IGNACIO CARVAJAL GARCÍA blog.expediente.mx Enviado especial Para El Piñero de la Cuenca
Asunción Ixtaltepec.- En el temblor del 7 de septiembre, que dejó más de diez muertos en este pueblo, Florentina la libró. Ella y su hija, María Antonieta, quedaron atrapadas bajo escombros de su casa en la primera sección de la cabecera. “Le dejamos todo a Dios cuando ví que ya no podíamos salir”, dice.
Las dos volvieron a pasar por el mismo trance está mañana de sábado, pero Florentina ya no pudo salvarse. “Mi mamá quedó aplastada por las paredes, la sacaron viva pero murió en el hospital” dice María Antonieta Ríos Cruz mientras vela a su madre en un terreno donde antes de alzaba una casa típica de Oaxaca, de tejas y barro y en el que ahora solo se ve escombro.
En un comunicado el gobierno de Oaxaca confirmó “el deceso de dos personas”, en distintos lugares, dentro del municipio de Asunción Ixtaltepec, los dos eran adultos mayores que usaban silla de ruedas.
Juan Toledo Martínez, de 73 años, jubilado, murió en su casa “luego de que un enjambre de abejas lo atacara durante el movimiento telúrico” y Florentina Cruz Guzmán, de 87 años, pereció “al caerle una barda en su domicilio”, cita el comunicado de la Coordinación Estatal de Protección Civil del estado de Oaxaca (CEPCO).
El mismo documento refiere la caída de un puente en Ixtaltepec que comunicaba a los municipios de Juchitán, Ixtepec y Salina Cruz, una importante región productora de energía eléctrica y de combustible en la refinería de Salina Cruz.
“Mi padre estaba muy contento y satisfecho de la vida porque en el pasado temblor, que dejó muchos muertos, nadie de sus hijos sufrió daños” dijo Miguel Ángel Toledo Enríquez, hijo de Juan Toledo, quien murió a consecuencia de “unos 300 piquetes de abejas africanas”.
El deudo comentó que su padre fue atacado “de manera salvaje por abejas que se sintieron atacadas por el temblor. Todas se le fueron encima cuando lo estábamos sacando en su silla de ruedas para que no lo aplastará su casa en medio del temblor. Eran muchas abejas y por más que quise evitar que lo picaran no pude” relató el afligido hombre en el lugar donde es velado su padre, en la Sexta sección de Ixtaltepec.
Los funerales de la otra víctima, Florentina Cruz Guzmán, se desarrollan en medio del drama de la destrucción. En un austero ataúd, ataviada con su traje típico de istmeña, yace el cadáver de Florentina. María Antonieta Ríos Cruz -la única hija presente, pues los otros cuatro hermanos son migrantes y vienen en camino- dijo que son sobrevivientes del temblor del 7 de septiembre.
“Esa vez estábamos en casa, cargué a mi mamá porque ella es discapacitada, y la jalé a la salida, pero nos caímos ahí me quedé, no nos pasó nada, pero la casa fue destruida. Después de eso nos fuimos a otro cuartito que pensaba que estaba mejor y fue el que ahora se desplomó y la mató a ella, mi papá está muy grave en el hospital” dice mientras otros deudos buscan lonas y cuerdas para armar un techado ya que viene la tormenta y las casas no son seguras.
El drama de la hija es aún mayor porque su padre, también de 80 años, resultó con importantes lesiones en ese hecho. Los dos viejitos eran su responsabilidad y el padre se debate entre la vida y la muerte en el hospital.
Ella llama por teléfono constantemente para saber de su papá mientras el lugar poco a poco se llena de deudos. El funeral de Florencia es el mejor retrato de Oaxaca en medio de la pobreza y la tragedia por los fenómenos naturales.