Un estudio de la DEA de 2022 estima que el narcotráfico en México emplea a 175,000 personas, convirtiéndolo en el quinto empleador del país, con ingresos anuales de al menos $6,000 millones de dólares. Se trata de un negocio global impulsado por la alta demanda de drogas en Estados Unidos, donde el 50 % de la población ha consumido drogas alguna vez.
El crimen organizado prospera en estados frágiles con alta pobreza y estructuras gubernamentales débiles, lo que genera corrupción y violencia. La web oscura y las criptomonedas han facilitado la comercialización de drogas, mientras que el fentanilo y otras sustancias continúan en auge.
México actúa como zona de tránsito y producción, con el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación dominando el negocio con casi 45,000 miembros en más de 100 países. Aunque la estrategia de seguridad de AMLO apostó por “abrazos, no balazos”, el país sigue enfrentando críticas por su manejo del problema y la expansión de los cárteles.
Las incautaciones de fentanilo han alcanzado niveles récord, y el lavado de dinero sigue siendo un problema global, con una economía sumergida estimada en 1.5 % del PIB mundial. El narcotráfico sigue siendo un desafío geopolítico complejo que requiere estrategias internacionales para su contención.
Nota de: https://elindependiente.mx/