- Muchos Soledad Atzompa
Luis Velázquez/ Barandal
Veracruz.- ESCALERAS: Inicia el Fiscal nueva vida. Reciclado, y más allá del fuego amigo de Cuitlalandia que seguirá, está la procuración de justicia. Al día 88 del nuevo sexenio, 399 asesinatos. 41 feminicidios. 90 secuestros. Dos infanticidios. 7 políticos y líderes sindicales ejecutados y secuestrados. La mayoría, el 98 por ciento, en la impunidad.
Más todavía:
El gravísimo pendiente social de los desaparecidos. Los Colectivos, reclamando apoyo para seguir la búsqueda de los suyos, ellos, solitos, dado el menosprecio y el desdén.
Los días turbulentos amainarán a partir de ahora. Claro, ninguna duda de que arreciarán de otra manera. Pero…, la población está harta de los pleitos verduleros de las elites políticas. Y más, porque únicamente se trata de la búsqueda “del pinche poder”.
PASAMANOS: Todos los días, Veracruz chorrea sangre. Inseguridad e impunidad como hermanas gemelas del fallido Estado de Derecho.
Y un Estado Fallido ante un Estado Delincuencial. Estado Malandresco. Estado de Carteles y Sicarios.
Lo peor: además de la sublevación indígena en Soledad Atzompa y que dejara 6 malosos linchados y carbonizados, un montón de pueblos declarados virtuales Estados de Sitio por la misma población que apenas pardea y anochece se encierran en sus casas para evitar un desaguisado, una bala perdida, un tiroteo, un secuestro exprés, una extorsión, una desaparición.
CORREDORES: El secretario de Seguridad Pública es el primer filtro de la seguridad por más y más que el gobernador lo defienda.
Y el Fiscal es el primer filtro de la procuración de justicia.
Si Seguridad Pública incumple y falla, entonces, los malandros crecen al castigo.
Y más, cuando en la cancha oficial se asegura que dado el paraíso terrenal descubierto aquí en las playas de Chalchihuecan desde Tampico Alto hasta Coatzacoalcos, están llegando más carteles y cartelitos.
BALCONES: Y si Seguridad Pública falla, y también la Fiscalía, investigando y deteniendo a los homicidas físicos e intelectuales, entonces, Veracruz se vuelve, como se ha vuelto, un infierno.
La población, a la deriva social. La vida, prendida con alfileres todos los días y noches.
Grave, gravísimo para el par de dependencias que nadie en Veracruz se sienta segura. Nadie puede cantar victoria. Nadie anda tranquilo.
Bastaría recordar entre tantos infiernos el secuestro de la esposa de un empresario en Coatzacoalcos levantada cuando llegaba a casa luego de dejar a sus hijos en la escuela, y asesinada por la falta de liquidez de la familia para pagar el rescate, y todavía, con toda la saña y barbarie, decapitada.
PASILLOS: El 50 por ciento de la responsabilidad para garantizar la vida es de Seguridad Pública. Y el otro 50 por ciento, de la Fiscalía.
Y si Seguridad Pública continúa por su lado y por su lado la Fiscalía, cada parte midiendo fuerza política para imponerse, entonces, ningún político ni funcionario público ni partido político ha de dudar de que habrá de norte a sur y de este a oeste muchos Soledad Atzompa, haciéndose justicia por mano propia.
VENTANAS: En el municipio de Mariano Escobedo ya se lo avisaron al presidente municipal:
“Ladrón que detengamos… lo linchamos” como, se insiste, fueron linchados 6 secuestradores en Atzompa.
En la ciudad de Veracruz, en la unidad habitacional Geo Los Pinos ya lo avisaron de igual manera:
“Ladrón que agarremos… le cortamos las manos”.
En Coatzacoalcos, pronto, “antes de que el gallo cante tres veces”, antes de que San Pedro niegue a Jesucristo ante el soldado romano, pueblo sureño sublevado a la inseguridad, por ahora con marchas y caminatas y plantones ante el palacio municipal, también dará el siguiente paso y reproducirán el modelo social, político, sicológico, antropológico, moral y ético de linchar y quemar vivos a los malandros.
Atzompa es el Vietnam de Veracruz.
PUERTAS: Nada indica que la secretaría de Seguridad Pública pueda asestar el manotazo.
En Coatzacoalcos, por ejemplo, alardearon que mil policías habían llegado a los pueblos ardidos del sur.
Y sin embargo, la ola de violencia se ha multiplicado.
Entonces, tierra fértil, abonada, para que la Fiscalía demuestre con acciones y hechos concretos y específicos, que una cosita es la inseguridad, la incertidumbre y la zozobra, y otra, mil años luz de distancia, la procuración de justicia.
Y que si el titular de la SPP está atrapado y sin salida en su principio de Peter, el Fiscal puede.
Un pueblo, 8 millones de habitantes, entre ellos, un millón de indígenas, dos millones de campesinos y tres millones de obreros, esperan justicia. Mejor dicho, la reclaman.
Los pinches pleitecitos por apropiarse del poder ya nos tienen hartos a todos, absolutamente a todos.
CERRADURAS: En los días huracanados y para contrarrestar a Cuitlalandia, el Fiscal se refociló filtrando información de la violencia, incluso, hasta dando ruedas de prensa ex profesas y que nunca, jamás, aplicó en la yunicidad, pues entonces todo ocultaba.
Ahora, cuando abortara su destitución en la LXV Legislatura, ya se verá su nueva actitud, su filosofía política, su concepto del Estado de Derecho y sus acciones.
Claro, nadie pensaría que pudiera, digamos, lograr el milagro de su antecesor, Luis Ángel Bravo Contreras, cuando tomó posesión de la Procuraduría de Justicia y dijo que apenas, apenitas, se sentó en el Palacio de Justicia todos los malandros, pistoleros, sicarios, carteles y cartelitos huyeron despavoridos y temerosos a las montañas de otras entidades federativas a esconderse en las cuevas rupestres.
Los días siguen caminando en medio de vientos turbulentos donde la vida está prendida con alfileres.
Veracruz, tierra fértil para los carteles porque ni funciona la secretaría de Seguridad Pública ni tampoco la Fiscalía.