz Bautista, tenía 24 años, fue encontrada en avanzado estado de putrefacción en las orillas de las playas del municipio de Pajapan. Presentaba algunas huellas contusas.

El hallazgo ocurrió alrededor de las 8 de la mañana del 27 de diciembre del 2016, cuando pobladores del lugar conocida como Peña Hermosa recorrían la zona de la playa y encontraron el cuerpo de una mujer de aproximadamente 30 años.

Presuntamente, la mujer fue conducida hasta el lugar donde fue asesinada a golpes y su cuerpo fue abandonado entre un acantilado y el mar. Vestía un pantalón blanco, blusa azul y una chamarra color café.

Una mujer de complexión regular, tez morena y cabello lacio, vestía una blusa color negra, una falda naranja, apreciándose que la ropa interior de esta, se encontraba cubriendo la herida del cuello.

Su muerte se consumó después de desnudarla y abandonarla en un predio, ubicado en la colonia San Juan de Dios, de la ciudad de Isla, el 29 de abril del 2017.

Un comando armado sacó a la fuerza a Guadalupe Reyes Zamora, de 37 años, de su casa el 16 de febrero del 2017. En vida trabajó como encargada de un bar denominado “Rio de Janeiro”, en el municipio de Isla.

A minutos de la vivienda irrumpida con violencia, a un costado del camino de terracería que conduce al rancho “Popozoca”, a unos 800 metros de la carretera federal 145D, La Tinaja-Cosoleacaque, se encontró el cuerpo decapitado de la levantada.

Guadalupe se encontraba decapitada y con los brazos desmembrados, además de hallar una cartulina clavada con una navaja en la parte baja de la espalda y la cual iba dirigida contra robavacas, extorsionadores, secuestradores, narcomenudistas y chupaductos, firmada por un grupo de la delincuencia organizada.

Durante la noche del 18 de febrero del 2017, fue hallado un cadáver putrefacto en el basurero de la localidad Antón Lizardo. Vestía una sudadera color morado, al parecer una falda, misma que estaba recogida hasta la cintura y unas sandalias color rosa.

UN FEMINICIDA POR MUNICIPIO

Lorenza Lara Alfonso fue asesinada en la zona centro de la población de Ignacio de la Llave al ocasionarle una profunda herida en la nuca. Su cuerpo quedó tendido en la entre la calle Esteban Cuesta y Javier Mina. Vestía blusa azul, pantalón de mezclilla y chanclas.

Lorenza tenía 37 años y vivió en el Barrio de La Huaca, en Ignacio de la Llave hasta el 8 de agosto del 2016.

Su crimen se repite en otros 37 municipios de los 212 que integran el estado de Veracruz, como Pánuco, Tempoal, Ozuluama, Tantoyuca, Naranjos, Huayacocotla, Álamo, Gutiérrez Zamora, Tecolutla, Nautla, Atzalan, Perote, Coatepec, Alto Lucero, Rinconada, Manlio Fabio Altamirano, Soledad de Doblado, Paso del Toro, Antón Lizardo, Boca del Río, Carrillo Puerto, Atzacan, Río Blanco, Nogales, Rafael Delgado, Cotaxtla, Tlacotalpan, Lerdo de Tejada, Ixtaczoquitlán, Oluta, Hueyapan de Ocampo, San Juan Evangelista, Soteapan, Oteapan, Moloacán y Agua Dulce.

Entre las tumbas, una mujer apareció con los ojos vendados y las manos atadas a la espalda. Pobladores del cementerio de la comunidad Anclón y Arenal, en Gutiérrez Zamora, la encontraron cuando siguieron el olor fétido emanado entre la maleza.

Al seguir el rastro, el 28 de agosto del 2016, se dieron cuenta de que se trataba de un cuerpo de una mujer, con cuatro o cinco días de fallecimiento.

Esther Vázquez Grijalva, de 82 años, se encontró entre matorrales de la localidad El Rodeo, perteneciente al municipio de Atzalan, atada de pies y manos, además de estar amordazada con cinta.

El cuerpo fue reclamado por su hijo, Israel Mendoza Vázquez, de 46 años después de la necrocirugía de ley efectuada el 28 de agosto, a horas de su hallazgo.

Un hombre, supuestamente interesado en la venta de una parcela, llegó a la vivienda de Rosalba García Angulo, de 46 años, ubicada en la colonia El Jobito, Cuitláhuac y ella aceptó llevar al desconocido a ver el predio.

A Rosalba le acompañó Vicente Martínez Salgado, de 70 años, quien viajaba como copiloto mientras que el sujeto interesado en la compra en la batea del vehículo particular. Llegaron al terreno y después de ver la propiedad se disponían a regresar a la cabecera de Cuitláhuac.

