Luis Velázquez | Expediente 2021
04 de agosto de 2021
Hay tardes cuando el viejito del barrio se pregunta cuáles son los escasísimos éxitos políticos del gober de la 4T en Veracruz.
Y de plano queda en ascuas.
Ha preguntado a uno que otro viejito sus impresiones y se quedan más atónitos y perplejos que nunca.
Y eso que en la vejez, en la pensión, jubilados, retirados, leen periódicos y escuchan noticieros y cuando temprano se levantan a caminar un ratito se llevan un radio portátil para escuchar las noticias mañaneras.
Con todo, el viejito del barrio tiene un diagnóstico aproximado, mirando la vida lleno de optimismo, con buena vibra y mejor karma.
Por ejemplo, está seguro que el 6 de junio el góber fue torero en tarde de luces cortando rabos y orejas.
Su partido, MORENA, ganó 101 presidencias municipales, 26 de treinta diputaciones locales y 18 de veinte curules federales.
Y, claro, habrá quienes atribuyen el éxito rotundo a López Obrador y más porque se trata de la elección intermedia en cada gobernador y que, por lo general, si vamos hacia atrás, siempre el fenómeno se repite.
Pero al mismo tiempo, una manita ha de sentirse del señor Kuitláhuac, aquel que festinara ante los indígenas de Soteapan tomada la presa Yuribia de que es igual de indígena que ellos.
El otro éxito que bien se le pudiera atribuir es el más reciente. El hecho de que los magistrados del Poder Judicial se redujeran el salario en un treinta por ciento.
Más, mucho más, cuando López Obrador apretó el botón nuclear y dijo que si les parece injusto ganar cien mil pesos mensuales, entonces, que renuncien y pongan despacho jurídico.
¡Vaya apretón de tuercas!, suficiente para que luego de tantas semanas de desgaste del góber obradorista, la palabra de López Obrador, el chamán, el gurú, el tlatoani, pegara en la vena aorta, fulminante.
Más, cuando en el primer año del COVID, en Veracruz fueran despedidos 140 mil empleados, pues igual número de empleos dados de baja.
BOMBARDEO DISCURSIVO A OPONENTES
Decir que el tren de Xalapa, copia burda del Tren Maya, camina, significa una vacilada.
Decir que el buque turístico “El cuenqueño” para navegar en el río Papaloapan será un éxito económico ya se verá.
Pero…, ninguna duda de que el bombardeo discursivo y gubernamental de la 4T jarocha a los opositores, disidentes, inconformes, insumisos ha significado otro escasísimo éxito del Señor Kui, y que de paso replica la filosofía política de López Obrador hacia los conservadores, tanto empresarios como figuras sagradas del periodismo.
El otro gran éxito del góber es que en el tercer año del sexenio continúa “en la plenitud del pinche poder”, porque arriba de él, únicamente López Obrador y Dios.
López Obrador, con quien tiene, o parece tener, derecho de picaporte, como el caso de los tres días seguiditos, ininterrumpidos, en Veracruz, y desde donde, vaya significado presidencial, fue anunciado presupuesto insólito para la Guardia Nacional.
El góber, en el corazón y las neuronas presidenciales, digamos, como cuando en un tramo del camino, Javier Duarte con Enrique Peña Nieto, Fidel Herrera con Vicente Fox, ni se diga Patricio Chirinos Calero y Fernando Gutiérrez Barrios con Carlos Salinas, Miguel Alemán Valdés con Manuel Ávila Camacho, Cándido Aguilar con Venustiano Carranza, Luis Mier y Teherán y Teodoro A. Dehesa con Porfirio Díaz Mori.
Cuitláhuac, García, entonces, en las grandes ligas del altiplano.
Y si López Obrador, como todo indica, será el elector para la candidatura presidencial en el año 2024 (todo indica, Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno en la Ciudad de México), y gana, entonces, Kuitláhuac entraría “al reino de los cielos” en el próximo gabinete como secretario de Estado.
6 de los 8 millones y 150 mil habitantes de Veracruz estarán en la pobreza, la miseria y la jodidez.
Pero igual como sucediera con otros gobernadores, al góber de la 4T le irá bien, muy bien, según profetiza el viejito del barrio.
OTROS SON CULPABLES
Que en Veracruz hay pobres y gente en la miseria, ni hablar, es culpa de los antecesores del góber.
Que en Veracruz hay desempleo galopante, es culpa del COVID, pandemia mundial.
Que en Veracruz hay cientos, miles quizá de padres de familia buscando a los familiares desaparecidos, empezando por hijos, igual, igualito está el país.
Que la calidad educativa de Veracruz está en el sótano nacional, que nadie se lamente, así está el resto de la nación.
Que en Veracruz hay niños con cáncer sin medicina y los padres se adueñan de las calles y avenidas y hacen plantones ante los hospitales públicos, que nadie se alebreste porque en otras latitudes geográficas están peor.
Que ninguna obra pública ha trascendido en municipios y regiones, los antecesores dejaron un estercolero y si hay préstamos bancarios en cascada es para salir del paso.
Que el gobierno de Veracruz regresa dinero del presupuesto federal, ni hablar, es la cuota nacional de siempre y en todos los tiempos.
El Señor del Palacio, debutando en Veracruz como diputado federal y ascendiendo a gobernador, merece seguir escalando en la pirámide del poder, y como es el objetivo número uno, el viejillo del pueblo concluye que se trata de su éxito político más descomunal.
En todo caso, lo mismo hicieron los antecesores…
