Se le veía adormilado cuando activó la cámara de su teléfono celular y lo colocó en un tocador para comenzar a grabarse. “Voy a morir”, fue lo primero que dijo luego de tallarse un ojo y tomar una navaja de rasurar.
Después, Rodrigo Jesús Hernández Flores, quien en ese momento era buscado por la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México por asesinar a cuatro integrantes de su familia y herir de gravedad a su abuela en la delegación Xochimilco, se quitó la playera y caminó hacia el fondo de la habitación 2209 de los Condominios Brisas Cancún.
Bebió algo de una botella y eructó. Al regresar hacia el foco de la cámara dijo: “Tuve una buena vida, pero adiós”.
Esa fue su despedida.
Era la madrugada del 5 de febrero pasado, tres días después de haber cometido el multihomicidio en la delegación Xochimilco.
Esa grabación quedó almacenada en el celular y fue recuperada por especialistas en equipos electrónicos de la procuraduría capitalina.
La Fiscalía de Homicidios sabe que el mismo 2 de febrero pasado cuando cometió los crímenes de su mamá, su primo, su pareja sentimental y el hijo de ésta, viajó en autobús a Cancún, Quintana Roo.
Allá se hospedó en un hotel con parte del dinero que le robó a su abuela, quien organizaba tandas y una caja de ahorro.
Con su suicidio, sus homicidios quedaron sin castigo.
CON INFORMACIÓN DE elgrafico.mx
Joven que mató a su mamá, primo, pareja sentimental e hijo de ésta, en Xochimilco, se grabó antes de cometer suicidio, en hotel de Cancún. pic.twitter.com/dy1MpsTvRp
— El Gráfico (@elgmx) April 24, 2017