Connect with us

Mayordomías, bálsamo que Tehuantepec necesita para la reconstrucción de sus casas

El Piñero

 

 

  • La fiesta patronal es también una gran oportunidad para oxigenar la economía familiar de los tehuantepecanos que configuran la oferta de esparcimiento, bienes y servicios que disfrutarán turistas y visitantes.

 

Según la historia de México, fue en 1526 cuando los primeros Dominicos llegaron al territorio con la finalidad de llevar a cabo la evangelización y con ella, la destrucción de la idolatría de nuestros pueblos originarios. Toda adoración a tótems quedó prohibida y en su lugar se instauraron los santos católicos.

Uno de esos evangelizadores fue Fray Bartolomé de las Casas, en sus inicios encomendero español y posteriormente obispo de Chiapas, quién a su paso por Tehuantepec estableció que fuese considerado a Santo Domingo de Guzmán como el santo patrono de ésta ciudad.

De acuerdo con la tradición oral, es desde entonces cuando se realizan las festividades anuales en su honor, siendo actualmente la autoridad municipal en turno, la responsable de asumir la mayordomía y como primera obligación, la de preparar los días 31 de julio la ceremonia del Dxi Beu; serenata y ritos católicos que anteceden la llegada del mes de la celebración.

Ya en el mes de agosto –del 02 al 05– se realizan festividades que incluyen actividades como calenda, convite, procesión y paseo de estandartes; siendo el día 04 el Dxi Lanni, o el día principal. Es la época en que las expresiones sociales y culturales de todos los barrios y colonias esta comunidad, se conjugan para dar forma a un mosaico folclórico multicolor digno de las más grandes culturas mesoamericanas.

La música, la gastronomía y la vestimenta se pueden apreciar en su máximo esplendor. Recorrer las calles del primer cuadro de la ciudad, se vuelve una actividad preponderante para quienes buscan descubrir la esencia de éste ancestral pueblo zapoteca, pues en cada rincón de su mercado, su plaza principal y callejones que las circundan, se respira el ambiente festivo y de esperanza para quienes ofertan sus productos locales o prestan algún tipo de servicio. La fiesta patronal es también una gran oportunidad para oxigenar la economía familiar de los tehuantepecanos que conjuntamente con la autoridad municipal, configuran la oferta de esparcimiento, bienes y servicios que disfrutarán turistas y visitantes.

La tradición celosamente guardada se convierte en el producto turístico que Tehuantepec requiere; en el bálsamo de alegría y prosperidad para continuar la reconstrucción de sus casas, edificios y principalmente de su fe. ¡Viva Santo Domingo de Guzmán! ¡Viva por siempre Tehuantepec!

Comentarios

Comentarios

Comentarios

Entradas Relacionadas