Según las indagatorias, el agresor le disparó a Rosalba por la espalda dos veces el 25 de octubre, mientras a Vicente, su acompañante, recibió un balazo en el brazo y otra herida en el tórax. El agresor escapó y Vicente, desangrándose, caminó hasta la avenida principal donde pidió ayuda.

María Teresa S. D. de 47 años, originaria de Cerro Azul, encontrada tirada en el piso y desnuda. Los hechos ocurrieron en la localidad de Los Pinos el 25 de octubre del 2016.

Al lugar arribó el esposo de la mujer, quien entró en estado de shock tras la noticia, las autoridades abrieron una carpeta de investigación ya que podría tratarse de un feminicidio por las evidencias recabadas.

Vecinos de la calle Saturno, del barrio de La Cadena, en Ixtaczoquitlán, reportaron el 31 de octubre, que una mujer estaba maniatada y con visibles signos de violencia, a un costado del camino, entre la hierba.

La víctima tenía entre 25 a 30 años, con aparentes huellas de tortura. Era joven de tez clara, vestía un conjunto color azul marino y calcetas rosadas. Al momento del hallazgo, el cadáver estaba tirado boca abajo, con las manos amarradas.

Pocos feminicidios cuenta ya con una carpeta de investigación indagando los hechos. El Proceso Penal 024/2016, imputa la probable comisión del delito de feminicidio, cometido en agravio de quien se identifica como L.R.H., a Juan Valentín “N”.

El 3 de diciembre del 2016 Juan privó de la vida a su cónyuge, L.R.H., en Huayacocotla.

Los hechos tuvieron lugar en la citada fecha, cuando el hoy imputado sostuvo una discusión con la víctima, quien era su pareja sentimental y con el empleo de un arma blanca, tipo cuchillo, la lesionó en diversas ocasiones, hasta causar su muerte y posteriormente huyó del lugar.

Una persona del sexo femenino se localizó en avanzado estado de descomposición, en el río Orizabeño, ubicado en la parte trasera del ingenio Mahuixtlán, municipio de Coatepec.

La víctima presentaba impactos de bala en el pecho reposando en una barranca de aproximadamente 300 metros hasta el 29 de diciembre del 2016.

El cuerpo de un hombre, quien se encontraba desnudo, y una mujer con los pantalones a la rodilla, ambos presentaron indicios de tortura y una cartulina pegada al pecho con un mensaje.

La pareja fue ejecutada en la localidad San Antonio Texas del municipio de Cosamaloapan y localizada el 23 de enero del 2017.

En el patio de su casa, una mujer fue degollada en la colonia Lázaro Cárdenas del municipio de Tlapacoyan el 23 de febrero.

Mariluz Reyes Jiménez, de 37 años, fue vista con vida fue el 23 de febrero de 2017. Ese día no trabajó y su exmarido la citó en un lugar de Orizaba, supuestamente, irían al cine.

Durante dos semanas la buscaron, encontrándola el 9 de marzo en la comunidad de Zoquitlán Viejo, perteneciente al municipio de Ixtaczoquitlán. Sus extremidades yacían en cajas de cartón y otras más, esparcidas en el fondo de un barranco.

Rubén “N”, su expareja, quedó detenido y sigue un proceso penal por el delito de feminicidio.

Víctor Javier Y.S., de 41 años, comerciante y dueño del bar La Revancha y su pareja sentimental Laura A.C., de 35 años. Ambos estaban completamente desnudos y en un charco de sangre en su departamento, en la zona centro de Antón Lizardo, el 13 de marzo del 2017.

De acuerdo con los reportes oficiales, la mujer estaba tendida en el suelo boca abajo y el hombre quedó recostado boca arriba y tenía entre las piernas un arma larga tipo escopeta con la que dio muerte a la mujer para después suicidarse.

A la altura del kilómetro 102+200, sobre la carretera federal 145, tramo Sayula – Rodríguez Clara, policías observaron una camioneta Toyota Tacoma de color blanco, placas de circulación XW58697 del estado de Veracruz y en su interior, el cadáver de una mujer.

Las autoridades ministeriales informaron que la mujer de entre 35 y 40 años, vestía blusa a cuadros color rosa y mallón negro. El cuerpo presentaba impactos de bala, aunque no se precisó cuántos encontraron el 2 de abril del 2017.

DESAPARECIDOS Y FOSAS

Amelia L. B. contaba con 52 años y era maestra jubilada, al momento de su desaparición, conducía una camioneta Chevrolet, Trax, color naranja, modelo 2015, con placas de circulación YKP 6626, del estado.

