Luego de 45 años de trabajo político y en puestos públicos de gran calibre, Porfirio Muñoz Ledo está en la Cámara de Diputados. Aunque llegó ahí por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), no se ha guardado las críticas a la actuación del Gobierno de la 4T, sobre todo en lo que respecta a la relación de México con Estados Unidos y la migración. En entrevista con SinEmbargo habla de Felipe Calderón, Genaro García Luna y del futuro del Gobierno de López Obrador.
Daniela Barragán
Ciudad de México (SinEmbargo).- Desde el inicio de la entrevista, el Diputado Porfirio Muñoz Ledo negó ser “la voz crítica de la 4T” y dijo que criticar es algo que toda persona de izquierda hace. Así lo intenta dejar claro desde hace más de un año en el que ha lanzado fuertes juicios al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, sobre todo en el tema migratorio.
Por ejemplo, dijo que el informe sobre migración que presentó el Canciller Marcelo Ebrard Casaubón, era una “vergüenza”.
“Un horror, es un horror. Está confesando que la factura que se cobró es muy alta. Me parece que es una declaración casi injuriosa para el país que el 74 por ciento de la migración bajó”, afirmó el experimentado legislador.
Pero no sólo es ese tema el que ocupa la agenda del Diputado Muñoz Ledo. Habla en su oficina con sus asesores sobre outsourcing, derechos humanos, de la oposición y en este tema, ahondó en México Libre y en específico, de Felipe Calderón Hinojosa.
Y otro tema que tiene en primer plano es el de los cuadros de la Cuarta Transformación. En la última reunión del Presidente con los diputados, encargó eso y el legislador se dice dispuesto a llevar a cabo esa tarea.
Se trata de cuadros políticos para que el proyecto de gobierno trascienda el sexenio y dure, al menos, tres: “estoy esperando, espero que la corriente de Andrés dure lo que duren los periodos del siglo XX mexicano, 18 años, tres sexenios. Con eso hay un cambio de régimen”.
El Diputado habló con SinEmbargo de la izquierda, el Instituto Nacional Electoral (INE), de Felipe Calderón y del futuro del Gobierno de López Obrador.
–Desde la Cámara tomó un papel importante en este gobierno que, podemos podemos decir, fue anhelado por mucha gente, es usted la voz crítica de esta Cuarta Transformación?
–No, críticos somos siempre los que somos de izquierda de verdad. Pero no crítico de Andrés Manuel. Siempre yo he tenido un rol parecido, cuando estaba por ejemplo, en Naciones Unidas, yo representaba claramente la izquierda de la cancillería, eso lo sabe todo mundo. Protegí a los árabes, a los africanos, fui Presidente de Los 37.
Cuando estuve en la Secretaría del Trabajo, admití todas las huelgas. Siempre he tenido esta posición. La conoce perfectamente el Presidente López Obrador y creo que es muy bueno para él, porque por un lado está jalando a ser la política migratoria de los americanos y no quiere tener ahorita problemas, quiere seleccionar sus batallas y esa, hasta ahorita, no la va a dar, pero la doy yo.
Pero no es que yo critique a Andrés, todos mis jefes me lo toleraron, me lo permitieron; hasta el Canciller, que era un gran jurista, le convenía mucho que yo tuviera una posición de avanzada.
–Hace unos días se reunió con el Presidente, ¿cómo lo ve?
–Bien, muy bien. Muy claro, sereno. Estábamos con los diputados pero lanzó una idea nueva que ya estoy desarrollando, que es los cuadros para el futuro. Él ya descubrió que estamos trabajando con cuadros del pasado y esa no es una tarea de la función pública propiamente.
–¿Los cuadros del pasado?
–Los del pasado inmediato. Ahorita el Presidente tiene unas tareas administrativas que todavía no habían visto, yo escribí mucho porque fui coordinador administrativo del Gobierno federal y subsecretario de la Presidencia, entonces creo que sí se necesita la formación de cuadros de la 4T. Por ejemplo: Hacienda y Banco de México es propiamente un mundo aparte, ellos crean sus propios cuadros, entonces ¿cuáles deben ser y cuántos los nuevos cuadros de Hacienda? No deben romper con el capital pero que no sigan con el neoliberalismo, porque se tapa un agujero pero se destapa otro.
El Ejército y la armada no son problema y ellos tienen su propia función. A la diplomacia hay que ponerle un toque y hay que pensar cómo para no violentar su autonomía. Ahorita es un momento muy bueno para Andrés y ya está pensando en el futuro. Dijo clarito lo que pasará: yo no me voy a reelegir, pero mi corriente va a seguir. Está hablando como Lázaro Cárdenas, es decir, que no va a meterse, pero la corriente seguirá. La corriente de Cárdenas continuó por lo menos dos sexenios.
Estoy esperando, espero, que la corriente de Andrés dure lo que duren los periodos del siglo XX mexicano, 18 años, tres sexenios. Con eso hay un cambio de régimen.
–Ahora que menciona los cuadros, ¿cuál es su perspectiva del la izquierda en México tras el triunfo de López Obrador?
