Redacción EL PIÑERO
Oaxaca, México.– Mediante su cuenta Facebook, una dama dio a conocer el acoso que sufrió por parte de un hombre, mientras viajaba a bordo de un autobús ADO que llevaba la ruta Oaxaca-Ciudad de México.
La dama indicó que un sujeto de la tercera edad, en el trayecto del viaje, se le quedaba mirando al mismo tiempo en que se tocaba sus partes íntimas. Aunque, refiere, que ella lo veía el sujeto no se inmutaba.
Es por ello que decidió grabarlo y, en un texto donde explica todo, publicarlo a través de Facebook para alertar a demás mujeres y condenar tal acto.
A continuación El Piñero de la Cuenca publica íntegramente el texto:
Tuve una semana bastante agotadora, hoy cuando viajaba desde Oaxaca a CDMX, me seguía sintiendo tan cansada que lo único que quería era dormir, el asiento al lado mío venía vacío así que decidí acostarme a dormir en ambos, en los dos asientos de al lado venía este señor, dormí aproximadamente 3 horas, durante las cuales abría los ojos por mera inercia, y lo notaba siempre observándome, pero mi sueño era tal, que no hice caso desde el principio.
Cuando por fin desperté del todo, me senté y pude notar que no me había imaginado nada, que el señor no me quitaba la mirada de encima, pero eso no fue lo único, para mi sorpresa o quizá no tanta, el señor se venía tocando mientras me veía de pies a cabeza. Pasó casi una hora así, cuando yo lo veía a los ojos, él no se inmutaba. Hasta que decidí grabarlo, cabe mencionar que él nunca se dio cuenta que lo hice.
Si lo ven y escuchan, podrán notar que la voz se me quebraba al cuestionar al tipo sobre su acción, se me quebraba porque me sentía frustrada, porque se me vinieron a la mente todas las veces que estas cosas me han sucedido, podría decir que a diario y no una sola vez, he tenido que soportar que me manoseen en el metro, que me digan cosas obscenas caminando por la calle, que me sigan incluso.
Se me quebraba la voz porque cada que alzo la voz ante estas situaciones la mayoría han reaccionado en contra mía y no en contra del agresor, diciendo que se debe a la forma en la que me visto, que es porque ando a deshoras de la noche, que solo debo ignorarlos, que exagero, que quiero llamar la atención, y lo más preocupante es que entre los que me han hecho este tipo de comentarios, hay muchas mujeres, mujeres que sé también han sido víctimas de violencia de género alguna vez en sus vidas.
Se me quebraba la voz porque no hay un solo día que no lea notas de mujeres que son asesinas por eso, por ser mujeres, porque para quienes las violan y las matan no tienen ningún valor.
Se me quebraba la voz porque este no es un caso aislado, porque le ha pasado a mi amiga, a mi hermana, a mi tía, a muchas mujeres que conozco. Se me quebraba la voz porque la violencia en contra de la mujer se ha normalizado a tal grado, que han tratado de callarnos diciendo que exageramos, porque muchas de las que han aparecido asesinadas en algún momento así como yo, alzaron la voz y se les dijo que no era para tanto.
Y no, no soy de las que dicen “muerte a los hombres”, ni nada parecido, en casa tengo un padre y una madre que me enseñaron que tanto hombres como mujeres valemos lo mismo, que ambos mereceremos respeto y un trato digno porque ambos somos SERES HUMANOS.
Por último, quizá se pregunten por qué no le dije a alguien más, al chofer por ejemplo, a alguien que conozco le sucedió algo similar, algo mucho peor, iba viajando también, se quedó dormida y el tipo de al lado se masturbaba mientras le metía la mano en la entrepierna estando ella dormida, al darse cuenta y confrontarlo, y por supuesto informar al chofer, le dijeron que exageraba, que había más lugares libres, que se cambiara de lugar y asunto arreglado.
Cuando yo confronté a este señor, voltearon unos cuantos, pero nadie dijo nada, esa es la razón por la que decidí hablar al respecto por este medio.
Y nuevamente siento que me quiebro, porque así como el hombre que abusó de la chica que les menciono tenía hijas, esposa y por supuesto una madre que lo parió, no dudo que este señor también, y por eso me siento así, me pregunto si abusan también de las mujeres de sus familias, o qué sentirían si supieran que a ellas también las han violentado.
Realmente no entiendo, lo único que puedo concluir es que no podemos quedarnos calladas ante estos hechos, porque no exageramos ni nadie tiene derecho a violar nuestra intimidad de tal forma, antes que ser mujeres como lo dije ya, somos seres humanos y como cualquier ser vivo, nuestro cuerpo y nuestra vida merece respeto.