Luis Velázquez | Escenarios
21 de abril de 2021
UNO. Dinosaurio priista
Porfirio Muñoz Ledo tiene 87 años de edad. 99 años tiene Luis Echeverría Álvarez. Muñoz Ledo es un político ex de todo, menos de presidente de la república. Récord Guinness como legislador federal, la hora de los elefantes le ha llegado.
Los elefantes, ya se sabe, cuando sienten y olfatean que su tiempo fuera de la manada está encima se retiran a una cueva en la montaña y se aíslan a esperar la muerte.
Porfirio está lúcido. Lleno de vida. Oxigenado. Pero si quedó fuera de la reelección como diputado federal, “veinte y las malas” que fue orden superior.
DOS. La hora del retiro
Muñoz Ledo fue uno de los políticos que abrieron la puerta al joven tabasqueño Andrés Manuel López Obrador para llegar a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Tuvo Porfirio tiempo de gloria fuera del PRI. Fue líder nacional del PRD, donde también estuviera López Obrador. En los últimos años, décadas, ha pasado de la Cámara de Senadores a la de Diputados y asambleísta en la Ciudad de México.
Pero la hora del retiro de la actividad política ha sonado. Es la hora, por ejemplo, de escribir libros con todo y que años anteriores publicara sus memorias, un mamotreto de más de mil páginas.
TRES. Récord Guinness
Su última batalla fue por la dirigencia nacional de MORENA y que también por el PRI. Soñaba quizá con el Récord Guinness dirigiendo tres partidos políticos.
Pero Mario Delgado, diputado federal, apoyado por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, y el senador Ricardo Monreal, lo derrotaron.
Entonces, a la hora del reparto de las candidaturas pluris al Congreso federal lo excluyeron.
Así, fuera del poder, continuaría, digamos, los próximos 3 años. Para entonces, tendrá 90 años.
Y nada mejor que reinventarse. Sabia que es la vida…
CUATRO. Amarrarse la lengua
Augusto Gómez Villanueva (1929, Aguascalientes) es su contraparte. También ex de todo, menos de presidente de la república.
Gómez Villanueva, sin embargo, sacó boleto para el próximo Congreso de la Unión. A los 92 años de edad, salió palomeado como candidato priista a diputado federal por la vía plurinominal, es decir, sin hacer campaña, sin gastar un solo centavo y sin exponerse a una derrota.
Pero a diferencia de Muñoz Ledo, el ex secretario de la Reforma Agraria con Echeverría leyó el Eclesiastés y se amarró la lengua y siempre apuesta al bajo perfil como operador político, negociador, diplomático.
CINCO. El país de un solo hombre…
Luego de su derrota partidista, Muñoz Ledo ha cacareado que la bancada de MORENA en San Lázaro está convertida en “un eco servil del Ejecutivo”.
Incluso, tan servil que, por ejemplo, dice, los diputados federales aprobaron el Presupuesto de Egresos de la Federación al día siguiente del cumpleaños del presidente de la república (Proceso 2300).
De hecho y derecho, como si fuera un regalito de los llamados “Conscriptos de la patria”, “en el país de un solo hombre”.
SEIS. Articulista internacional
Muñoz Ledo también ventiló que MORENA ha terminado por parecerse, copia mala, al PRI con su famoso “Dedazo” que por Dedazo, aseguró, repartieron las candidaturas unis y pluris a diputados federales.
Con todo el sistema político en contra, el tiempo de don Porfirio ya pasó. Podrá seguir cuestionando a las tribus guindas, pero nada logrará.
Pero, bueno, a los 87 años de edad, y lúcido, la vida puede reinventarse, como en su caso, escribiendo libros, una columna semanal en The New York Times, The Washington Post, El País o en The Guardian.