VICENTE BELLO/ TREN PARLAMENTARIO
México.- Un grupo de intelectuales que se han distinguido más por hipócritas y convenencieros con el poder presidencial en México que por simpatizar con el recurso de la movilización social, han barbotado súbitamente estos días aupados sobre la convocatoria a una marcha que han dado en llamar “vibra México” y a la que han estado invitando con ardor a toda la gente a manifestarse este domingo nada menos que contra Donald Trump.
Los organizadores de la marcha pegaron un hit cuando, de repente, apareció junto a ellos el rector de la UNAM, Enrique Graue, quien ahora ha sido severamente criticado por la comunidad universitaria de la escuela superior más grande de América Latina por haber relacionado a la universidad con grupos liderados por gente que ha tenido que ver con el PRI y con el PAN, como Mexicanos Primero, Causa en Común y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.
En esta marcha Anti Trump -a la que el líder nacional del PRI, Enrique Ochoa, ya prometió que asistirá-, participarán lo más granado de la derecha mexicana, como Enrique Krauze, María Amparo Casar, organizaciones como la Coparmex, el mismo rector cuestionado, y gente del empresariado como el tristemente célebre Claudio X. González, quien a lo largo de los últimos tres sexenios ha dado muestras inobjetables del odio que le tiene a la gente de abajo, cuyo recurso para hacerse escuchar por el sordo y ciego régimen, ha sido la movilización social. Y María Isabel Miranda de Walace.
Lo que ha llamado poderosamente la atención es que esta marcha, precisamente en estas semanas de tanto encabronamiento de la población provocado por ese mega gasolinazo desprovisto de cualquier vestigio de madre, y que ha significado en los hechos una puñalada de Enrique Peña Nieto en la espalda de los 128 millones de mexicanos, no ha tenido la perra suerte que sí ha tenido la movilización social de enero a la fecha.
A estos convocantes de la marcha “vibra México”, las televisoras televisa y tv azteca sí les han registrado sus voces y sus declaraciones. Y contrario al papel que han jugado estas infames, de ocultar información a la gente en materia de reclamos sociales, ahora sí se han visto bien giritas las dos para hacerle propaganda a la marcha de marras, cuyo propósito esencial es entrarle a la onda mundial de criticar a Donald Trump.
El fascistoide presidente de los Estados Unidos es indefendible absolutamente. ¿Quién lo quiere en el mundo? Tiene una bronca tamaño familiar en Estados Unidos con su propia gente, a tal grado que dentro y fuera de su país no le arriendan las ganancias, y vaticinan en la calle y en los centros de apuestas que no terminará su cuatrienio.
En diversas ciudades del mundo muchísima gente se ha manifestado en contra de Trump. Y esto es una de las motivaciones aparentes que mueve a vibra México convocar a una manifestación en la ciudad de México, capital del país que más está agrediendo Donald Trump: México.
Según justifica María Amparo Casar, la marcha será “una expresión apartidista totalmente, pacífica y con el propósito de defender el derecho de los mexicanos, exigir un buen gobierno, fortalecer institucones y celebrar el orgullo de ser mexicanos”…
Voces de las más de 75 organizaciones que confirmaron su asistencia han dicho cosas parecidas. Y ya tuvieron, como respuesta, un comentario este viernes de Enrique Peña Nieto, quien ha dicho que “no asistirá a ninguna de las marchas ciudadanas en contra de Donald Trump”; pero promete que “se mantendrá pendiente porque esa es la unidad que deben de proyectar los mexicanos”…
Incluso –esto lo dijo en Zapopan, Jalisco- ha juzgado que marchas como las de este domingo sí tienen “ánimo constructivo y positivo, donde al final de cuentas en base en la colaboración y cooperación podamos encontrar vías de desarrollo y de prosperidad para nuestras sociedades”…
Al haberlo declarado así, aludió indirectamente a las otras movilizaciones, a las que –se discierne- el presidente de la República no las ha considerado ni constructivas ni positivas, dada la forma como las ha acosado desde la presidencia de la República.
¿Esta marcha del domingo, a la que múltiples voces opositoras y de la sociedad han calificado como un gran gesto de hipocresía que no tiene otro fin que ayudar políticamente a la muy maltrecha figura presidencial de Peña Nieto, también sufrirá de infiltraciones por parte de grupos sucios de la Secretaría de Gobernación y del PRI, para inducir a la represión de la policía, y, con ello, inocular el miedo a la población a movilizarse contra la brutalidad política y económica del gobierno federal?
Una pregunta a los organizadores de la marcha es cómo le van a hacer para separar la motivación central, que es Donald Trump, de las otras grandes motivaciones que la población también tiene para manifestarse, como ha sido el incremento en los precios de las gasolinas y el diesel, que tienen tan mortificada, y bastante enojada, a la población en prácticamente todo el país.
Increíblemente, gente cuyo oficio es el ejercicio del pensamiento, ha estado justificando la marcha para criticar a un presidente extranjero cuando México está agobiado por el suyo, de tal modo que muchos afirman que el problema central de México no es Trump, sino Enrique Peña Nieto, por su ineptitud, su grosera ignorancia, por su papel infame de traidor a la Patria. Por su tremenda orfandad. Y por haber entregado ya al país a los Estados Unidos, y la presidencia, de facto, a Luis Videgaray