Escenarios
Luis Velázquez
Veracruz.- Uno. Javier Duarte, a la pantalla
Una nueva serie de aventuras fantásticas y alucinantes será lanzada en televisión.
Se llamará “Mr. Javidú”, cuyo significado en español es más, mucho más conocido, por ejemplo, que el nombre de Javier Duarte.
El primer episodio comenzará en un rancho rodeado de árboles y pinos, con un clima donde en el transcurso del día hay calor, lluvia, niebla y frío.
Una mujer aparecerá en el primer plano montada a caballo, vestida como amazona, feliz, contenta, realizada, porque ella, así lo establece la ley bíblica, merece mucha, demasiada, excesiva abundancia.
A su lado, su maestro de equitación, montará otro caballo y le enseñara el arte de montar como si fuese, digamos, una clasecita de danza.
En el último capítulo de la serie, esa misma mujer aparecerá en una calle de Londres, caminando en compañía de sus hijos, pero con la carita triste, porque su esposo, Javidú, está preso en una cárcel del país.
En la serie se empalmarán historias del bien y del mal, como lo recomienda el canon literario en la escritura de un cuento y una novela.
El bien y el mal, luchando frente a frente. Dios y el diablo. El cielo y el infierno. El buen karma y los espíritus malignos.
Y en cada capítulo, el desfile de aquellas mujeres que según Henry Kissinger les encanta y fascina “el olor a poder” y que es también el olor a dinero, considerando además que un político es más atractivo que un empresario, porque el primero es dueño del día y de la noche y del destino social de la gente.
Un empresario, por ejemplo, el suegro de Javidú, tendrá mucho dinero para hacer y deshacer, pero en un mundo reducido, el suyo.
El político, en cambio, tiene en sus manos el destino de un pueblo.
“Mr. Javidú” será lanzada, todavía se ignora, si por alguna televisora nacional o por Telemundo o por Netflix.
Dos. Entre el bien y el mal
A tono con lo que dice Mario Puzzo en su novela “El padrino”, de que atrás de cada riqueza, atrás de cada fortuna, siempre, siempre, siempre existe un muerto, en la serie de “Mr. Javidú” habrá violencia, sangre, muertos, secuestrados, desaparecidos y fosas clandestinas.
En la frontera entre el bien y el mal y que son caminos y vidas paralelas, las películas “El infierno” y “La dictadura perfecta” de Luis Estrada con Damián Alcázar, serán poca cosa.
Y lo serán, por una sencilla razón que ya en su tiempo descubrieran Carlos Fuentes Macías y Gabriel García Márquez respecto de sus novelas.
La realidad es más impresionante que la ficción.
En todo caso, en cada capítulo de la serie reproducirán aquella famosa leyenda en las películas en blanco y negro del siglo pasado cuando al pie de la letra decía:
“Todo parecido con la vida real es pura coincidencia”.
Por eso, el acierto de las televisoras que se están disputando la exclusividad de la serie “Mr. Javidú”.
Y más ahora cuando están filmando las vidas de los artistas más famosos, polémicos y controvertidos del país.
Entre ellos, las vidas de Juan Gabriel, Celia Cruz, Paquita la del barrio y Luis Miguel, y otras más en la mira.
Y, bueno, con las vidas de los anteriores artistas utilizarán sus historias de pobreza y miseria hasta alcanzar la fama, la gloria y la inmortalidad.
Pero en la serie “Mr. Javidú” hay otros elementos, además del saqueo, la rapiña y el sexo, como es la barbarie y que llegara a lo peor de la naturaleza humana, como es matar por matar, asesinar por asesinar, para eliminar a las personas incómodas, entre ellas, activistas sociales, reporteros, políticos y ciudadanos sencillos y comunes que vivían una vida anónima.
Tres. Javier Duarte se interpretará a sí mismo
En el papel de “Mr. Javidú” actuará Javier Duarte, pues nadie como él para escenificar, por ejemplo, su risa vitriólica y sus ojos coléricos y sus arranques emocionales.
En el papel de la esposa de “Mr. Javidú” estará Dominga Xóchilt, la noviecita del cantante de “Los tigres del norte”, conocida también como “La viuda alegre” desde que asesinaron a su esposo, presidente municipal electo de un pueblo centroamericano, si se considera que de Cosamaloapan, Veracruz, para adelante comienza América Central.
El resto de los actores entrarán y saldrán de cada episodio, sin dejar huella pues, como en la vida real, todos ellos fueron utilizados para los fines aviesos.
Y utilizados, porque uno de los suyos lo estableció con claridad:
“Era mi amigo, era mi amigo, pero a todos nos engañó”.
Hasta donde se sabe si se sabe bien, el CEN del PRI de Enrique Ochoa Reza financiará la serie, pues la necesitan con urgencia para ver si el candidato presidencial del año entrante pudiera levantar expectativas y ganar en las urnas.
El guionista sopesa si incluir en la serie un personaje que llamarían “El copetes”, y que en la vida real fue el gran mecenas, el tlatoani mayor, el jefe de jefes a cuya sombra “Mr. Javidú” hizo y deshizo, sin que nunca, jamás, fuese tocado, impecable e implacable que llegó a creerse y sentirse.
Antes de su estreno en cadena nacional y norteamericana, el filme “Mr. Javidú” será obsequiado en las despensas alimenticias que los partidos políticos y sus candidatos regalan a “los pobres entre los pobres” y que significan la gran reserva electoral.
Pendientes todos para el gran estreno.