Jaime GUERRERO
El secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Gonzalo Hernández Licona, advirtió que de seguir la inflación al alza, la pobreza en México se incrementará durante el 2017, por lo que será necesario que gobiernos federal, estatal y municipal se coordinen en el diseño de mejores programas sociales.
El titular del Coneval resaltó que “la inflación nos puede comer parte de lo que hemos ganado, de ahí la importancia de la discusión sobre la productividad y el salario mínimo”.
Explicó que si bien la inflación de 2014 a 2016 fue menor que en años previos y mejoró el poder adquisitivo, “este año la diferencia ya es muy grande, lo que podría provocar perder lo que se ganó en dicho periodo”.
Hernández Licona, reportó que en los meses de mayo y junio, el precio de la canasta básica presentó mayores incrementos que la inflación; por tanto, “es posible que haya una repercusión en el poder adquisitivo, respecto a la canasta básica, a partir del segundo trimestre del 2017”.
Señaló que actualmente existen cinco mil 500 programas en materia social. Consideró que “son demasiados, ya que algunos no resuelven los problemas para los que fueron creados; sin embargo, presentan gastos mayores”.
Aseguró que se requiere coordinación entre los gobiernos federal, estatal y municipal, a fin de que, con los mismos recursos, realicen un mejor diseño de programas de asistencia social. Además, apoyen con mayor presupuesto a aquellos que estén ligados con la medición de la pobreza y que presenten eficacia en sus evaluaciones.
Otro reto, continuó, es mejorar la información que contengan dichos programas e incluir el proceso de padrones. Afirmó que “seguimos sin tener información adecuada y mejorada sobre los procesos de política pública, si nos comparamos con países como Colombia y Chile, que presentan menos problemas en este sentido”.
Hernández Licona resaltó que si bien las carencias educativas y el acceso a la salud y vivienda disminuyeron, es decir, las coberturas aumentaron comparadas con las de 2010 y 2015, la calidad en estos servicios es aún deficiente, principalmente en educación y salud. “El reto es tener un acceso efectivo que incluya calidad, pero lo que tenemos son accesos básicos”.
Sostuvo que nuestro país no ha tenido en 30 años un crecimiento económico adecuado, ya que sólo ha sido de alrededor del 2 por ciento; en tanto, países como Irlanda, Chile, Portugal y Corea del Sur, presentaron mayores tasas. Esa situación en el país ha generado que el ingreso de las familias, uno de los elementos más importantes en la medición de pobreza, sea deficiente, enfatizó.
Consideró un error creer que la única dependencia responsable de bajar la pobreza sea la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Uno de los rubros más importantes para medirla, explicó, es el ingreso de las familias y esta dependencia tiene una incidencia muy pequeña en esta cuestión. “Eso depende de otras, por lo que se requiere de la coordinación entre estas o al menos tener un indicador que aglutine toda la información”, dijo.
Respecto a la igualdad de oportunidades, señaló que las más afectadas son las mujeres indígenas, pues aunque acceden a la primaria y secundaria, principalmente, no compiten en igualdad de circunstancias, lo que hace que México se encuentre lejos de alcanzar esa paridad. “Eso implica que las políticas públicas tienen que ir más allá que un conjunto de programas presupuestarios”.
No obstante, Hernández Licona refirió que, afortunadamente, “hoy vemos a varios gobernadores interesados en reducir la pobreza, y es que hay un incentivo político, porque a ningún mandatario le gusta que la pobreza suba en su estado”.
Comentó que, en 2006, el ingreso laboral, ya sea con canasta alimentaria o con inflación, estaba mejor que en 2017, por lo que el gran reto de la política económica del país es qué hacer para que exista una mayor generación de empleos y una mejor remuneración, ya que el motor más importante de la reducción de la pobreza es y ha sido el ingreso.
De su lado, el director general de Análisis de la Pobreza, del Coneval, Ricardo César Aparicio, estimó que la experiencia de estos 15 años de la nueva institucionalización de la política de desarrollo social, permitirá generar nuevos instrumentos en la normatividad para combatir la pobreza.
Mencionó que las mediciones municipales le dan una gran riqueza a los diagnósticos territoriales y la posibilidad de evaluar la política pública; sin embargo, “ponen muchas restricciones de información, porque sólo podemos incorporar aquello que se puede medir a nivel municipal en una misma fuente”.