•Parque Quetzali, en Coatzacoalcos, con seis alcaldes desfilando en el palacio municipal, sin que nadie lo haya rescatado
•Según versiones atrás está la exdiputada local y ex directora del DIF, ahora de MORENA, Mónica Robles Barajas
•El presidente municipal de AMLO, Víctor Manuel Carranza Rosaldo, se hace tonto y todo le permite y tolera
•Jugosas ganancias deja el parquecito y nadie se enfrenta ni confronta
IGNACIO CARVAJAL GARCÍA blog.expediente.mx Para El Piñero de la Cuenca
Veracruz.- Por un lado, el ayuntamiento morenista encabezado por Víctor Manuel Carranza Rosaldo le arrebata el manejo del Centro de Control Animal a la AC AMEDEA.
En contraste, no hacen nada por echar abajo el contrato entre el municipio y la AC Quetzalli, que tiene el manejo de un espacio de poco más de media hectárea en donde se ofertan toda clase de servicios que se cobran y que dejan jugosas ganancias a sus operadores.
El manejo de este parque quedó en manos de la diputada Mónica Robles desde el 24 de diciembre de 2007, como un regalito de navidad que le dio su esposo, el entonces alcalde saliente, Iván Hillman Chapoy.
Documentos oficiales en poder de este periodista, indican que el acuerdo entre el ayuntamiento y la AC para el manejo del parque en cuestión, se venció en 2015, pero en enero del 2016, durante la segunda sesión ordinaria de Cabildo, la administración saliente le extendió el contrato por otros 10 años.
Así, mientras Mirian Hernández tuvo que tomar sus cosas y salirse del CCA, con todo y su labor en beneficio de la sociedad y los animales de Coatza, a Mónica Robles y a su fundación, los morenistas no la tocan ni la molestan, y será hasta el año 2026 cuando se venza el comodato.
El argumento para echar fuera a la señora Miriam Hernández fue que se estaba enriqueciendo con las esterilizaciones que ella daba muy por debajo del costo en el mercado, con material donado, y con muchos esfuerzos.
En contraste, a Mónica Robles no le exigen rendición de cuentas. Incluso, a su mamá, Roselia Barajas de Robles, las andaban cadidateando para el presente proceso electoral; Pablo Robles, su hermano, ya se mueve como candidato de Morena a diputado en la zona conurbada Veracruz Boca del Río.
Ni le piden un informe sobre las ganancias o costos que ha tenido por la operación y usufructo de dicho parque. En donde todo tiene un costo, los cursos, las asesorías, los proyectos, las visitas, los temazcales y los masajes y todas las acciones que ahí se desarrollan son con previo pago que termina en las bolsas de la ex diputada duartista.
Y aunque la sociedad animalista blindó a Miriam Hernández y expusieron los grandes logros que ha hecho frente al CCA, a la síndica Yazmín Martínez Irigoyen no le importó, y se dio el cambio enmascarado en una suerte de acuerdo donde los animalistas tendrían voz, pero no voto. Todo sería controlado por operadores de Morena.
Otra de las quejas de los funcionarios de Morena contra la señora Miriam Hernández es que tenía bajo su “negocio” a dos empleados sindicalizados pagados por el ayuntamiento, lo que representaba un claro abuso de poder y delito que la síndica Yazmín Martínez Irigoyen no iba tolerar.
Sin embargo, en Quetzalli, se dispone de numerosos empleados municipales, el costo del mantenimiento y su operación, van por cuenta del municipio, y así fue durante los gobiernos de Iván Hillman, Marcelo Montiel, Angelita Pulido de Hernández, Alfonso Morales Bustamantes, Marcos Theurel, Joaquín Caballero y ahora Víctor Manuel Carranza Rosaldo.
Sus gastos están previamente sustentados en estados financieros que también obran en poder de este periodista, uno de ellos, por ejemplo, del la partida 210205011035, se erogaron de Tesorería, el nueve de junio de 2016, 58 mil pesos para costear la operación del inmueble.
Además, en el mismo documento, por la partida 21020501019, 9 mil 275 pesos para nómina de la dirección del organismo, que hasta ese entonces estaba manejada por Norma Angélica Martínez Cuervo, ex colaboradora de Iván Hillmán y ahora cobijada por Morena.
En diciembre pasado Martínez Cuervo intentó “colarse” a la nómina del ayuntamiento con una plaza sindical pese a que nunca laboró formalmente para el municipio, pues no podía trabajar en la dirección de Quetzalli y en la oficina de la ex regidora Genara Yep, como estaba asignada bajo la ficha 20120.
Pero con los conflictos entre el municipio y los empleados municipales, el nombramiento de plaza de Norma Cuervo fue pospuesto.
Cuestionada sobre el contraste del trato que recibió Amedea y el que recibe la fundación Quetzalli, Miriam Hernández afirmó estar “asqueada de tanta difamación”.
“Yo se lo dejo al tiempo… Él va a dar la respuesta y yo me encargaré de recordárselo a la gente cuando necesiten el voto”, indicó la defensora de animales que no ha abandonado su lucha.
Después del conflicto entre Amedea y el ayuntamiento, han sido numerosas las muestras de aprecio de la sociedad a Miriam Hernández, y le han reconocido su papel en la creación de valores de respeto a los animales; sin embargo, no se ven los mismos resultados con las actividades de Quetzalli, que durante 12 años han realizado actividades para reforzar el cuidado y respeto al medio ambiente.
Aunque profesan educar y proteger para el cuidado al medio ambiente, en esos doce años de uso privado por el clan de la familia Robles Martínez -en donde el ayuntamiento ha destinado varios millones de pesos- no le ha significado ningún bien a la sociedad, no generan ningún insumo que sea de utilidad, no generan algún tipo de vegetación que contenga los nortes y la arena, no generan aportaciones educativas a las escuelas y no hacen ninguna actividad social. Sobran en Coatza asociaciones más activas y no le cuestan ni instalaciones ni dinero al pueblo.