- Se hallaron dos gomones vacíos y a la deriva frente a la costa libia. Estas embarcaciones suelen llevar por lo menos 120 pasajeros. Pero los rescatistas hallaron en el agua solo cinco cuerpos.
El Mediterráneo sigue tragándose a muchos de los desesperados que intentan llegar a Europa en gomones de fortuna desde la costa libia. La ONG española ‘Proactiva Open Arms’, que opera un buque de salvamento, anunció esta madrugada que había encontrado dos gomones inflables abandonados y que podrían haber desaparecido hasta 250 personas. Los socorristas del buque consiguieron recuperar cinco cuerpos.
El cálculo de los aproximadamente 250 desaparecidos se hace porque esos gomones siempre llevan un mínimo de 120 personas y un máximo de 140, según explicó a ‘Clarín’ Laura Lanuza, portavoz de la ONG española.
Todos los gomones que encuentran los buques de salvamento desde hace más de un año van cargados al máximo. Lanuza también explicó que un tercer gomón seguía sin aparecer, por lo que el balance final de víctimas de ayer podría ser superior a las 400 personas.
A pesar de los intentos de los gobiernos europeos de cerrar la ruta marítima por la que los refugiados y migrantes atraviesan desde Libia hasta Europa, las llegadas siguen creciendo. Desde el pasado domingo los barcos de salvamento han salvado a casi 6.000 personas. Las ONGs consideran que las salidas aumentan porque las condiciones de vida en Libia para migrantes y refugiados son cada vez peores.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) calculaba hasta ayer que en lo que va de año habrían muerto en esa ruta por el Mediterráneo 587 personas. Si se añaden esas aproximadamente 250 de la pasada madrugada, la cifra llega ya casi a 850, muy por encima de las víctimas mortales que hubo en años anteriores en el mismo período.
Ante la sucesión de tragedias, Nils Muiznieks, comisario de derechos humanos del Consejo de Europa –una institución independiente de la Unión Europea y dedicada a promover los derechos humanos y las libertades civiles en el continente europeo-, pidió a los gobiernos europeos que cambien una política de refugiados que considera “no sostenible”.
Muiznieks dijo que “el sistema es injusto con los países que están en el frente de la crisis, especialmente Grecia e Italia. No creo que pueda aguantar mucho tiempo más”.
Europa intenta cambiar el sistema para endurecerlo. Negocia con Libia para entrenar y equipar a sus guardacostas para que impidan la salida de los gomones o los intercepten en el mar y devuelvan a los refugiados a centros de reclusión de personas en Libia. Naciones Unidas denunció a principios de año que en esos centros se producen violaciones sistemáticas de derechos humanos.
Vincent Cochetel, responsable para Europa de Acnur, dijo esta mañana en un comunicado de prensa que si la Unión Europea quiere acabar con las redes de traficantes de personas que embarcan a migrantes y refugiados en esos gomones, primero tiene “que crear corredores legales creíbles para quienes necesitan protección internacional, a través de reasentamiento, programas de reunificación familiar y patrocinio privado”.