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Meade ha hecho declaraciones parciales de su fortuna durante sus 17 años en el servicio público

El Piñero

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[Frente a la resistencia de las entidades públicas y los muros legales, el navegante de los portales de acceso a la información se parece a Moisés, el hombre bíblico que en cuarenta años de búsqueda jamás pisó la tierra prometida. El marco jurídico de la Transparencia nacional permite que la información sea negada con uno de estos argumentos: los datos solicitados están bajo reserva, son inexistentes o confidenciales. Así, la Administración de Enrique Peña Nieto mantiene más de 12 millones de expedientes bajo llave. Se ha negado a mostrar el acta de nacimiento del Presidente, el decreto que avala la pensión vitalicia a exPresidentes y sus viudas, los resultados de sus encuestas, los fundamentos para crear la Gendarmería o los gastos de las fiestas dentro de Los Pinos. #DatosCerrados es un ejercicio de la Unidad de Datos de SinEmbargo que identifica lo que el Gobierno y otras instituciones no quieren revelar.]

#DatosCerrados | Ahora que José Antonio Meade ha sido ungido como pre candidato del Partido Revolucionario Institucional a la Presidencia de la República, los ciudadanos pueden conocer sólo una parte de su fortuna. El hombre que completó 17 años en el servicio público y que fue cinco veces Secretario de Estado, entre los  Gobiernos de los panistas Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012), así como del del priista, Enrique Peña Nieto (2012-2018), se abstuvo siempre de hacer público su peculio por completo.

Durante los gobiernos panistas, presentó declaraciones patrimoniales cerradas ante los ciudadanos y después, a partir del peñanietismo las hizo públicas, pero “parcialmente”. Jamás dio a conocer los valores de sus posesiones (un terreno, una construcción y un auto), ni los montos de sus varias cuentas bancarias, como tampoco a cuánto ascendió el préstamo personal que solicitó en octubre de 2011 y finiquitó en 2014.

Por Linaloe R. Flores/SinEmbargo

Ciudad de México, (SinEmbargo).– Fortuna “parcialmente” conocida. Así se resumen 17 años de servicio público de José Antonio Meade Kuribreña, el hombre que fue ungido por los sectores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) como pre candidato a la Presidencia de la República en las elecciones del próximo año, pese a que no es un militante tricolor.

José Antonio Meade Kuribreña no ha hecho públicos nunca ante los ciudadanos los valores de sus posesiones en las declaraciones patrimoniales, que estuvo obligado a presentar ante la Secretaría de la Función Pública. Al principio, de 2000 a 2012, fue muy discreto y sólo permitió que se publicara su currículum escolar y laboral. Si se siguen los datos abiertos del muy probable candidato tricolor, no puede saberse si acumuló riqueza en ese periodo que abarca poco más de una década.

Regidos por la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas, los servidores públicos deben presentar en mayo sus declaraciones patrimoniales ante la Secretaría de la Función Pública. Esta dependencia, cuyo encargo legal es vigilar el buen desempeño de quienes ocupan el Gobierno, las coloca en el portal Declaranet plus para que puedan ser consultadas por cualquier interesado. Pero la misma Ley –el artículo 40- les da a los políticos el derecho a no hacer públicos sus bienes o su dinero, si así lo desean. De modo que la dependencia conoce sus declaraciones por completo, pero los ciudadanos sólo lo que los funcionarios deciden.

En 2012, el PRI ganó las elecciones presidenciales. Enrique Peña Nieto recibió la banda presidencial el 1 de diciembre de ese año. Dos días después nombró a su equipo de trabajo. En la baraja de nombres, José Antonio Meade Kuribreña era el único funcionario que también había trabajado con el antecesor de Peña Nieto, el panista Felipe Calderón Hinojosa. Político sobreviviente del enroque, se convirtió en Secretario de Relaciones Exteriores, dependencia desde la que promovió las reformas estructurales impulsadas por el Jefe del Ejecutivo ante el mundo.