–Este es un tipo de izquierda, que tiene varias modalidades. Hay la izquierda socialdemócrata, que ya no es izquierda para mi la que era comunista. Esta es la izquierda del proceso histórico mexicano, dicen “es el PRI” y sí y no, porque nosotros nos fuimos de ahí y fuimos la izquierda de eso. Entonces yo le llamo a esto la izquierda republicana, para definir a Andrés.
Que hay un sesgo populista, lo hay, el pueblo. Pero las instituciones, él dijo una vez, al diablo con sus instituciones, es porque hay que crear nuevas y él quiere crearlas, ahí el tema de la sociedad civil, de los organismos concentrados, el problema del Instituto Nacional Electoral.
–¿Cómo ve ese tema del INE?
– Está resuelto prácticamente en la Ley, pero claro el Presidente del INE, con quien he platicado largamente, no es él, es toda una casta que está defendiendo su salario gracias a un amparo. Eso no lo decidió él, yo estaba a favor de la controversia constitucional para que de una vez resuelva la Corte el tema de los salarios, entonces se fijaron los nuevos tabuladores. Matamos dos pájaros de una pedrada.
–En lo que respecta a la renovación de consejeros…
–Mujeres, mínimo tres. La reforma, que ya se aprobó, la de paridad de género, obliga al INE a tenerla y cuando tenga la oportunidad. Con tres mujeres se hace la paridad, con tres se hace la mayoría. Con que tengan tres ya la hicieron, pero sería mejor la mayoría.
–Habla de una izquierda que respeta los derechos humanos. Ahora está el tema migratorio, el problema de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), los feminicidios…
–El asunto dela CNDH es fallido, porque también se pueden cometer errores. Ahí fue más bien por tradición familiar y el prestigio de Rosario Ibarra. Para mí es un error objetivo, pero no de Gobierno, lo nombró el Senado. Eso no salió bien y debe ser una lección, hay que escoger bien, entonces el tema del INE se vuelve muy importante.
Hay que mantener la autonomía de las instituciones, que no sean del Gobierno, si no pueden ser prolongación del Gobierno porque las creamos para que sean independientes, no son enemigas, pero son límites del poder del Estado.
–Sobre la Guardia Nacional y la crisis migratoria.
–La Guardia Civil fue aprobada por unanimidad en las dos cámaras y en los estados, fue bien recibida porque le quita al Gobierno la facultad de usar al Ejército para la lucha contra el narcotráfico. Había un problema de derechos humanos, sí lo había, sobre todo porque no se definió con claridad lo que era seguridad interior.
Entonces, lo que tenemos que pensar es que la Guardia Nacional también debe estar obviamente y para eso se creó, al servicio de los derechos humanos. Lo digo de otra manera: la falla inconveniente que tenía el Ejército y la Armada, al intervenir en problemas de persecución al crimen, es que ellos no están sujetos a la tabla de derechos humanos, está el fuero militar. Un Secretario de la Defensa dijo: “yo voto con las dos manos para que nos saquen de la lucha contra el crimen” y lo dijo: el Gobierno de Felipe Calderón es el que creó eso.
Cuando Andrés Manuel dice, o yo digo, o cualquier miembro del movimiento dice, que estamos corrigiendo fallas muy graves, no es que estamos dando pretextos, es que lo de Felipe Calderón fue realmente catastrófico: creó una casa de homicidios. La Guardia Nacional debe servir para funciones de paz y con respeto a los derechos humanos.
La Ley dice que puede intervenir en temas aduanales y migratorios, pero no para perseguir a los migrantes sino para defenderlos. Si en el camino les hacen de todo, caen en manos de los narcos. Lo han entendido al revés, es un movimiento en el país que yo combato con todo, de primero carceleros [las estaciones migratorias] que hay en la frontera sur que violan todos los días los derechos humanos. Todos los diputados de todos los partidos coincidimos, salvo el coordinador, que se siente obligado a aprobar todo lo del Gobierno.
Marcelo Ebrard dijo que si soy legislador que legisle, pero lo dijo para el público, ¿pero quién le dice a él que la legislación está a su favor? Y aún en ese caso la Constitución no está a su favor, y aún en ese caso están los tratados internacionales que son claros.
–Ahora, en otro tema, sobre la oposición. ¿Cómo la ve?
–Debe crecer, no disminuir. Debe articularse más, no es su función tener la misma función del Gobierno. Ser nada más estorbo, escandaloso como lo fueron al principio mis amigos del PAN, no lleva a ningún lado. Nosotros lo fuimos, pero ellos están en un plan de cooperación no de sumisión. Han apoyado iniciativas fundamentales, otras no, pero nosotros no tenemos como partido mayoría constitucional ni con los aliados, ahí es donde entra el consenso y ahí se hacen los acuerdos.
–Y hablando de oposición, Calderón ahora ya casi tiene su nuevo partido…
–Es un ridículo, porque le falló además querer ser Presidente, que apresaron a Genaro García Luna, que iba a ser el gerente. ¿Cómo va a tener un partido libre cuando el gerente está preso? Eso no tiene ningún futuro, es una vacilada. Es una mala inversión del dinero que se robó Calderón.