Los secuestradores pidieron un millón de pesos por su rescate, sin embargo, el término para el pago era de solo unas horas. Los familiares consiguieron 300 mil pesos, ya que no se completaron para cubrir el monto completo exigido.

La cantidad entregada agradó, presuntamente, a los secuestradores que prometieron regresar a la maestra en las siguientes horas. El 2 de febrero del 2017, apareció Amelia sin vida debajo de un árbol en el Sector Cuatro de la colonia Totolapa, en Poza Rica.

Ella era una mujer blanca con pelo rizado, color claro, vestía pantalón de vestir color beige y ropa interior del mismo tono. Al ubicarla, mostraba huellas de haber sido arrastrada hasta la sombra del árbol que la vio muerta.

El secuestro, desaparición y hallazgo en predios clandestinos se mantuvo durante dos años en Veracruz. El cambio de gobierno, priista a panista, no reflejó mejoría en citada situación.

Velia Zavaleta Hernández, desaparecida en Martínez de la Torre, el miércoles 1 de febrero del 2017, regresó a su familia, muerta, cinco días después, en una finca de la carretera que conecta a las comunidades de Arroyo Zarco y Úrsulo Galván.

Velia Zavaleta, enfermera de profesión, se dirigía a comprar a Martínez de la Torre cuando la vieron por última vez. La camioneta en que se transportaba fue hallada abandonada en el camino que conduce de la comunidad de Puntilla Aldama, a la salida a la carretera federal 129, a los municipios de San Rafael y Martínez de la Torre.

Tras la desaparición, los familiares de la enfermera acusaron que policías preventivos del municipio de San Rafael no atendieron el caso de forma seria, pues afirmaban que Velia “andaba de parranda” o en estado de ebriedad, y que después aparecería.

Al igual que Velia, ocho meses antes, el 25 de junio del 2016, fueron sepultados restos humanos en una fosa común en el cementerio de Huatusco, los funcionarios de citada demarcación enterraron ocho paquetes y colgaron también ocho carteles con las insignias I.N.I (individuo no identificado). Dos correspondían presuntamente a mujeres.

Y es que el día 5 de junio, cuando la jornada electoral era llevada a cabo, se descubrieron cuerpos, pero fue negado el suceso por Omar Zúñiga, vocero de la fiscalía de Veracruz, afirmando que no había noticias sobre lo ocurrido.

Un día después, el alcalde de Emiliano Zapata, Daniel Olmos, aceptó que personas desconocidas dejaron una cabeza humana en un parque amenazándolo de muerte.

Mariana Galicia Galindo, originaría de la ciudad de Córdoba, que fue reportada como desaparecida desde el 17 de junio, fue localizada en avanzado estado de descomposición el pasado martes en el Río Blanco, a la altura del ejido “El Pitalillo”, el 28 de junio del 2016.

La joven de 21 años desapareció con su pareja sentimental, Gabriel Mayoral Peña, después de una riña en Córdoba. A los once días de la fuga, vecinos de los ejidos El Resplandor y Pitalillo, reportaron una persona muerta en Río Blanco, atorado entre las rocas.

El cadáver tenía la cabeza cubierta con cinta gris, contaba con algunas prendas de vestir como un brasier color blanco, pero el cuero cabelludo lo tenía desprendido del cráneo. En la muñeca de la mano izquierda un tatuaje con el nombre de Rodrigo y un corazón.

El cuerpo de Laura Soveira Muñoz Castor, asesinada en enero del 2016, permanece en la fosa común del panteón Palo Verde, en Xalapa – Su familia busca llevar los restos a Viesca, Coahuila, a donde tuvieron que regresar tras gastar 10 mil pesos en viáticos el primero de julio del mismo año.

Un comando que se transportaba en unos 15 vehículos presuntamente irrumpió en varias comunidades del municipio Alto Lucero el 21 de agosto del 2016, para levantar y después asesinar en un paraje a ocho personas.

Autoridades municipales informaron que el grupo delincuencial primero levantó a cuatro personas en La Báscula o Puente Rebelde; después se llevó a otras dos en el camino a la costa; en la comunidad de El Ojital secuestraron a una séptima víctima y la octava fue levantada rumbo a El Limón. Todos pobladores de Alto Lucero.

Cuando llegaron al lugar conocido como Mesa de 24, resguardado por elementos del Ejército Mexicano, hallaron los restos de siete hombres y una mujer.

