Ciudad de México, 21 de junio (Vanguardia/SinEmbargo).- Mientras en Estados Unidos los niños migrantes son enjaulados a la espera de un proceso de repatriación, en México las autoridades los deportan sin evaluar el riesgo que pueden enfrentar en su país y los envían directo a la muerte, denunció la Casa del Migrante de Saltillo, Coahuila.
“Ya nos pasaron varios casos en Veracruz, cuando le pedimos a Migración que no los regresaran a su país porque (sus familiares) estaban amenazados de muerte, pero los devolvió y los mataron en Honduras”, afirmó Pedro Pantoja, asesor religioso de la organización.
Estos homicidios, subrayó, se incrementan porque los menores vuelven solos y quedan indefensos ante la violencia. Por ello, apuntó que los días 13, 14 y 15 de junio organizaciones civiles nacionales solicitaron a las autoridades migratorias estudiar los casos y evitar su regreso, pero no tuvieron éxito.
“Ahí (el Presidente Enrique) Peña Nieto tomó la nefasta decisión de que los niños se deportaran y se entregaran a Migración, eso fue algo increíblemente estúpido”, consideró el sacerdote.
En lo que va del año, el Instituto Nacional de Migración (INM) ha deportado a siete mil 825 menores a sus países de origen en Centroamérica, la mayoría, siete mil 768, de El Salvador, Guatemala y Honduras. En 2017, la estadística cerró con un total de 17 mil 93.
En contraste, la cifra de refugio humanitario entre enero y abril de 2018 sólo llega a 544 menores –de hasta 14 años– en albergues mexicanos.
…Y TAMBIÉN SEPARA A FAMILIAS
En México, aunque la ley establece que se debe prevalecer la unidad familiar y la reunificación familiar en el proceso administrativo migratorio en la mayoría de los centros de detención del país los menores son separados de sus familiares con los que viajan, de acuerdo con el informe más reciente del Consejo Ciudadano del Instituto Nacional de Migración que data de 2017.
El documento “Personas en detención migratoria en México”, detalla: “En la mayoría de los centros migratorios visitados, notamos que los NNA (niños, niñas y adolescentes) acompañados son separados de sus madres, padres y familiares con los que viajan”.
Detalla que sólo las niñas y adolescentes mujeres pueden permanecer con sus madres, al igual que los niños varones menores de 5-6 años. En tanto, las niñas que viajan con sus padres o hermanos mayores varones son ubicados de forma separada, aunque pueden encontrarse con sus familiares en algunos momentos del día.
“Las prácticas de separación familiar también deben ser analizadas en el contexto de carencia de espacios suficientes y adecuados en centros de detención, que impide permanecer juntos a miembros de familias monoparentales, monomarentales y extensas”, agrega el informe.
El Consejo Ciudadano del Instituto Nacional de Migración detalla que en México a diario hay niñas, niñas y adolescentes (NNA) detenidos y privados de su libertad “aún cuando las capacidades de atención en los centros de detención migratoria y los de asistencia social son insuficientes”.
El documento describe que en el país la mayoría de los centros de detención migratoria son espacios físicos cerrados que no logran garantizar la protección y la promoción de los derechos humanos de los NNA extranjeros durante su permanencia en ellos.
Además alerta que los menores solicitantes de asilo siguen permaneciendo en detención por largos periodos. “Privación de libertad que prosigue aunque sean trasladados a un albergue del sistema DIF, municipal, estatal o federal, pues son la inmensa mayoría a puerta cerrada y los plazos de alojamiento allá constatamos son largos y de gran incertidumbre para los y las niñas”, indica.
Por Redacción / Sin Embargo