Fernando Damián y Elia Castillo
Ciudad de México.- El coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, propuso la creación de la Ley General para el Control de Cannabis y reformas a diversos ordenamientos a fin de permitir el cultivo personal y masivo de mariguana, así como la creación de una empresa estatal para la compra, venta y distribución de la hierba.
A través de una iniciativa se busca la creación de la legislación antes citada y reformar, adicionar y deroga diversas disposiciones de la Ley General de Salud, del Código Penal Federal y de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios a fin de legalizar la producción y consumo de la hierba.
El proyecto establece la posibilidad de que la ciudadanía tenga la facultad de cultivar su propio cannabis.
“Sin la necesidad de licencia o permiso, podrán poseer, cultivar, cosechar, preparar o procesar hasta 6 plantas de cannabis, siempre y cuando sean destinadas para consumo personal, permitiéndose también el compartido en el hogar”, señala la propuesta.
Prevé que el consumo y autocultivo sea realizado por mayores de edad y prohíbe que el uso se haga en espacios públicos, incluyendo aquellos privados donde existe acceso al público.
Además, dentro de los 72 artículos que conforman el proyecto de ley propone la conformación de la empresa pública “Cannsalud”, la cual estará autorizada exclusivamente para realizar la adquisición de la sustancia cannabis y sus derivados de los particulares que hayan obtenido los permisos correspondientes para dicho fin.
Esta empresa, señala, será del Estado y de propiedad exclusiva del gobierno federal, contando con una autonomía técnica, operativa y de gestión para la realización de su fin primordial, tener el monopsonio de la compra al mayoreo del cannabis y sus derivados, para posteriormente darlos en venta a los franquiciatarios que venderán al menudeo.
Otras actividades relevantes que se le atribuirían a Cannsalud son: la compra de las cosechas de cannabis a cultivadores autorizados, realizar pruebas que determinen los niveles de sustancias accesorias al cannabis y sus derivados adquiridos, vender cannabis o sus derivados a los franquiciatarios autorizados, a la industria farmacéutica para la constitución de medicamentos y realizar actividades de consulta y estadística en la materia.
“Con esto no se deja el mercado del cannabis a una regulación autónoma por parte de los particulares, sino que se involucra al Estado como un supervisor constante y controlador de la actividad de esta sustancia dentro de un margen de legalidad que permite garantizar un beneficio para todas y todos”, señala el documento.