- Pedro Huesca resultó incómodo para la delincuencia y a sus policías en nómina porque no quiso dejar en libertad a unos detenidos y vino la represalia
- En la trama de su levantón, delincuentes que dan órdenes a mandos de la policía cobijados por Arturo Bermúdez y que Bravo Contreras no investigó
- “El Cocho”, uno de los sentenciados por el caso del MP y de su secretario, relata la trama criminal y de terror de la que fue víctima Pedro Huesca
- “El Cocho” también dice que los ocho policías desaparecidos en 2012 en Úrsulo Galván fueron asesinados y sepultados en rancho del Salmoral
Ignacio Carvajal García
Veracruz.-La privación de la libertad y homicidio de Pedro Huesca Barradas, agente del Ministerio Público, y de su secretario, Gerardo Montiel Hernández, están ligadas a una amenaza que llegó directamente al servidor público adscrito a la operación Veracruz Seguro, y que éste ignoró por cumplir con su deber.
Obed Pulido Murrieta, “El Cocho”, y Roberto Lewis Martínez, El Lewis”, (ex elemento de la Policía Municipal de Úrsulo Galván), detenidos por la Policía Ministerial días después de la desaparición de los servidores públicos, son los únicos dos detenidos por este caso, y al menos uno de ellos, relató a la Policía Ministerial la forma en que realizaron el “operativo”, apoyados por un mando de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Ello consta en la Investigación Ministerial FAE/06/2013, y el acumulado 272/2013/CAR-04, que dieron pie a la Causa Penal 49/2013, del Juzgado Quinto de Primera Instancia del Puerto de Veracruz, con la consecuente sentencia al par de presuntos integrantes del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), sentenciados ya por secuestro agravado, desaparición forzada y espionaje.
El mando señalado es Víctor Manuel Sandoval, quien en las fechas que ocurrieron los hechos, se desempeñaba como jefe de la SSP en La Antigua, época en que también coincidió con Marcos Conde Hernández, el ex delegado de la SSP detenido en Tierra Blanca por desaparición forzada de cinco jóvenes originarios de Tierra Blanca hace un año, con otros siete subordinados, también detenidos.
En el informe rendido por los ministeriales, sobre la detención de El Cocho, el 27 de abril de 2013, indica que al ser detenido, “le fueron asegurados dos teléfonos celulares y en uno de ellos portaba evidencia sobre actividades de espionaje a personal militar”.
Ese era el trabajo de El Cocho. Espiar a las fuerzas federales. Era halcón. Lo había sido para Los Zetas y al momento del aseguramiento, lo ejercía bajo las siglas de Jalisco Nueva Generación. En manos de la ministerial, El Cocho se reconoce ex zeta y que por temor debió reclutarse con el Cártel de Jalisco.
“Tiene mido que le pase algo a él o a su familia, pues antes era de los Zetas, pero que actualmente en la ciudad de Cardel y Veracruz se encuentra el grupo denominado Cartel de Jalisco Nueva Generación quienes llegaron a eliminar a todos los que pertenecían al Cártel de Los Zetas, y algunos los obligaron a que trabajaran ahora para ellos, situación que le sucedió a él”, explica el documento en poder de blogexpediente.com.
El Cocho dice ante los oficiales ministeriales, que dentro de la organización, conoció a Roberto Lewis Martínez, al que identifica como encargado del Cartel de Jalisco para la zona de Cardel, y fue éste quien le pidió “un operativo” para dar seguimiento a las actividades de Huesca Barradas en Cardel, donde estaba asentado su domicilio. Y durante varios días, El Cocho siguió y reportó los movimientos del Ministerio Público adscrito al Veracruz Seguro, el responsable de consignar los aseguramientos y a las personas presentadas por personal de la Secretaría de Marina Armada de México, la mayoría eran golpes contra el Cártel de Los Zetas, y con menos frecuencia, contra los de Jalisco.
Roberto Lewis, El Pantera, -dice el cocho- “le dijo que ese licenciado (Pedro Huesca) se las debía al jefe del cartel que está en Veracruz y por eso se lo estaba pidiendo (…), desconociendo el nombre de dicha persona”.
¿El motivo de la molestia con el servidor público? Versiones del mundo sórdido y del policial, coinciden con la presentación ante el MP de un trío de delincuentes a quienes la Marina aseguró en posesión de un vehículo con reporte de robo. Los cabilderos hicieron llegar al Pedro Huesca Barradas el mensaje de que le convenía soltarlos, pero el MP del Veracruz Seguro cumplió con su deber y los consignó, desestimando la amenaza, y esta semana se confirmó que él y su secretario, son las primeras víctimas identificadas en la gran fosa colectiva de Colinas de Santa Fe, ubicada a unos 25 kilómetros del sitio donde sufrieron privación de la libertad el pasado 15 de abril de 2013, a manos de un grupo de pistoleros y policías.
El Cocho es ubicado como uno de los participantes en ese operativo, al cual también se sumaron Pedro Lewis Martínez, y “participó también el comandante de Seguridad Pública de apellido Sandoval, quien actualmente es comandante de la policía estatal de Cardel Y QUIEN ABORDO DE LA UNIDAD OFICAL LLEGANDO COMO A MEDIODÍA VIENDO QUE SALIA LA UNIDAD TIPO CHEYENNE COLOR BLANCA (la que usaba Pedro Huesca, quien ese día, andaba sin escolta y los agresores lo sabían)”.
Pedro Lewis Martínez “le dijo (al Cocho) que se retirara y que se guardara, que ya habían levantado al licenciado de la judicial con el Sandoval y que ya habían sido entregados en la ciudad de Veracruz al comandante”.
