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Militares cercan comunidad indígena y apelan a que la Ley de Seguridad Interior de los permite

El Piñero

MÉXICO.- A finales de febrero pasado, un grupo de militares dieron a conocer a medios que luego del decomiso de 240 reses los cuales eran transportados en tres jaulas, así como de las personas que tenían a su cargo el traslado (habitantes del ejido Ángel Albino Corzo, de Palenque, Chiapas), cuatro elementos del ejército fueron retenidos, por la población.

Señalando que los civiles capturaron a tres militares de base en el crucero Chancalá más un elemento más “que había sido retenido en la unidad de Tenosique”. En los medios locales también se dio a conocer un trascendido que señala que “la población exigió un millón de pesos para negociar la liberación del primer detenido”, la presunta negociación la harían con dos soldados más y un Mayor, pero el pueblo estaba “tan enardecido”, que finalizaron reteniendo a la parte negociadora, se mencionó.

Sin embargo, en aquel momento no se dio a conocer la versión de ambas partes. De acuerdo al testimonio que uno de los pobladores brindó a Revolución TRESPUNTOCERO, el pasado 16 de febrero, en el Crucero El Tulipán, en la carretera federal Tenosique – Emiliano Zapata, Tabasco, a las 19:00 horas aproximadamente, 40 militares, al mando del coronel Pedro Larios, decomisaron 238 animales de tres jaulas con ganado procedente de Palenque. Los militares argumentaron que se trataba de reses que habían sido transportadas de manera ilegal y habían sido traídas desde Guatemala.

Ante ello, los campesinos mostraron las guías de procedencia a los militares, quienes dijeron: “ya se chingaron porque el ganado se va a Tenosique.” De acuerdo a distintos testimonios se ha mencionado que, “el ganado que retienen en ese lugar se pierde, en complicidad con el Ministerio Público y la Fiscalía de Abigeato, probablemente se encuentren en acciones ilegales de venta de hato ganadero”.

“Finalmente, el ganado decomisado fue trasladado a un terreno privado en Balancán, donde permaneció sin cuidado adecuado, lo cual ocasionó la muerte de dos animales”, se explicó. Las acciones de los campesinos llegaron el 21 de febrero, por acuerdo comunitario, la Organización Pueblos Autónomos en Defensa de los Usos y Costumbres realizó manifestaciones pacíficas con reparto de volantes, en los tramos carreteros en el Tulipán, Tabasco y Chancalá, Chiapas, para solicitar la devolución de sus animales y el cese de hostigamientos.

El 23 de febrero, durante una de sus acciones, la Organización retuvo a una persona que les tomaba fotos quien se identificó como Ezequiel López López, originario de Puebla. Después se dieron cuenta que se trataba de un militar, vestido de civil, quien llevaba a la práctica acciones de espionaje para el Ejército, siempre documentando las acciones y la vida cotidiana de pueblos originarios en la región. “Ezequiel pasaba información a la unidad militar de Chancalá, Palenque, Chiapas y al 18 Batallón de Infantería de Tenosique”, se dio a conocer.

De acuerdo con la narración: “El soldado espiaba, cazaba líderes políticos e informaba, no toda la información la pasaba a su jefe sino también a otra gente. Los mismos soldados están infiltrando, tenemos espías en las comunidades.

Tiene una lista de todas las organizaciones y nombre de las personas dirigentes. Trae mapas, fechas, lugares de reuniones y rutas especialmente de transporte de ganado. Cuando llega a la comunidad es que lo reconocen que es el que pasa a vender tortilla y pan. El acta de nacimiento dice que es del ejido San Juan y el de la credencial es del ejido de La Cascada, ambas del municipio de Palenque.”

La Organización Pueblos Autónomos en Defensa de los Usos y Costumbres, dio a conocer por medio de sus representantes que trasladó a Ezequiel López López a la comunidad Ángel Albino Corzo de Palenque, Chiapas.

El mayor Moisés Azcaño Zapot, el sargento segundo Daniel Peralta Flores y el soldado Guillermo Zarao Bermudez llegaron al lugar para negociar la liberación de Ezequiel “y se quedaron de manera voluntaria”, aseguraron en su testimonio para este medio.

Mientras estaba el proceso de diálogo, Sedena “inició un cerco a la comunidad, donde unos 200 militares provenientes de Tenosique, Tabasco, arribaron a dicho territorio, cortaron los accesos, así como la comunicación al exterior, la energía eléctrica y se apostaron en posición de ataque para ingresar”, mientras tanto ante la sociedad y medios mediante otra versión por parte de los militares, se daba paso a una campaña mediática de desprestigio en contra de la organización.

El 24 de febrero, las autoridades de gobierno liberaron el ganado decomisado y firmaron un acuerdo donde se estableció que no habría represalias a integrantes de la Organización. Ezequiel fue entregado sin daño alguno.

De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Frayba, después de estos hechos, las comunidades y ejidos de la Organización Pueblos Autónomos en Defensa de los Usos y Costumbres de Palenque han reportado mayor vigilancia y patrullajes militares en la región, así como un incremento de retenes intermitentes de elementos del Ejército mexicano, quienes se han mostrado en actitud hostil, amenazante y discriminatoria. Cuando les cuestionaron, argumentaron agresivamente que: “son facultades que les da la Ley de Seguridad Interior y que como indígenas tienen que acatar las nuevas reglas”.

Las comunidades de pueblos originarios en la zona norte fronteriza de Chiapas viven en constante tensión, no solamente porque no pueden transportarse libremente sino porque tienen temor de detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzadas. Es alarmante el incremento de los posicionamientos militares en los municipios de Palenque, Ocosingo, y en las regiones fronterizas del estado de Chiapas, lo cual está ocasionando impactos psicológicos hacia las comunidades mayoritariamente indígenas, ha denunciado el Frayba.

Ante estas acciones ilegales y represivas del Ejército mexicano reiteró el Centro que la implementación de la Ley de Seguridad Interior asegura la continuidad y profundización de la violencia, la agudización de la crisis de derechos humanos, así como de la impunidad, aumentado las violaciones a derechos humanos cometidas por militares.

“Estamos viendo emerger -bajo la absurda legalidad- un Estado mexicano criminal bajo la mano dura de la dictadura militar, contraviniendo de principio todos los instrumentos internacionales de Derechos Humanos.

Exhortamos a la Secretaría de la Defensa Nacional cese los actos ilegales de hostigamientos, intimidaciones, amenazas y criminalización a quienes se organizan de manera pacífica en la construcción de alternativas de vida y asimismo respete los derechos colectivos de los pueblos originarios”, puntualizó el Centro.

https://www.guruchuirer.com/informa.php?nc=16954

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