Ciudad de México.- “El Necaxa es como la literatura, para las minorías ilustradas”, es la frase con la que el escritor Juan Villoro describe a la afición de los Rayos, el club que fue fundado el 21 de agosto de 1923 y que es uno de los equipos con más tradición en México.
Comúnmente – y erróneamente – se tiene la creencia de que solo hay dos aficionados al club que ahora es de Aguascalientes: Don Ramón y Jorge Ortiz de Pinedo, pero cada vez que el Necaxa visita la capital se puede apreciar la huella que dejaron los rojiblancos en un sector de los aficionados.
En el palmarés de los Rayos hay 17 títulos oficiales y cuatro más en la época amateur. Un equipo que llegó a marcar época en los 90, en la actualidad está muy lejos de ser aquel club que tuvo a ídolos como Alex Aguinaga, Ivo Basay, Efraín El Cuchillo Herrera, Ignacio Ambriz, Ricardo Peláez, Luis El Matador Hernández, Adolfo Ríos, entre otros.
Los inicios de un club histórico
Su nombre es en honor al río que en 1923 proveía de electricidad a la capital del país y gracias al ingenio de William H. Frasser – gerente de la compañía Luz y Fuerza del Centro – el club Necaxa pudo ser fundado en la Ciudad de México.
Las crónicas de los años 20 aseguran que el equipo, de mote Los Electricistas, desplegaba un gran futbol con pases cortos, rápidos y rasos. En 1924, con tan solo un año de existir, consiguieron su primer título al vencer al América en el torneo Copa Eliminatoria (hoy en día Copa MX) y para 1925 se alzan como bicampeones tras derrotar al España.
El primer campeonísimo y los 11 hermanos
Obtener un doblete (título de Liga y Copa) hoy en día es algo raro; en la campaña de 1932/33 el Necaxa logró ser el primer club en obtener ambos trofeos en la historia del futbol mexicano. Aquellos que lograron la hazaña del bicampeonato se entendían tan bien dentro de la cancha que se ganaron el mote de 11 hermanos, los nombres: Raúl Pipiolo Estrada, Lorenzo Abuelo Camarena, Antonio Azpiri, Guillermo Perro Ortega, Ignacio Calavera Ávila, Marcial Ranchero Ortiz, Vicente Chamaco García, Tomas Poeta Lozano, Hilario Moco López, Julio Chino Lores y Luis Pichojos Pérez.
Las excelentes actuaciones del Necaxa no pararon con el bicampeonato pues obtuvieron los títulos de liga en las campañas de 1934/35, 1936/37 y 1937/38. Tan buenos eran los once jugadores que para la tercera edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, la Selección Mexicana utilizó a la base hecha por los Electricistas para enviar a los representantes en futbol, donde obtuvieron la medalla de oro.
Tras ganar la Copa México en 1935, venciendo al América 9-0 en semifinales y 2-1 al Asturias, el periodista Francisco Martínez de la Vega en su columna en La Afición le dio el mote de Campeonísimo al Necaxa, siendo el primer club que era digno de ser llamado de tal forma.
Las desapariciones del club
El futbol en México se profesionalizó en 1943 y en aquel año los Electricistas le dijeron adiós a los aficionados; sin embargo en septiembre de 1950, tras siete largos años de ausencia, el Necaxa hizo su regreso al balompié mexicano.
Las deudas acumuladas del club hicieron que el Necaxa tuviera que vender a sus figuras (cosa que varios años después se volvería en una constante). En 1960 lograron obtener la Copa tras derrotar 4-1 al Tampico y en 1961 sorpresivamente superaron al Santos de Brasil que contaban con Pelé en sus filas.
Sin embargo en 1971 el dueño del equipo, Julio Orvañanos, vendió al club a varios empresarios españoles por lo qué pasó de ser Necaxa a Atlético Español, sumando así su segunda desaparición.
La década de 1990 y el regreso a los triunfos
Once años tuvieron que pasar para que el club volviera a retomar el nombre de Necaxa y los tradicionales colores rojo y blanco. Bajo el mando de Televisa se empezó el resurgimiento de un club que fue golpeado tras el abandono de parte de su afición cuando fueron el Atlético Español.
En los 90 empezó a surgir un Necaxa que rememoraba al de inicios del siglo XX. Con la llegada de Alex Aguinaga, paulatinamente los Rayos lograron ser un equipo con alto calibre ofensivo. Hasta 1995, después de 56 años, el club se alzaba con el título de Primera División tras derrotar al Cruz Azul con un global de 3-1.
Aquel 1995 no solo significó el regreso a la gloria para los rojiblancos, también del mote de Campeonísimo tras obtener la Copa, ser campeón de la CONCACAF y haber salido victorioso del Campeón de Campeones.
Al año siguiente, los dirigidos por Manuel Lapuente volvieron a conseguir el título de Liga, esta vez al vencer a Toros de Celaya y a Emilio Butrageño. Aquella victoria, que significó el bicampeonato, hizo que ese Necaxa fuera nombrado el Equipo de la Década.
En 1996 se quedó cerca de lograr la hazaña de ser tricampeón; sin embargo, un gol en fuera de juego de Jared Borgetti hizo que Santos se coronara como monarca del máximo circuito.
Para el torneo de Invierno de 1998, los Rayos bordarían su tercera estrella en su escudo tras vencer en una final emocionante a las Chivas en el Estadio Jalisco. Al año siguiente, 1999, el Necaxa logra su pase al primer Mundial de Clubes tras hacer una excelsa actuación en la Copa de la Concacaf.
En los primeros días del nuevo milenio, Necaxa empacaría sus maletas y viajaría a Río de Janeiro donde tuviera el honor de participar en el primer Mundialito. Durante su estancia visitaron zonas marginales y regalaron playeras y balones de futbol.
Necaxa lograría un empate ante el Manchester United y vencer al Real Madrid en penaltis.
Mudanza a Aguascalientes y dos descensos
Para el torneo de 2003 una noticia impactaría a los aficionados del Necaxa, el club se mudaba de la Ciudad de México, escenario de grandes victorias, para intentar conquistar a Aguascalientes.
Un sinfín de malas decisiones de parte de la directiva le terminó costando el lugar en Primera División al Necaxa, pues en 2009 el club hidrocálido pisaba por primera ocasión el circuito de Plata en México.
Volvería al máximo circuito poco después tras vencer al León, aunque la alegría duró un solo semestre. Jugaron el Clausura en Primera División y el Apertura del 2011 en el Ascenso.
Tras varios fracasos y la venta del club a la familia Tinajero, finalmente el 21 de mayo de 2016 el Necaxa logró volver a un lugar de donde nunca se tuvo que haber ido: Primera División.
En la actualidad los Rayos no viven su mejor momento, ya que, torneo tras torneo venden a sus figuras. Si bien el modelo es lucrativo y le deja ganancias en sus arcas ha hecho que ya no se puedan consolidar ídolos en el equipo como en los 90 o 40.
Con información de La Afición