PIÑADERO Político|
Tuxtepec, Oaxaca.– En tiempos de la austeridad republicana, establecida por el nuevo gobierno de la república, hay municipios que no sólo guardan el precepto como modelo de gobierno a seguir sino porque fueron saqueados, asaltados por sus anteriores presidentes.
En esta importante región de la Cuenca del Papaloapan, por ejemplo, hay vastos modelos del pillaje oficial que lastimaron las arcas a tal grado de dejar quebradas sus finanzas, sin un centavo para resolver problemas neurálgicos, de cajón.
En Valle Nacional, el actual presidente de extracción morenista, Rey Magaña García, informó que encontró un Ayuntamiento saqueado, totalmente vapuleado por el exalcalde, el priista Álvaro Hernández quien, de plano, tuvo que huir ante el desastre engendrado.
Por lo anterior, Magaña García tuvo que aplicar enérgicas medidas de austeridad. Y de entrada corrió a toda la plantilla de barrenderos pues, según su cálculo, ya no son necesarios.
Ahora conminó a su pueblo a barrer sus calles, recoger su basura y depositarla en los sitios de acopio y en el camión volteo de recolección.
También en Chiltepec, municipio de ese amplio corredor de la Chinantla, el anterior gobierno encabezó un descomunal saqueo que no hubo ni una sola obra de relevancia.
De acuerdo a Griselda Molina Espinoza, síndico municipal, en la administración de la expresidente Laura Pérez Lozano todo el recurso que llegaba a la Sindicatura se la quedaban los síndicos para usos personales.
Ante ese grosero robo, Molina Espinoza decidió activar una nueva dinámica que consiste en encauzar los recursos de las multas e infracciones hacia el sector educativo, a fin de romper con ese condenable esquema de corrupción.
Igualmente en San Lucas Ojitlan, la alcaldesa Alicia Moreno Pereda, primera mujer en llegar al poder en ese municipio, ha diagnósticado severa crisis en las finanzas del Ayuntamiento.
Lo anterior, ha mencionado, es gracias al fallido gobierno que lideró el doctor Porfirio Ortiz Córdova a quien el pueblo lo tundió en las pasadas elecciones, pues pretendía reelegirse por el PRI pese a su agria administración.
Hasta el momento, nada se sabe de las investigaciones y auditorías que se les realizó a su gobierno, dejando en estela de duda qué hizo con el recurso que no aplicó para obras y acciones sociales, pero que sí –acusan– le alcanzó para concluir su “Casa Blanca” en la ciudad de Tuxtepec.
En tanto en Loma Bonita, luego de mantenerse en el poder más de diez años, el PRD dejó una pesada herencia financiera al gobierno de Raymundo Rivera, quien asumió el poder mediante el PRI.
En esa urbe piñera, en las postrimerías de su gestión, el expresidente municipal Nahim Morales decidió agenciarle a Raymundo Rivera el pago de 12 millones de pesos por concepto de un laudo ganado por un grupo de 33 trabajadores que fueron despedidos en el año 2011.
En voz de Rivera Hernández, al asumir el cargo encontró un Ayuntamiento vacío, abandonado y con diversas deudas que ahora tendrá que solventarlas en virtud a que Nahim Morales no se hizo responsable.
Por su parte, su equipo que dirige el proceso de entrega- recepción ha encontrado graves anomalías en distintas áreas del Ayuntamiento, pues en muchas de ellas desapareció documentación, equipos de cómputo y hasta herramientas de trabajo como palas y escobas.
Así, el cambio de poderes se cata con sabor amargo y dichos municipios enfrentan retos que pondrán a prueba la capacidad de sus gobernantes.