Nancy Vázquez Rodríguez, de 32 años, mamá de dos niños y empleada en un bar en Azueta desapareció con personas fuertemente armadas, en dos coches, que arribaron a la casa de la hoy finada, en la cabecera de Azueta

Era 18 de octubre del 2016 cuando se la llevaron por la fuerza, en medio de insultos y golpes, amenazando a sus hijos de que no dijeran nada a las autoridades, o regresarían por ellos. La familia indicó que desconocían si la joven mujer tenía problemas con alguien, por lo que les pareció extraño su secuestro y posterior ejecución.

La noche del viernes 17 de febrero del 2017, sujetos fuertemente armados sacaron de sus centros de trabajo a María del Carmen Quezada Figueroa, de 37 años; y Eyda Verja Garrido, de 24, las dos presuntas extranjeras, una de El Salvador, y otra de Honduras.

Ambas trabajaban en distintos bares de José Azueta y aparecieron sin vida al siguiente día, el 18 de febrero, cerca del camino que conduce a la localidad de El Maguey, en citado municipio. Las dos presentaban señales de violencia, disparos, golpes, y manchas de sangre en la ropa.

Tres cadáveres de mujeres, reportadas como secuestradas desde el 20 de febrero, se localizaron ocho días después del plagio, en una fosa clandestina ubicada en un predio de la Colonia Diana Laura Riojas de Colosio, en Minatitlán.

Once personas fueron abandonadas dentro y fuera de una camioneta en la colonia Graciano Sánchez del municipio de Boca del Río el primero de marzo del 2017.

En la esquina de Paseo Puerto Banderas y Cosamaloapan, de la localidad costera, había una

camioneta Nissan Urban, color blanco. En su interior, una mujer y seis hombres, uno de ellos envuelto en bolsas negras y cinta canela, mientras que sobre el pavimento se alcanzaban a ver tres hombres y otra mujer.

Las víctimas vestían ropa interior, estaban amarrados de pies y manos, además tenían huellas de violencia e impactos de bala.

También se veía en la parte trasera de la unidad y en el parabrisas dos cartulinas color naranja con mensajes que decían textualmente “Desde este momento empieza la guerra, guerra quieren guerra tendrán, quieren tener todo el poder para meter a su jente pero aki nos morimos todos”.

Los vecinos de la calle Galena en el municipio de Nogales, encontraron una maleta el 3 de marzo del 2017 que en su interior yacía el cuerpo inerte de una mujer. A simple vista, detectaron que la víctima estaba descuartizada.

Un hombre y una mujer abandonados, decapitados y mutilados en un paraje de la carretera que comunica hacia la comunidad de Santa Rosa hacia la localidad de Hornitos, en el municipio de Actopan el 5 de abril del 2017.

Las cabezas de ambos estaban intercaladas, el de la mujer estaba entre las piernas del hombre, mientras que el del sujeto a la altura de las rodillas de la chica. Entre los pies de los cadáveres dejaron una cartulina en color verde con el mensaje “a todo aquel que ande secuestrando le pasará lo mismo. Sigue la limpia”.

Los 13 municipios con dos feminicidios corresponden a Castillo de Teayo, Coatzintla, Actopan, Yanga, Cuichapa, Soledad Atzompa, Tehuipango, Amatlán de los Reyes, Fortín de la Flores, Maltrata, Villa Azueta, Rodríguez Clara y Jáltipan.

Paula Amador Díaz, de 39 años, es una de las veracruzanas asesinadas. Ella fue identificada por su padre Santiago Amador el 16 de abril del 2016. La mujer indígena estaba desaparecida. Testigos señalan que su concuño la ahorcó y luego la aventó a un barranco de la congregación de Tetelcingo.

Rebeca Matías Utrera, de 29 años, murió la tarde del miércoles 25 de mayo 2016, cuando era trasladada al hospital de Isla, luego de que recibiera un balazo por parte de su cuñado.

El ataque ocurrió en la calle José Mártir entre Amado Nervo y Francisco Gonzales Bocanegra de la Colonia Díaz Mirón, del municipio de Rodríguez Clara por su familiar, Leonardo Ramírez Azamar, quien se dio a la fuga a bordo de una motocicleta después de cometer el crimen.

Para el 31 de mayo 2016, el cuerpo de una mujer en avanzado estado de putrefacción y comidos por animales carroñeros fue abandonado en los bajos de un puente cerca de La Ortiga, en el municipio de Coatzintla, en la zona norte del estado.

Estatura aproximadamente de un metro con 60 centímetros, tez clara, de 22 a 25 años, complexión normal, uñas de pies color negro, vestía pantalón de mezclilla color azul, blusa morada, ropa interior color azul y zapatillas varios colores a un costado del cuerpo.