El pasado 29 de noviembre, el PRI aprobó que José Antonio Meade Kuribreña se registre como precandidato a la Presidencia de la República. Foto: Cuartoscuro

Fue en ese momento político cuando José Antonio Meade Kuribreña empezó a hacer públicos sus bienes ante los ciudadanos. Cuando en enero de 2013 tuvo que presentar su declaración “inicial”, expuso por primera vez  que poseía un terreno de 254 metros cuadrados que había comprado al contado el 1 noviembre de 2012, un coche Honda FIT modelo 2007, pagado al contado el 13 de febrero de 2007. No contaba con casas, pero sí con esculturas y cuadros que compró al contado en 2008 y 2009. En mayo del mismo año, añadió su seguro de separación individualizado, una cuenta bancaria, cuatro tarjetas de crédito y un préstamo personal que adquirió en noviembre de 2011.

Un año después, en 2014, declaró que en el terreno que compró al principio de la Administración, había construido 145 metros cuadrados.

En agosto de 2015, el Presidente Peña Nieto decidió cambiar a su Gabinete. Meade fue nombrado Secretario de Desarrollo Social y su cargo en la Cancillería lo ocupó Claudia Ruiz Massieu. La fortuna de Meade era una construcción, un terreno, un coche 2007 y obras de arte.

En 2016, tras la visita de Donald Trump a México, Luis Videgaray Caso, quien era Secretario de Hacienda y Crédito Público presentó su renuncia (fue el costo por asesorar al Presidente de recibir al que aún era candidato) y fue sustituido por Meade Kuribreña.

Ese año, el suspirante presidencial vendió su Honda FIT 2007. Le pagaron al contado. En agosto adquirió también al contado otro Honda FIT, modelo 2017.

“ESTOY DE ACUERDO… PERO PARCIALMENTE”

La declaración patrimonial es el documento base para conocer el compromiso ético de un funcionario con la Transparencia y la evolución o involución de su fortuna. Resulta esencial para conocer cuál es su fortuna cuando se inicia en el cargo, lo que adquieren o venden durante su desempeño y con qué finalizan. También las formas en que se hicieron de sus bienes. El documento es importante para saber si ahorraron o no.

Meade Kuribreña, el ahora precandidato priista, fue coordinador de asesores del entonces Secretario de Hacienda, Agustín Carstens (2006-2008) y luego Subsecretario de Ingresos en la Secretaría de Hacienda que ocupaba Ernesto Cordero (2008-2010), subsecretario de Hacienda y Crédito Público (2010-2011), Secretario de Energía (unos meses de 2011) y Secretario de Hacienda (2011-2012). Todas las declaraciones patrimoniales bajo su nombre cuando ocupó esos cargos indican: “El servidor no aceptó hacer públicos sus datos patrimoniales”.

Mientras perteneció al Gabinete de Enrique Peña Nieto, cuando ocupó las Secretarías de Relaciones Exteriores (2012-2015), la de Desarrollo Social (2015-2016), así como la de Hacienda y Crédito Público (2016-2017), la decisión de Meade Kuribreña siempre fue que en su declaración aparecieran sus propiedades muebles e inmuebles, así como sus inversiones, pero ningún valor ni ningún monto. En otras palabras, ninguna cantidad que brinde una idea de cuánto posee en dinero. Siempre, en esos años, Meade suscribió la leyenda: “Sí estoy de acuerdo en hacer públicos parcialmente mis datos patrimoniales”.

Aunque no es priista, José Antonio Meade Kuribreña realizó el ritual de quienes suspiran por ese partido a la Presidencia de la República. Acudió a los sectores obrero y campesino del instituto fundado por Plutarco Elías Calles en 1929. Ayer domingo fue postulado para contender con los colores del instituto político más antiguo de México y que se fundó con los preceptos de la Revolución Mexicana. Los ciudadanos pueden conocer sólo una parte de su fortuna.

http://www.sinembargo.mx/03-12-2017/3358115

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