Luis Velázquez /Escenarios
02 de septiembre de 2019
UNO. Veracruz ingobernable
Veracruz es un estado ingobernable. Además,
muchos, demasiados dolores de cabeza sigue causando el gobernador a su jefe
máximo, AMLO. Lo peor: el góber está dañando la posibilidad electoral de MORENA
de cara a futuras y cercanas elecciones en las urnas. Más peor: en 9 meses, el
góber desencantó al presidente de la república. Antes, fue vitoreado y
levantada la mano como estrella cinematográfica en noche estelar. Ahora, el
periodista Carlos Loret de Mola reveló un reproche de AMLO a Cuitláhuac.
“Tú, le dijo, le habría dicho, tienes tache”.
El tache se deriva de la razón más poderosa para
la ingobernabilidad como es el oleaje de inseguridad, incertidumbre, zozobra,
temor, miedo, pánico, angustia en el diario vivir, sicosis, todo junto revuelto
en un vaso jaibolero.
A estas alturas, el góber significa más daño
político y social para AMLO y su proyecto político con todo y la nueva levantada
de brazo en Papantla. Y, claro, resulta difícil que el Congreso lo destituya
pues, y de entrada, de acuerdo con la Constitución Política la autoridad
electoral debería convocar a nuevas elecciones.
En cambio, bien puede el gobierno federal
asestar un manotazo, y, una de dos, o las dos juntas, le exige la renuncia,
digamos, del secretario General de Gobierno y/o del secretario de Seguridad
Pública, y le nombra un jefe máximo alterno.
En un Veracruz ingobernable, antes que
Cuitláhuac están AMLO y MORENA.
DOS.
Cadena de asesinatos
Veracruz ingobernable:
A: Las matanzas de Coatzacoalcos (28 muertos),
de Minatitlán (14 muertos), Soledad Atzompa (6 muertos), Mixtla de Altamirano
(3 muertos), además de la cadena de asesinatos del primero de diciembre 2018 a
la fecha. Más de mil 1300, entre ellos, 173 mujeres asesinados, catorce menores,
quince políticos y líderes partidistas (hasta de MORENA), dieciocho policías,
seis activistas sociales, doce miembros de la comunidad sexual y un reportero.
B: Resulta inverosímil que en un Veracruz
ingobernable el gabinete de Seguridad Pública (encargado de garantizar la
seguridad en la vida) esté peleado con el Fiscal (encargado de procurar
justicia). Y lo peor, que en ninguna parte queda la prudencia y la mesura. Y ni
siquiera, vaya, se hablen entre sí, (Raymundo Riva Palacios, Estrictamente personal).
Tampoco, que ninguna autoridad local, partidista (de MORENA) o federal aseste
el manotazo.
Además, otra cosita es la democracia, pues de
por medio está el destino social de 8 millones de habitantes de Veracruz.
C: Un Veracruz ingobernable con un secretario de
Seguridad Pública, como publicara Riva Palacio, “pese a haber sido
destituido en 2016 en la procuraduría de Nuevo león por presunta
extorsión”.
TRES.
Sombrío campo de batalla
D: Veracruz es, dice Riva Palacio “un campo
de batalla entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Zetas desde diciembre
pasado”. Y como la batalla entre ambos carteles se ha recrudecido por
operar la jugosa plaza, entonces, hay descontrol. Es decir, Veracruz
ingobernable.
“El CJNG volvió a dar una muestra de fuerza
y poder frente al Estado y el estado”.
La tierra jarocha, un campo sórdido y siniestro
de batalla de los cárteles de la droga y el gobierno de Veracruz, incapaz,
rebasado, ineficiente, ineficaz, atrapado en sus pleitos verduleros.
Tan ingobernable Coatzacoalcos que, por ejemplo,
hay cinco mil comercios cerrados. Decenas de familias han migrado a otros
estados. A las 7 de la noche pocos, excepcionales, circulan en las calles y
avenidas. La vida nocturna, cada vez más estrangulada. Y la economía,
paralizada.
Durante varios años, Enrique Peña Nieto toleró a
Javier Duarte. Y cuando quiso remediar el desmadre institucional era demasiado
tarde.