EL PIÑATAZO/El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca.- Un día, Irineo Molina Espinoza decidió convertirse en apóstol del “morenismo” por invitación de Ángel Domínguez Escobar. Después, ya ungido como diputado, decidió, a espaldas de su bancada, tomar protesta al PRI como nuevo gobernante, situación que le valió la condena moral y sentencia pública de traidor.
Ahora en las vísperas del último respiro “Lópezobradorista”, vuelve a asomarse la criticada práctica de negociar a espaldas para imponer intereses personales -antes que el de la militancia- exhibiendo así una encendida ambición por el control total de la región.
Irineo, quien aspira a ser candidato a diputado federal por el distrito de Tuxtepec, ha marcado un férreo distanciamiento de las bases y, de ñapa, de la militancia y liderazgos que han nutrido a MORENA en los últimos años para consolidar el ansiado proyecto social de cara al 2018.
Ayer, por ejemplo, a través de peones y las redes sociales se autonombró coordinador regional de MORENA, imponiéndose como el nuevo jefe y asumiéndose con facultades para convocar -a escondidas y previo a una reunión oficial- a determinados y “palomeados” suspirantes a la candidatura por la presidencia municipal de Tuxtepec.
Este escenario marcó un acentuado distanciamiento con el dirigente regional Ángel Domínguez quien identificó a Irineo como simple auxiliar al igual que a Candelaria Cauich. “El único coordinador en la región soy yo (…) ellos solo vienen en apoyo para coordinar los trabajos y reforzar a Andrés Manuel López Obrador, quien es nuestra meta”, dijo.
Así frente a ese panorama, existen vicisitudes evidentes que ponen en jaque al partido MORENA en la región. Y claro ejemplo fue que ayer -martes- cuando se tenía que elegir al nuevo coordinador municipal no hubo consenso ni avances contundentes para la elección.
Además de la exhibida ruptura entre Irineo y Ángel, voces morenistas, como la de Gabino Vicente, agente municipal de Santa Úrsula, han condenado las añejas y turbias prácticas que cuelgan en la nueva dinámica para elegir al candidato a la presidencia municipal de la cual -dice- se ha convertido en un show y en una lucha de intereses personales.