Chilpancingo, Gro. (apro).- Un motín al interior del penal de Acapulco dejó un saldo de 28 muertos y tres heridos, masacre previa a la reunión privada entre el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John F. Kelly, y los titulares de la Defensa y Marina, Salvador Cienfuegos y Vidal Soberón.
Además, trascendió que al menos una veintena de reos se fugaron durante la matanza y aún no han sido localizados.
Esta tarde, el gobierno del priista Héctor Astudillo Flores confirmó que la cifra oficial de la masacre al interior del penal de Acapulco es de 28 muertos y tres lesionados producto de una confrontación entre grupos antagónicos que se disputan el control de la cárcel, considerada como el centro de operaciones del Cártel Independiente de Acapulco (Cida).
A través de una conferencia realizada en el puerto, el vocero de Seguridad en la entidad, Roberto Álvarez Heredia, informó este hecho luego de que las autoridades estatales pretendieron minimizar la matanza argumentando que se había tratado de una riña y que el saldo era de sólo cinco muertos y un herido.
Los hechos de violencia se registraron cerca de las 5:00 horas cuando custodios reportaron detonaciones de arma de fuego al interior de la cárcel, indican reportes oficiales consultados por Apro.
El penal de Las Cruces se ubicada en el cinturón de miseria del principal destino turístico de la entidad, alejado de la avenida costera Miguel Alemán, misma que fue blindada por la visita del funcionario del gobierno estadunidense.
Los informes refieren que el director del centro penitenciario, Miguel Ángel Gómez Garduño, precisó que la agresión armada se registró en el módulo denominado “de máxima seguridad”, donde se alojan internos acusados de formar parte de la delincuencia organizada.
Después del tiroteo, al menos 500 internos salieron de sus celdas, y en principio los custodios de una torre de vigilancia reportaron cinco internos ejecutados y decapitados en el acceso principal del penal, refieren los primeros informes.
Los reportes refieren que los 28 cuerpos fueron encontrados en diferentes puntos como el corredor del módulo de seguridad (MS), ubicado en el bloque 1, así como en el exterior de la cocina y al interior de la misma.
Asimismo, cuerpos quedaron tendidos en el patio del bloque 3 y uno más en el área de visitas conyugales. Todas las víctimas presentaban signos de tortura, impactos de bala y al menos nueve de ellos fueron decapitados.
De acuerdo con imágenes aéreas difundidas por el gobierno de Héctor Astudillo Flores, en ellas se observa A cinco hombres decapitados en la entrada principal de la cárcel; además, sobre las víctimas dejaron escritos mensajes en cartulinas.
En otro punto del penal se observa el cuerpo de otra persona más abatida sobre una plancha de concreto y una imagen más muestra una decena de cuerpos apilados sobre un área del penal.
Además, trascendió la versión de que una veintena de reos se fugó durante la matanza.
El penal de Las Cruces, donde están recluidos más de dos mil personas, es considerado como una plaza del narcotráfico dentro del mismo puerto de Acapulco, espacio que se disputan las pandillas locales.
Durante el día, familiares de internos se congregaron afuera del penal que permanece cercado por agentes federales y estatales, con el fin de exigir información a las autoridades sobre la identidad de las víctimas.
Cuando funcionarios estatales dieron a conocer la lista con los nombres de los 28 internos asesinados, los familiares en su mayoría mujeres rompieron en llanto y crisis nerviosas ante la tragedia.
Hasta el momento, el gobierno de Astudillo no ha explicado el uso de armas de fuego al interior de la cárcel, hecho que exhibió el nivel de indolencia y corrupción del gabinete de seguridad que encabezan el secretario de Gobierno, Florencio Salazar Adame, y el titular de Seguridad Pública estatal, Pedro Almazán Cervantes.
Con información Por proceso.com.mx/ Ezequiel Flores Contreras