La citada descripción corresponde a una mujer descubierta por campesinos del municipio de Zaragoza el 14 de junio del 2016. Su cuerpo presentaba una mortal herida de arma blanca a la altura del pecho en su costado izquierdo.

Jesús Vázquez Muñoz, de 52 años, llegó a la casa de su exesposa Virginia Luna Herrera, de 49 años, para resolver temas personales. Al ingresar a la vivienda localizada en la calle Insurgentes, de la localidad de Tinajitas, en el municipio de Actopan, la descubrió con su actual novio identificado como Eusebio Cervantes Ceballos de 65 años, por lo que se inició una fuerte discusión seguida por una riña a machetazos.

Vázquez Muñoz asestó varios machetazos a su ex mujer en la sala de la casa, mientras que Cervantes Ceballos resultó gravemente herido al intentar defenderla, pero también alcanzó a lesionar a su celoso marido, a quien le fue cercenada la mano izquierda.

Tanto Cervantes Ceballos como Vázquez Muñoz, fueron trasladados por la Cruz Roja a la sala de urgencias del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Cardel, pero Eusebio falleció minutos después a causa de profundas lesiones el primero de julio del 2016.

En la localidad de Casa Blanca, en Catemaco, realizaron el hallazgo del cuerpo sin vida de una mujer el 8 de octubre del 2016, la cual, fue encontrada dentro de una alcantarilla y cuyo cuerpo se encontraba parcialmente oculto entre la maleza.

Los restos de la persona fueron sustraídos a un costado de un camino, que comunica a las localidades de Casa Blanca y Rancho Aparicio perteneciente al municipio de Hueyapan de Ocampo.

En una inspección ocular al cuerpo y el cual se encontraba en avanzado estado de putrefacción, no se pudo apreciar alguna lesión provocada por arma de fuego o arma blanca, vestía una blusa color azul con figuras de flores blancas y pantalón de mezclilla.

Mayra Yaneth Paulino Tomás, quien contaba con 24 años, regresaba de un baile en el municipio de Castillo de Teayo, caminaba por la carretera Castillo-La Meza en la localidad el Xuchitl, cuando la interceptaron para incrustarle un cuchillo en el pecho.

El cuerpo de la jovencita fue trasladado al SEMEFO de la ciudad de Poza Rica donde los médicos certificaron que recibió varias cuchilladas que la desangraron a orilla de carretera sin que nadie pudiera hacer nada por ayudarla ese 27 de noviembre del 2016.

Una mujer fue encontrada entre unos cañales del ejido La Concha, municipio de Yanga el 16 de febrero del 2017. Se detectó su cuerpo en avanzado estado de putrefacción y devorada por los animales.

El cuerpo de una mujer de aproximadamente 18 años se reportó en unos cañales de la zona de Paso Real del mismo Municipio de Carlos A. Carrillo. Vestía una blusa roja, un short azul de mezclilla, zapatos negros y tenía pintado el cabello de color rosa.

La mujer presentó varios impactos de bala y en el lugar se levantaron siete cascajos calibre 9mm. Junto a ella, dos varones de 15 y 17 años, uno de ellos llevaba una camisa blanca de manga larga, pantalón rojo y zapatos tipo tenis negros hasta el 23 de febrero del 2017.

Una anciana fue asesinada dentro de su domicilio ubicado en el fraccionamiento Lagos de Puente Moreno en Medellín. Los reportes policiacos señalaron que se trató de un presunto intento de robo.

El cuerpo de la víctima fue encontrando en su domicilio ubicado en la casa número 23, del circuito Esturión Sur entre Esturión Oeste y Esturión Este del mencionado fraccionamiento, el 26 de febrero del 2017.

“Todas tenían un nombre, una vida, padres, hermanos y algunas, eran el sustento de la familia. El objetivo es no verlas como una cifra fría”, exclamó María Salguero, ingeniera geofísica del Instituto Politécnico Nacional (IPN), durante la presentación del Mapa de Feminicidios en México, ante senadores y funcionarios del Gobierno Federal el pasado viernes 24 de noviembre del 2017.

A los tres días de la presentación de este mapa, la veracruzana Yendi Guadalupe Torres Castellanos fue asesinada en la puerta de su trabajo.

Desempeñaba funciones como fiscal especial de delitos sexuales y contra la familia en el municipio de Pánuco, área de la Fiscalía General del Estado (FGE) encargada de dar seguimiento a los casos antes mencionados.

Yendi tenía 35 años de vida y cientos de expedientes a su cargo sobre delitos cometidos en agravio a otras mujeres. Pasando por pensiones alimenticias, violaciones, violencia familiar y feminicidio, delito cometido en su contra.

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