Redacción El Piñero | Corresponsalía
México.- Rocío Nahle García, la primera gobernadora de Veracruz, ha demostrado un estilo de liderazgo inususal en la política mexicana. A diferencia de muchos hombres políticos, no se anda por las ramas y ha mostrado claridad en sus decisiones y acciones. Desde su toma de posesión el 1 de diciembre de 2024, ha demostrado carácter, conocimiento del ajedrez gubernamental e inteligencia de Estado.
El enfoque de la morenista en la transparencia y la honestidad ha sido un alivio para la entidad, que ha sufrido graves problemas estructurales como la inseguridad, la infraestructura dañada y la ausencia de inversiones macro. Nahle García también ha destacado por su fuerza femenina, entendida como sensibilidad y olfato alejados del libertinaje varonil.
En un contexto donde la política a menudo se caracteriza por la ambigüedad y la manipulación, Nahle García está rompiendo con la norma al hablar con franqueza del enemigo y rechazando el cinismo. Su liderazgo ha sido bien recibido por muchos veracruzanos, que esperan que su administración traiga soluciones a los problemas del estado.
Contrario a su homólogo en Oaxaca, del mismo partido, Salomón Jara Cruz, que a más de dos años de gobierno sólo ha cometido desaciertos y su administración está marcada por la hipocresía, robo de recursos y revivir a viejos políticos para incluirlos en puestos clave.
Rocío Nahle pone el ejemplo a Salomón como debe de funcionar la cuarta transformación, sin filtros, sin hipocresía, con transparencia y siempre hablando con la verdad al pueblo, sin realizar negociaciones con grupos ligados a la delincuencia organizada.
Salomón Jara es un ejemplo, pero de lo que no se debe hacer, es una simulación de los principios que llevaron a morena a controlar la mayoría de Estados en el país, pero en su vecino Estado Veracruz, Rocío Nahle rompe paradigmas y demuestra a los hombres cómo debe de hacerse la política.
Mientras que, Salomón resultó ser uno más del montón, que en la práctica emplea la vieja política priísta de amiguizmos y compadrazgos, nepotismo y saqueo de recursos, aún le quedan 4 años para corregir estos errores, pero se ve muy difícil que compongan sus mañosas prácticas de la noche a la mañana.