Malecón del Paseo
Luis Velázquez
Veracruz.- EMBARCADERO: El clásico dice que el poder político corrompe y el poder absoluto corrompe de manera absoluta… Y es cierto… Y de igual manera sucede en México como en los otros extremos del mundo… Y en la vorágine del poder son pocos, excepcionales quienes se salvan… Por ejemplo: Evo Morales se convirtió en el primer indígena de Bolivia en llegar a la presidencia de la república, luego de que su infancia y juventud parte de la edad madura fue llena de pobreza y miseria… Incluso, él mismo ha contado que igual que cientos, miles de chicos de su edad, solían esperar el paso del autobús por su pueblo para cachar las naranjas y las cáscaras que tiraban los pasajeros para tener algo que comer… Ahora, encaramado en el poder, Evo Morales se ha reelegido varias ocasiones y el colmo: se construyó un museo de más de siete millones de dólares (inaugurado el dos de febrero) para glorificar la historia de su vida y que el pueblo lo ha bautizado con el nombre del museo “Ego Morales”, aun cuando Evo lo llamó el Museo de la Revolución Democrática y Cultural… Desde luego, igual que Fidel Herrera Beltrán con su estatua de cera inmortalizada en el museo del Acuario en el puerto jarocho, Evo también se construyó una estatua de tamaño natural, con un montón de retratos con líderes mundiales, y oh paradoja, con los doctorados honorarios que varias universidades del mundo le han otorgado… Por supuesto, en ningún momento en el museo se describe su historia sexual caracterizada por un montón de mujeres que suele utilizar para su desahogo como macho bravío que es y para objetivos políticos…
ROMPEOLAS: En Nicaragua hay otro ególatra… Se llama Daniel Ortega, quien formara parte en el siglo pasado de los Sandinistas que derrocaron al dictador al servicio de Estados Unidos, Anastacio Somoza… Ortega se ha reelegido ene número de veces… Y lo peor, nombró vicepresidenta a su esposita con la que co-gobierna el país de Rubén Darío y Sergio Ramírez… Y en Nicaragua, igual que en Bolivia, hay un impresionante culto a la personalidad, lleno de egolatría, inmortales como uno y otro se sienten… Y más, porque en ambos casos su política está llena de denuncias de corrupción, represión de los opositores políticos y gastos millonarios en la imagen publicitaria y mediática, creyendo, además, que son inmortales y nunca morirán, como de igual modo en su tiempo se sintieron Idi Amin, Omar Gadaffi, Augusto Pinochet, Juan Domingo y Evita Perón, Rafael Leónides Trujillo y Fidel Castro Ruz, y tantos otros “próceres” de la historia… Y es que trepados en el poder, los políticos, como decía Fidel Herrera, “no tienen llenadera”, ni él mismo, claro… Tal cual, dando un giro de 180 grados a la referencia histórica, atracaríamos en el Veracruz de Javier Duarte, quien fuera “de todo y sin medida”, insaciable, voraz, enfermizo con el poder y el dinero fácil, a tal grado que cometió “delitos de lesa humanidad” como por ejemplo, las medicinas clonadas y el agua destilada aplicada como quimioterapia a los niños enfermos de cáncer… Además, de la legión de políticos a su lado (Érick Lagos, Alberto Silva, Jorge Carvallo, Adolfo Mota, Tarek Abdalá, Arturo Bermúdez Zurita, Édgar Spinoso Carrera, Juan Manuel del Castillo, Vicente Benítez, Moisés Mansur Cisneyros, Jaime Porres y Franky García, entre otros, los más conspicuos) que de igual manera usufructuaron “las perlas de la virgen”, y de paso, mucho, quizá, se habrían enriquecido, sin que la mayoría de ellos haya sido llevado a juicio, por ahora, digamos…
ASTILLEROS: En el ejercicio del poder, los políticos suelen perder la dimensión humana… Adolf Hitler soñó con su raza pura y José Vasconcelos con su raza cósmica…Y Plutarco Elías Calles con el Maximato y la inmortalidad… Y Andrés Granier, ex góber de Tabasco, alcanzó la locura con sus 400 trajes y 400 camisas y 400 pantalones y 200 pares de zapatos… Y otro tabasqueño mesiánico, Tomás Garrido Canabal se creyó tan invencible que le puso el nombre de Dios y la Virgen María y el Papa, entre otros, a sus caballos y yeguas, y en sus tarjetas personales inscribió la siguiente leyenda: “Soy enemigo personal de Dios”… Y es que jefe máximo del poder Ejecutivo y de los poderes Legislativo y Judicial, y del presupuesto oficial y de las corporaciones policiacas y jefe nato de su partido político y jefe supremo de los medios y hasta de una parte de la elite eclesiástica… Y por añadidura, con un ejército de escoltas, bufones y barbies a sus órdenes, el político pierde la estatura moral… Y lo peor, confunde la realidad real con su realidad soñada, construyendo un mundo a su medida… Marco Tulio Cicerón dice que en un momento dado el político sólo sueña con acumular más y más poder, y cuando ya tiene todo y nada queda, y desea más, entonces, en automático piensa, cree, imagina que los suyos lo están traicionando y la imaginación se le revoluciona y mira enemigos por todos lados y ordena matar a los más sospechosos… Desde Hitler y José Stalin hasta Evo Morales y Daniel Ortega hasta Javier Duarte, los políticos suelen estar “cortados por la misma tijera”, como traje a la medida… Y lo peor, pocos, poquísimos, excepcionales, suelen salvarse…