En ese mismo documento, se señala “la ruta que siguieron para llevarse a los hoy desaparecidos, pudo ser hacia Salmoral, con rumbo a La Posta, para salir a la carretera Veracruz-Norte, ya que por ahí pasan a un costado de la caseta de La Antigua y libran el retén policiaco, y que todo esto se lo comentó El Pantera”.
Efectivamente, la unidad oficial del MP apareció en La Posta, dentro de la ruta descrita por El Cocho. Elementos de la AVI y de la SSP la encontraron con indicios de violencia.
En el documento se aporta otro dato relevante para los Colectivos que buscan a sus familiares desaparecidos, la posible ubicación de los cadáveres de los elementos de la Policía Municipal de Úrsulo Galván privados de su libertad en enero del 2012, presuntamente, a manos de pistoleros y otros oficiales de la SSP:
“Dice -El Cocho- que El Pantera le dijo que las gentes que se han llevado por ejemplo a los policías municipales de Úrsulo Galván, de la cual fue subcomandante, los enterraron en un rancho que está en la congregación de El Salmoral –a menos de cinco minutos de Cardel- pero que desconoce la ubicación del mismo ya que nunca lo han llevado a ese lugar”.
Aunque esta declaración fue aportada un año y meses después de iniciada la búsqueda de los oficiales por parte de sus esposas y madres, las autoridades veracruzanas no lo tomaron en cuenta. A la fecha se desconoce de alguna inspección mínimo ocular, en esa zona para buscar el posible lugar donde estarían sepultados Luis Alberto Valenzuela González, Juan Carlos Montero Parra, Samuel Montiel Perdomo, Alejandro Baéz Hernández, Javier Arau Molina y Guillermo Torres Perdomo.
Sus seres queridos desde entonces forman parte de diversos colectivos de madres buscando a sus hijos, y han empujado toda serie de acciones para encontrarles; sin embargo, el anterior Fiscal, Luis Ángel Bravo, las manipuló a base de promesas y mentiras.
PÁJARO DE CUENTAS
El historial de Víctor Manuel Sandoval extenso. El pasado cinco de enero de 2016, integrantes del colectivo Solecito de Veracruz tomaron las instalaciones de la Fiscalía en Xalapa ante la nula actuación del fiscal general, Luis Ángel Bravo Contreras, para encontrar a personas reportadas como ausentes, y sobre todo, por el incremento de casos en donde las mismas autoridades colaboraban en los perpetradores.
En esa ocasión, las madres entregaron en manos del Fiscal General, Luis Ángel Bravo Contreras, un documento en el cual exigían la inmediata renuncia de Javier Duarte de Ochoa, Gobernador de Veracruz, de Arturo Bermúdez, titular de la SSP, y de Víctor Manuel Sandoval, mando de la SSP, cercano a Bermúdez, por estar involucrado en varias desapariciones forzadas en la región de La Antigua.
En esos años, hay más de 60 denuncias de personas desaparecidas a manos de civiles armados y por lo menos en la mitad de ellas se presume la presencia de estatales. En la zona de Cardel, se le conocía como “La Barredora”, y se enfocaba a levantar jóvenes de entre 15 y 21 años.
En esos rumbos, a la salida de Cardel, La Barredora era “armada” en un terreno despoblado al cual arribaban patrullas de la SSP, y sus elementos se quitaban sus uniformes. A los pocos minutos, al mismo lugar, llegaban civiles armados en camionetas de las cuales descendían para vestirse los uniformes de la policía y salir del predio manejando las patrullas y realizar sus “operativos” en colonias populares y barrios pobres de Cardel y Úrsulo Galván.
Pese a esos señalamientos y la confesión del delincuente, Luis Ángel Bravo Contrera no molestó a Víctor Manuel Sandoval, su expediente estuvo en manos de Enoc Maldonado Caraza, y de Rosario Zamora, ambos altos mandos en la Fiscalía general en el periodo de Bravo Contreras y ninguno de los dos pudo establecer una investigación formal contra los narcopolicías. Los dos salieron de la fiscalía siendo odiados por las madres de los colectivos y otras víctimas del delito.
La investigación de Pedro Huesca y su secretario la inició Genaro González Rodríguez, el mismo MP que realizó “el teatro” del levantamiento de los restos del cantante de la Voz México, Gibrán Martiz, asesinado a sangre fría por elementos de la SSP, quienes después de sustraerlo a él y a otros tres chicos por la fuerza, en Xalapa, simularon un enfrentamiento con delincuentes, farsa echada abajo por diversos peritajes efectuados por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Al ser considerado un caso relevante, la misma quedó en manos de Enoc Maldonado, oscuro personaje de los sótanos de la Fiscalía General, y la primer persona de quien pidieron su cabeza, al salir Luis Ángel Bravo Contreras. Maldonado era titular de la Fiscalía de Asuntos Especiales, dando inicio al expediente 06/2013.
Posteriormente, regresa a manos del fiscal Guillermo Bencomo, Fiscal Segundo de la Dirección de Investigaciones Ministeriales, y le asignan el expediente 70E/2013, y él consigna y se forma la causa penal CP/2013, en el Juzgado Quinto de Primera Instancia del Puerto de Veracruz, y son sentenciados Pedro Lewis Martínez, El Pantera, y Obed Pulido Murrieta, El Cocho. Los dos apelan la sentencia y se forma la toca 41/2015, pero le magistrado deja en firme la sentencia, y El Cocho promueve el amparo director 351/2016 en el Segundo Tribunal Colegiado en materia penal del Séptimo Circuito, y el cual no se ha resuelto.